La dramaturga y directora de teatro mexicana de origen español María Vilalta Soteras, conocida como Maruxa Vilalta no dejó obra inédita, indicó su nieto Jordi Yañez Aceves.

"No estaba trabajando en nada. Todo lo que escribió a lo largo de su trayectoria ya está publicado. Sin embargo hay pequeños escritos que hizo al final, artículos sin publicar y cuentos que valdría la pena dar a conocer", abundó el entrevistado, al tiempo que llamaba a su memoria la obra de su abuela paterna.

Este miércoles, el cuerpo de la escritora se inhumará en el Panteón Español, alrededor de las 15:00 horas, aunque ese dato no está confirmado, para ser depositado en la cripta familiar, junto con sus prominentes padres, el abogado Antonio Vilalta y Vidal y María Soteras Maurí, doctora en leyes, de acuerdo con lo informado esta noche por su nieto.

El nieto de la fallecida escritora indicó que la biblioteca que ha dejado la dramaturga es bastante extensa. "Todo lo tenemos en un orden impresionante y sus apuntes, viejos artículos y escritos están clasificados. Tal vez se reúna todo para hacer un libro, suerte de antología u obra completa reunida, en un sólo volumen para todos los nuevos públicos".

La noche del lunes, Maruxa Vilalta se despidió y se retiró a su habitación para dormir. Ayer, a las 5:00 horas, su familia notó que había muerto mientras soñaba tranquila, narró su nieto.

"Había estado padeciendo una serie de infartos cerebrales en los últimos meses y tal vez anoche fue el último de su vida", indicó en el interior del Panteón Francés de Legaria el nieto en línea directa de la escritora.

Yañez Aceves comentó que los médicos no saben todavía si fue un infarto o un paro respiratorio la causa del fallecimiento. En los últimos años su salud mermó, lo que la obligó a dejar de escribir los artículos periodísticos que a lo largo de varios años publicó en un diario capitalino. Su última obra fue Con vista a la bahía.

Esta pieza teatral tuvo su estreno en el teatro El Granero el 18 de mayo de 2007, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y luego tuvo una segunda temporada, en el Centro Cultural Helénico, a partir del 3 de septiembre de 2007.

"Estuvo padeciendo bastante de salud y ya no quiso escribir más", acotó Yañez. Y añadió que es pronto hablar de un homenaje "para mi amada abuela, aunque sí he estado en contacto con las autoridades del Conaculta y del INBA. No hemos concretado nada pero sí estamos interesados, tanto la familia como esas instituciones culturales, en rendir un homenaje póstumo a la ganadora de 10 premios de los críticos a la mejor obra del año".

"La imagen que tengo de ella como mi abuela la escritora, y mi abuela la familiar directa, van de la mano. Nunca fue una abuela tradicional y eso me encanta, porque siempre estaba hablando, escribiendo, contando historias, revisando textos. Me quedo con el gusto de haber convivido con ella y aprender a apreciar el arte a través de ella", rubricó Jordi.

Hasta el momento, funcionarios del mundo cultural mexicano, han ido a dar el pésame a la familia de Maruxa Vilalta, como Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general del INBA quien a nombre de la directora general del instituto, María Cristina García Cepeda, asistió para ofrecer todo lo que esté a su alcance para honrar la memoria de Maruxa Vilalta.

sc