La única iglesia de la colonia Condesa, La Coronación de Santa María de Guadalupe, está en total abandono. En víspera de la celebración del centenario los vecinos se han dado a la tarea de rescatar el inmueble y sus archivos, dañados por filtraciones de agua.

El recinto alberga un conjunto de óleos de mediano y gran formato a los que la humedad, las goteras y el paso del tiempo han deteriorado gravemente.

Otros cuadros más pequeños se encuentran apilados en cajas guardadas en los confesionarios.

Emprenden el rescate de su única iglesia

Humedad y goteras invaden la única iglesia que existe en la colonia Condesa, La Coronación. De la antigua edificación sólo quedan una capilla y torre descuidadas, en tanto que el nuevo recinto está invadido por charcos, la luz es insuficiente, y cuenta apenas una instalación improvisada.

La Parroquia de la Coronación de la Santa María de Guadalupe es una edificación neocolonial que se erigió el 12 de octubre de 1931, año jubilar del cuarto centenario guadalupano. El edificio cuenta una portada de cantera y un arco trebolado sobre pilastras dóricas.

En 1960, por falta de espacio para albergar a la comunidad de la colonia, se pensó en la construcción de un nuevo edificio, encargado a los arquitectos Jorge Herrera y José Gandano, con la asesoría del ingeniero Francisco Serrano. En 1967 el cardenal Miguel Darío Miranda puso la primera piedra. La construcción estuvo bajo la dirección de Leopoldo Vega.

La iglesia quedó formalmente concluida el 1 de junio de 1980, adecuada en la nueva liturgia por obra del cura párroco Alfonso Mengoza.

Miguel Ontiveros, miembro de la asociación civil Centenario Condesa, refiere que por disposición del citado padre se derrumbó la antigua edificación apostando a la "modernidad".

De la antigua edificación sólo quedó el bautisterio y la torre. Al entrar al primero se percibe un fuerte olor a humedad, y hay pequeños charcos causados por las goteras, mientras que del otro lado hay una serie de óleos de mediano y gran formatos rotos y manchados, como el de Isauro G. Cervantes La coronación de la Virgen de Guadalupe (siglo XX), de los otros se desconocen los autores porque ya no es visible la firma. Otros cuadros, de menores dimensiones, se encuentran arrumbados, entre cajas, al interior de los confesionarios.

Lo que antes era la sacristía hoy es el lugar de reunión de un grupo de alcohólicos anónimos. El permiso para usar dicho recinto lo obtuvieron del antiguo párroco.

La actual edificación tiene una arquitectura de estilo moderno: un edificio cilíndrico de concreto coronado por el techo piramidal de grandes proporciones interceptado por cuatro paneles de estructura metálica en forma de alones.

El acceso a la iglesia principal es por rampas circulares. Al interior de ésta se observa una nave principal de planta alta circular con piso descendente y amplia visibilidad hacia el presbiterio. El gran plafón de madera es interceptado por cuatro brazos de vitrales policromos creados por los arquitectos Jorge Herrera y José Cándano.

El presbiterio de mármol se halla elevado por tres gradas de líneas sinuosas. Sobre él un cuadrado de luz unifica estéticamente la cubierta.

Detrás de la sede un triángulo de concreto destaca la pintura de la Virgen de Guadalupe bajo una corona dorada. Hay un crucifijo pendiente del techo.

En la planta baja principal está otro recinto con estructura de concreto y altar de mármol apoyados sobre la escultura de un ángel. Dentro de este espacio se localiza la cripta.

Pese a que es una iglesia "moderna" que está en funcionamiento su estado es lamentable: madera botada, ausencia de luz en varios espacios y cableado sobrepuesto que, al contacto con las goteras, puede provocar un cortocircuito con el consecuente riesgo para quienes ahí acuden.

Los archivos con la historia de los feligreses, así como algunos libros referentes a la historia eclesiástica se encuentran en una bodega sin luz y enlamados.

Durante más de 20 años no se le ha invertido nada a este templo. Los vecinos afirman que el anterior padre, Alfonso Mengoza, se robó más de 3 millones de pesos que la comunidad reunió en kermeses para invertirlo en el recate de dicho inmueble.

Mengoza también se apropió de una casa que fue donada a este recinto y luego dejó la iglesia. Ahora vive en la colonia Del Valle.

Ontiveros señaló que lo ideal es que los trabajos de restauración inicien antes del festival de centenario, una vez firmado el contrato con los patrocinadores, y que finalicen el 12 de diciembre. Los trabajos iniciales serían la impermeabilización de los techos para tapar las goteras.

Las labores deberían iniciar en el bautisterio para que ahí se vuelvan a oficiar misas. En cuanto a la restauración de los óleos se buscará quién se haga cargo de los trabajos.

De acuerdo con Miguel Ontiveros son necesarios 3 millones de pesos para las labores, y es la televisora MVS la que está participando en buscar otras instancias que colaboren en el patrocinio.

Ya se tienen tres propuestas de presupuestos con constructoras mexicanas: 3 millones, 2 millones 600 mil, y 2 millones de pesos.

Los recursos que se generen del festival se destinarán a la restauración de esta iglesia.

En caso de no conseguir los recursos necesarios para las obras se recurrirá a interponer una demanda contra el padre Melgoza para que regrese los 3 millones de pesos y también la casa.