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¿Cómo en un artista se dan cita la arquitectura, la escultura y la botánica? ¿cómo es que se percibe la huella de ese artista en obras de arte público y en proyectos que ha edificado por etapas?

Estas son ideas que se advierten al recorrer la exposición Fernando González Gortázar. Resumen del fuego, en el Museo de Arte Moderno. Es una muestra de maquetas, objetos de diseño utilitario, fotografías, esculturas, videos que dan cuenta de algunos de los proyectos centrales de la obra del arquitecto y escultor mexicano, de sus temas y de sus inquietudes.

El recorrido por las salas de la exposición le aguarda al espectador una completa diversidad en cuanto a los materiales, en cuanto a las relaciones de arquitectura y escultura, en cuanto a los vínculos entre la arquitectura de González Gortázar con la naturaleza.

Aparecen en algunos momentos de la muestra sus palabras, cuando escribe por ejemplo: “No acepto que la conciliación de civilización y naturaleza sea imposible”.

Ver maquetas de proyectos que no fueron edificados conduce a la pregunta ¿cómo se habría visto esta escultura de grandes dimensiones, por ejemplo, en Paseo de la Reforma? Ver esas curvas llenas de color —en pequeñas o grandes esculturas— hace pensar en el alto contraste que hay entre la fuerza del material y la ligereza que sugieren las formas que se halla en el arte de este artista Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2012.

Es posible también ver el agua que abunda en algunas esculturas (representadas en este caso por fotografías) y recordar entonces que González Gortázar es un arquitecto que exalta los valores de las fuentes en la ciudad —valores estéticos, ecológicos, lúdicos—. Se puede ver también cómo su arquitectura se involucra con el paisaje o ver cómo los lenguajes de la escultura y la arquitectura se prestan elementos. Y se puede ver, además, la fuerza de la naturaleza, el hallazgo de materiales —los cuernos, por ejemplo— que él ha transformado en esculturas con una estética orgánica y abstracta al mismo tiempo.

La exposición, de acuerdo con Eugenia Macías, curadora invitada, abarca proyectos fundamentales para el autor; monumentos penetrables-transitables; arquitectura pública y privada; prehistoria de una indagación geométrica y experimentos con objetos; derivaciones formales; huecos y anomalías azarosas; imágenes de algunas edificaciones, y fragmentos de proyectos y series.

Durante el recorrido para medios por la exposición, Silvia Navarrete, directora del MAM, comparó la posibilidad de ver estas maquetas y proyectos con la posibilidad de ver los manuscritos de un escritor. Destacó la escuela de la escultura y la arquitectura en que se formó González Gortázar y las constantes y claras referencias de sus obras al arte y las culturas prehispánicas.

Agregó que junto al catálogo de la exposición, que fue diseñado por Vicente Rojo Cama, el 14 de junio se presentará un libro de teoría del propio González Gortázar, llamado Arquitectura, pensamiento y creación, que publica el FCE.

La exposición permanecerá hasta el 20 de julio en el Museo de Arte Moderno. Se trata de un proyecto conjunto del MAM con el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, donde en diciembre del año pasado se presentó.