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Apuesta social con resultados pendientes

Redacción| El Universal
Lunes 01 de septiembre de 2014
Apuesta social con resultados pendientes

ARTE EN ARMONÍA. Contempla la creación de agrupaciones artísticas comunitarias con sentido formativo y didáctico: orquestas, ensambles, bandas y coros. (Foto: CORTESÍA CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES )

De cara al segundo Informe de Gobierno, investigadores y académicos hablan de las iniciativas emprendidas para recuperar el tejido social, donde Michoacán ha sido la entidad que más acciones ha concentrado este año

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Desde muy temprano, la actual administración del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) incluyó el tema de la “reconstrucción del tejido social” como un programa eje de la política cultural.

El tema no es nuevo y en un primer balance se cuestiona el paternalismo; se advierte que otra vez se trata de llevar desde el Centro a los estados un programa que no siempre toma en cuenta las realidades y necesidades locales, que busca lo espectacular -Eugenia León y Tania Libertad-; una programación cuyo impacto no se puede conocer, donde hay acciones aisladas muchas de las cuales a veces se reducen a un divertimento.

En diciembre de 2013 nació Música en Armonía, punta de lanza de lo que primero se denominó “Cultura para Michoacán”, dado a conocer en febrero (a la par del Plan Michoacán, de la Presidencia) y que seis meses después se llama “Programa Cultura para la Armonía: Caminos de Michoacán”, en el que se invertirán 470 millones de pesos este 2014, 50 millones de pesos más de lo planteado inicialmente.

Las acciones han sido numerosas, pero no bastan los números alertan especialistas de varias universidades del país, entrevistados por EL UNIVERSAL. Reconocen que si bien es temprano para hacer mediciones, este tipo de programas requiere participación de otros sectores sociales, de los artistas y de la comunidad; requiere también de una concepción integral donde la cultura no sea una propuesta aislada de educación y economía, y demanda reconocer las diferencias de un estado a otro.

Alfredo Nateras Domínguez, investigador de la UAM Iztapalapa asegura que no es novedoso lo de Michoacán: “Lo habíamos visto en Juárez, en Monterrey, y en algún momento lo veremos en Veracruz y Morelos”. Dice que mientras no se cambie el modelo económico, no va a haber un verdadero cambio: “Son reacciones inmediatistas; yo todavía no veo una apuesta más de política de Estado frente a la violencia del crimen organizado”.

El especialista en temas de juventud y violencia cuestiona que no le han preguntado a la gente si esas políticas son las que necesitan para resolver las situaciones inmediatas de su vida. “Hay que incorporar a la sociedad civil, a los distintos actores de la comunidad que va a ser beneficiada por tales políticas o programas. Son decisiones cupulares y a veces son acciones desarrollistas, populistas y paternalistas”.

Dónde están los artistas

Es preciso incluir a los creadores, demanda Guillermina Guadarrama, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas del INBA:

“En Michoacán apenas están llegando los recursos; es pronto para opinar. Estos programas deben ser de largo plazo, sólo así darán un resultado; no se trata sólo de números, de estadísticas, de decir ‘30 orquestas’. Me molesta que sean los funcionarios, desde los escritores, los que decidan quiénes y cómo; tiene que haber continuidad y hay que buscar la gente que está trabajando en esos proyectos en las zonas afectadas; conozco artistas que han hecho trabajos con comunidades purépechas y mazahuas, antes de este estallido social, y con cero recursos, por ejemplo, el Taller de Investigación Plástica que está desde los años 70. Si hay constancia en el seguimiento y en los recursos, y se busca la vocación de los artistas, que éstos participen, va a ser un éxito. Pero no se trata de bajar la alta cultura, sino de entrar e involucrarse con la comunidad”.

Desde la economía

Teresa Almada, doctora en investigación en ciencias sociales y directora de los centros juveniles Casa en Ciudad Juárez reconoce que en su ciudad se hizo una inversión importante entre 2010 y 2011 principalmente en infraestructura social y espacios públicos, en escuelas, en espacios y acciones culturales, pero que se requiere ir mucho más allá en lo que llaman tejido social.

“No siempre está claro qué es eso. Tiene que ver con la reconstrucción de los vínculos al interior de las comunidades, con el tema de las identidades, de las estrategias de la gente en el ámbito comunitario y social; creo que eso es algo más profundo y la violencia es uno de los indicadores de cómo se han roto muchas cosas”, afirma.

Considera preciso una estrategia integral, que contemple elementos del desarrollo económico, de fortalecimiento de las comunidades, de participación ciudadana, de recuperación de la confianza en las autoridades y la policía, de combate a la corrupción, de impulso de un Estado de derecho y acciones educativas y de atención a población vulnerable como los jóvenes”.

Romper desigualdades

Se pueden ofrecer muchas acciones, pero poco se logrará mientras persistan las condiciones de desigualdad social, afirma el historiador y académico José Manuel Prieto González, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

“Es una macabra contradicción que Monterrey invirtiera tanto dinero con ocasión del Forum de las Culturas -que para muchos fue un fracaso- y que dos años después empezaran estos fenómenos de violencia e inseguridad urbana. Antes que estas políticas de embellecimiento, de poner a una ciudad artificialmente en el mapa, deberían resolverse problemas urgentes, como intentar mitigar con políticas públicas y urbanas la desigualdad”.

Propone una idea concreta: impulsar en las ciudades el voluntariado y sostiene que donde el Estado podría jugar un verdadero papel es formando una ciudadanía madura, una sociedad de libres pensadores. “Cultura y educación van de la mano; en algunos aspectos podemos distinguirlas, pero en este caso van de la mano. Sólo así se recuperará el tejido social”.

Desde otro estado que se ha visto muy afectado en los últimos años, Tamaulipas, José Luis Pariente, Secretario de Investigación y Postgrado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, habla de generar una cultura de ciudadanía, a través de las artes:

“No conozco a detalle lo que se hace en Michoacán, mi opinión personal es que las condiciones de Michoacán son distintas a las de Tamaulipas; cada región, cada estado, debe desarrollar sus propias estrategias. Somos un estado de frontera, de paso, donde todas las cuestiones de tráfico se han dado desde hace mucho tiempo. No se pueden copiar modelos. Hay que pensar en los problemas de cada uno”.

Recomienda cuidar que desde el centro no se tomen decisiones que no tienen sentido en los estados. Acerca de cómo la cultura puede marcar una diferencia, dice: “Apostar por la cultura significa una esperanza de que las nuevas generaciones traigan otra formación, otra forma de ver las cosas, y eso va con lo económico: nuestro sistema educativo sigue sacando muchachos directos al desempleo”.

De acuerdo con información proporcionada por Conaculta, a nivel nacional “México, Cultura para la armonía” comprende la integración de 35 coros juveniles en 12 entidades; 226 eventos culturales para niños; 522 eventos de teatro comunitario y 32 ferias artesanales, entre otras acciones.

Sin embargo, Conaculta no precisa los resultados obtenidos en Michoacán desde que se puso en marcha el proyecto. (Alida Piñón, Yanet Aguilar y Sonia Sierra)



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