Opinion

Héctor Carrillo González, quien está al frente de Apotex en México y AL, es un firme convencido del desarrollo del mercado de medicamentos genéricos en México que gradualmente se abre paso en contra de los intereses de las grandes farmacéuticas que buscan a través de litigios alargar la vida de las patentes más allá de los 20 años que otorga la ley.

Apotex es una empresa canadiense que inició operaciones en México desde 1995 y está enfrascada en dos litigios muy importantes, uno contra Pfizer por la comercialización de Maxiforte que utiliza el elemento activo del Viagra, sildenafil; y el otro contra MSD por la fabricación de Apodrolen que utiliza el agente activo alendronato de Fosamax que es un medicamento contra la osteoporosis.

Uno de los problemas que enfrentan no sólo Apotex, sino todas las empresas de genéricos en México, es que a través de amparos y litigios las grandes farmacéuticas logran prolongar hasta 5 años más la patente de un medicamento innovador que tiene una duración original de 20 años.

Una de las ventajas de los cambios de titulares en Cofepris, hoy al frente de Mikel Arriola y del IMPI, que encabeza José Rodrigo Roque, es que hay una mayor coordinación entre ambos organismos y ambos coinciden en la necesidad de respetar la propiedad industrial pero también en las grandes ventajas que representan para la sociedad la liberación de las patentes después del plazo de 20 años y la comercialización de genéricos.

Apotex presentó sus pruebas de bioequivalencia antes de que concluyera el plazo que estableció la ley el pasado 24 de febrero, pero la Cofepris mantiene un rezago en los registros por lo que Arriola trabaja ya en un esquema para acelerar el proceso a través de terceros autorizados.

A pesar de los problemas que enfrentan los genéricos, Carrillo está convencido de su gran potencial en México considerando que en países como Canadá, por lo menos una de cada 5 recetas son medicamentos genéricos.

INVERSIóN EN INNOVADORES

Lo interesante es que hay ya farmacéuticas que están también comercializando genéricos mientras que empresas como Apotek, según informa Héctor Carrillo, están ya desarrollando su propia red de medicamentos innovadores e invirtiendo en desarrollo e investigación.

Con una producción anual de 17 mil 500 unidades, Apotex es una de las cinco más grandes fabricantes de genéricos en el mundo y su inversión en innovación supera los 10 mil millones de dólares.

Apotex una empresa de origen canadiense fundada por su actual presidente Barry Shrman, tiene 6 mil 500 empleos a nivel mundial, presencia en más de 115 países y fabrica una gama de más de 300 medicamentos genéricos. En México tiene tres plantas en Toluca que exportan a Centro y Sudamérica y en junio próximo abrirá un nuevo y moderno centro de distribución en Iztacalco que coincidirá con los festejos de los 15 años de Apotex en México que inició operaciones en julio de 1996.

SERPAPROSA, LA BATALLA DE LAS PLACAS FEDERALES

La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) que preside Juan Carlos Muñoz, busca por todos los medios impedir que Servicio Panamericano de Protección (Serpaprosa) se consolide en México.

Primero la Canacar, en un claro conflicto de intereses porque Cometra es socio de la Cámara, trató de impedir que el secretario de Economía, Bruno Ferrari, aprobara la compra de 100% del capital por parte de Brink’s, pero la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras determinó que la empresa no incurría en ninguna irregularidad porque Brink’s y los bancos dueños eran ya extranjeros y la empresa inició operaciones antes de la ley de 1973.

Ahora Canacar busca que la SCT no les autorice la renovación de las placas federales a Serpaprosa. Juan Carlos Muñoz explica que una de las razones además del hecho de ser extranjera, es que la empresa tuvo ya un problema fiscal en 2006.

Sin embargo, una cosa es la situación fiscal de Serpaprosa que seguramente revisa el SAT y otra es que la Canacar intente evitar que la SCT le autorice renovación de las placas al principal competidor de Cometra.

Efectivamente los bancos habían descuidado a Serpaprosa y se prevé que bajo la administración de Brink’s, que hasta fines de mayo dirige Guillermo Núñez, la empresa sea más agresivo en un crecimiento.

El absurdo es que sin la renovación de sus placas federales, Serpaprosa no sólo no podría crecer en rutas, sino tampoco renovar su flota de camiones.

Será interesante que la Comisión Federal de Competencia, que preside Eduardo Pérez Motta revise este caso, porque ya emitió una guía en materia de competencia precisamente para las Cámaras y organismos empresariales.