Abren Centro Cultural MUROS
CUERNAVACA. Los murales que Joseph Renau y José Reyes Meza pintaron para el Casino de la Selva en 1946 y 1959, respectivamente, tienen una nueva sede: el Centro Cultural MUROS, que abrirá sus puertas hoy en esta ciudad. No están todos los murales que había, pero los actuales dueños argumentan que sí son auténticos los que decoran las paredes del nuevo inmueble. En medio de la polémica por su presunta falsificación, las obras ocupan un edificio con dimensiones y estructura similar al inmueble que los albergaba en el ahora demolido hotel Casino de la Selva. El nuevo espacio, diseñado por Alejandro Bernardi y Francisco Guzmán, posee un estilo contemporáneo con base en estructuras metálicas, piedra y cristal. Ayer al mediodía, se manifestaron a las puertas de MUROS poco más de 20 integrantes del Frente Cívico Pro Defensa del Casino de la Selva, quienes repartieron una carta en la que denunciaban que las compañías Costco y Comercial Mexicana, dueñas del centro cultural, habían dañado a propósito las obras para obligar a su restauración y así justificar la demolición del Casino de la Selva. Francisco Toledo encabeza la lista de firmantes, quienes además cuestionan por qué no se consultó a los pintores de los murales para su restauración. Agregan que con la demolición del inmueble se perdió "un mural de Silvio Benedetto; una serie de viñetas sobre los signos del Zodiaco, de Renau, y una serie de bajorrelieves en bronce, de Zarazúa. No se sabe qué sucedió con el mural sobre bastidor de Francisco Icaza." Las obras de Renau y Reyes Meza, divididos en 117 paneles para su restauración, muestran un deterioro de entre 30 por ciento y 35 por ciento de su superficie. A decir de Susan Grilo, directora general de MUROS, éste se debió al abandono en que cayó el Casino de la Selva, aprovechado por vándalos y murciélagos. Una vez dañados, los 640 metros cuadrados de mural tuvieron que ser retirados por la técnica del strupo. Los restauradores colocaron una tela con pegamentos naturales sobre su superficie y la pintura fue desprendida. Para Walter Boelsterly, director del Centro Nacional de Conservación y Restauración del Patrimonio Artístico Mueble del INBA, significó toda una proeza que el desprendimiento se haya dado en tres meses. Los segmentos fueron trasladados a la ciudad de México donde fueron restaurados. Las secciones de las obras fueron colocadas en un nuevo soporte de madera y trasladadas a su nueva sede. El Centro Cultural MUROS está ubicado entre dos sucursales de las empresas que lo construyeron y un restaurante California. Su construcción tuvo un costo de 50 millones de pesos y en los dos primeros años estará financiado por ambas empresas. Posteriormente se buscará la participación de otros sectores. Además de los murales, MUROS será la sede, por un periodo de cinco años, de la colección Jacques y Natasha Gelman, conformada por poco más de 300 piezas de arte moderno y contemporáneo de México, de las cuales estarán exhibidas 298. Artistas como Francisco Toledo, Diego Rivera y Frida Kahlo son autores de obras incluidas en la colección y están entre los firmantes de la carta, fechada el 24 de mayo pasado, que asegura que "el INBA no puede afirmar que las obras presentadas en el Centro Cultural serán los murales originales." Boelsterly, por su parte, invita a quienes duden de la autenticidad de las obras que se acerquen a las mismas y las analicen. Añadió que las partes dañadas, "las cicatrices", se dejarán tal y como están para que los visitantes puedan darse cuenta de la gravedad de los daños.