Con la venta de Santillana al Grupo Penguin Random House, que lo convierte en el mayor gigante editorial en español, los editores o distribuidores pequeños tendrán más dificultades para colocar sus obras en los distintos puntos de venta en México, opina Noé Villaseñor, director de Omniprom, institución que durante los últimos cinco años ha realizado informes sobre el mercado editorial de habla hispana.

Esta concentración de tantos sellos editoriales, comentó, no trae beneficio a la industria y al desarrollo de nuevas empresas, sin embargo, señala que no podría considerarse como un monopolio, ya que se trata de la fusión de empresas consolidadas, con un catálogo de obras y autores que ninguno de los otros sellos tienen. Por su parte, Bertha Herrerías, Gerente de Comunicación y Relaciones Públicas de LID Editorial, que edita los Informes Omniprom, considera que esta operación perjudicará en cierta manera a los autores que apenas comienzan porque tendrán menos opciones para editar sus obras.

Para Jaime Labastida, director de la editorial Siglo XXI Editores, la transacción de estos dos sellos responde a la tendencia de concentración que vive el mundo editorial. La desgracia, añadió, es que “muchas de estas empresas son adquiridas por grandes grupos y transforman sellos que eran muy acreditadas en su terreno, como Gredos, que tiene un trabajo de más alto nivel de la filología y la investigación y la crítica literaria y lo adquieren para transformarlo en lo mismo que hacen las otras empresas, eso no tiene el menor sentido. Deberían conservar los perfiles de cada empresa”. (Abida Ventura)