Opinion

HACE UNOS DÍAS le adelantaba de las negociaciones que hay entre el gobierno federal y las agrupaciones del campo para destrabar las diferencias que hay en lo relativo al acuerdo comercial con Perú.

Como recordará el Senado rechazó avalar ese acuerdo en una decisión inédita y sorpresiva, máxime que hay rubros industriales muy interesados como el automotriz, químico y electrodomésticos, entre otros.

Las agrupaciones del sector primario no están en contra de que se logre pactar un TLC con Perú, siempre y cuando se considere la protección para algunos productos sensibles como la papa, frijol, cebolla, espárragos, ajo, chile seco, chile en lata, aguacate, aceitunas, plátano, mango, uva, leche evaporada y pavo.

Las negociaciones con Economía que lleva Bruno Ferrari se dan con el Consejo Nacional Agropecuario de Juan Carlos Cortés, la Confederación Nacional Campesina que lleva Gerardo Sánchez García, la Confederación Nacional de Propietarios Rurales que preside María Esther Terán, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas de Oswaldo Cházaro y la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario de Manuel Valdez.

Si alguna de a estas agrupaciones se le menciona la posibilidad de un acuerdo comercial con Brasil su respuesta sería otra, dados los mayores riesgos que hay con el país sudamericano en lo agropecuario. Y es que la experiencia de la apertura comercial para algunos negocios agropecuarios no ha resultado del todo feliz como podría ser el caso del ámbito porcícola, ahora mismo abrumado por el alza de los precios de insumos básicos, entre ellos el maíz que se utiliza para la alimentación de los cerdos.

Además, dadas las circunstancias en los mercados y el factor especulativo, no se visualiza pronto una baja. Aunque Sagarpa de Francisco Mayorga está consiente de esta situación y se muestra cerca de los productores, el alza se ha convertido en una pesadilla para el manejo de costos.

El rubro porcícola consume más de 4 millones de toneladas de maíz amarillo al año, cuyos precios se ubican en más de 300 dólares la tonelada. Más de dos terceras partes del grano se importan.

En los últimos 5 años el precio del maíz se ha incrementado 80% debido a las presiones sobre los commodities. A ello sume el golpe que ha recibido el productor por un crecimiento continuo de las importaciones de cerdo, esto es carne maciza y subproductos, consecuencia de la apertura.

En los mismos 5 años y según datos de la Confederación de Porcicultores Mexicanos que lleva Alejandro Ramírez González, las importaciones se han incrementado 30%.

En total se habla de 811 mil toneladas anuales provenientes básicamente de EU, en donde se deshacen de todo lo que no tenga que ver con lomo y costilla.

La cifra representa un 68% de lo que el país produce y que se ubica en un millón 200 mil toneladas.

A ello agregue el golpe de la crisis que disminuyó el consumo y aquella tragedia del 2009 cuando la influenza se vinculó erróneamente con la carne de puerco.

Vale señalar que apenas en 2005 las importaciones eran el 5% del consumo y que la producción de cerdo ha tenido un crecimiento de apenas 1% anual en el último lustro.

En consecuencia se calcula que de 15 mil granjas que producían carne de puerco hace 16 años, ahora se cuentan apenas 5 mil 800.

Para proteger un mercado que se ubica en unos 26 mil millones de pesos, los porcicultores han solicitado a Economía elevar el arancel que hoy está en 5%, porcentaje que se cree es insuficiente.

Hay también la petición de trabajar una norma para que lo que se importe tenga una calidad mínima, ya que hay producto que llega a tener hasta 15 años de congelación y que ingresa básicamente por el precio.

De ahí la reticencia de más acuerdos y la necesidad de los productores de proteger a este tipo de negocios que no atraviesan sus mejores días.

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LA BUENA NOTICIA es que pronto habría ya resultados de las gestiones que se iniciaron desde el año pasado para resolver la problemática financiera del Suburbano 1, que opera CAF que comanda Maximiliano Zurita y que corre de Buenavista a Cuautitlán. La firma española llegó incluso a evaluar la posibilidad de acudir a un concurso mercantil, ya que ha tenido que utilizar un fondo de contingencia por 15 mil millones de pesos para financiar la operación. Este se diluiría en 2012. Los aforos proyectados están a menos de la mitad, dadas las deficiencias en la alimentación del transporte en el Edomex. En las negociaciones han participado funcionarios de la SHCP que encabeza el controvertido Ernesto Cordero y la SCT de Dionisio Pérez Jácome. Entre los temas que se han discutido es el sustituir con Banobras que comanda Georgina Kessel un crédito que se tiene con un grupo de bancos por unos 3 mil millones de pesos. No es descartable que en este junio que comienza pudiera concretarse algo. Habrá que estar pendientes.

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DE LLAMAR LA atención el tiempo que se ha prolongado la reestructura de IUSA, fabricante de productos eléctricos de Carlos Peralta Quintero. En agosto del 2010 prácticamente todo estaba listo, pero el entorno del cobre modificó muchos parámetros. Hay incluso algunos recursos en EU, concretamente en Delaware, en este caso un procedimiento de quiebra bajo el “Capítulo 11” de la subsidiaria Tubos de Pastejé, con pasivos por unos 700 millones de dólares. Por estos días se esperan resultados y podría ser un paso previo para retomar conversaciones con los acreedores vinculados a la deuda de IUSA en México y que implican otros 500 millones de dólares. Ya hay avances consistentes para concretar un intercambio, sin embargo, se espera que el convenio definitivo tarde 3 o 4 meses más.

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EN EL REMOTO caso de que Agustín Carstens lograra superar a la ministra francesa Christine Lagarde, favorita para el FMI, la pregunta es si esto traería beneficios para México. La respuesta es negativa, más allá de un tema meramente mediático. Por lo demás, queda por aclarar quién cubre la costosa gira que ahora mismo realiza por todo el mundo el actual gobernador de Banxico: España, Portugal, India, China, Japón, Brasil y Argentina, entre otros. Si es con los fondos del banco central es injusto, puesto que al mismo Carstens parece que no le es suficiente la responsabilidad que apenas hace poco asumió ahí. En caso de que lo pague el gobierno federal tampoco suena lógico, dado que los mexicanos obtendremos poco o casi nada de las pretensiones personales del funcionario.