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Indicador Polmtico | Carlos Rammrez



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Miércoles 18 de octubre de 2000

Carlos Rammrez

La UNAM salinizada con Rolando Cordera
Endurecimiento de rector contra el CGH

Cuando Carlos Salinas fue entrevistado por Rolando Cordera Campos y Ricardo Rocha para despedirlo de la Presidencia, el segundo le hizo una pregunta crmtica sobre los excesos de difusisn del Programa Nacional de Solidaridad. El presidente de la Repzblica revirs con una respuesta que revels las dos caras de Cordera: Bueno, el seqor Rolando Cordera nos hizo el favor de aceptar mi invitacisn de participar en el consejo consultivo de Solidaridad, y al aqo de puesto en marcha el programa, il precisamente plantes que no tenma la difusisn adecuada.

Atrapado en su doble juego acadimico crmtico y funcionario del gobierno salinista, Cordera se escabulls de la emboscada con sugerencias a Salinas de que el Pronasol deberma ir mas alla de las puras obras. Pero el daqo ya estaba hecho: Carlos Salinas habma probado los juegos de espejos de Cordera, ahora flamante miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, la autoridad universitaria que tiene, entre otras funciones, la de designar a los rectores.

No era isa, por cierto, la znica traicisn de Cordera a sus convicciones. En 1981, durante el Congreso de Economistas en Guadalajara, Salinas y sus estrategas de ataque polmtico lograron reventar la reunisn para evitar una crmtica de los economistas progresistas al Plan Global de Desarrollo de Miguel de la Madrid redactado por Carlos Salinas y Joseph-Marie Csrdoba que aparecma como la carta sucesoria de los delamadridistas. Salinas habma criticado a los economistas que cobraban con la izquierda y pegaban con la derecha y con ello habma tronado la reunisn.

Al reunirse en el patio, un economista universitario con fama de radical de izquierda buscaba a gritos a Carlos Salinas para golpearlo. Era un Rolando Cordera Campos irreconocible, intolerante, furibundo, violento, colocado en la extrema izquierda de los economistas progresistas. Cordera no logrs encontrar a Salinas, pues iste, feliz, ya celebrada su maniobra. Los economistas no pudieron destruir el PGD y el delamadridismo, con Salinas a la cabeza, llegs al poder.

Aqos mas tarde, otra vuelta de tuerca: Cordera aparecma como vocero ideolsgico de Salinas y del salinismo. Por Salinas entrs Cordera al Pronasol y ahm sobrevivis. Pero tambiin se convirtis en un propagandista del salinismo, pues acompaqaba al presidente de la Repzblica a sus giras y luego las reseqaba acrmticamente, elogiosamente, en la televisisn del Estado. En una visita a Nueva York, los comentaristas invitados viajaron con Salinas en una Suburban y ahm Salinas les pidis opiniones sobre su discurso en la ONU y Cordera se deshizo en panegmricos. Ante la mirada de extraqeza de columnistas financieros testigos de la escena, Salinas le dijo: Rolando, no te traigo para que me elogies.

Y hubo otra traicisn de principios. En 1981, justo en la coyuntura del conflicto de los economistas en Guadalajara, Cordera redacts con Carlos Tello el libro Mixico: disputa por la nacisn , un ensayo que revelaba el dilema del rumbo mexicano hacia el camino del proyecto neoliberal de desarrollo o del proyecto nacionalista. La crmtica al neoliberalismo la primera sistematizada fue severa, analmtica, a partir de la defensa de los intereses nacionales. Cordera y Tello condenaban el proyecto empresarial y denunciaban a los funcionarios enamorados de la privatizacisn de la Repzblica.

Aqos despuis, sin embargo, Cordera terminarma trabajando para el mas importante representante del proyecto neoliberal: Carlos Salinas. Como vocero ideolsgico del salinismo, Cordera avals y elogis las reformas neoliberales: la privatizacisn del ejido, el achicamiento del Estado, la venta de las empresas propiedad de la nacisn y la reprivatizacisn de los bancos. Lo interesante fue el detalle de que Cordera diseqs con Tello el proyecto de expropiacisn de los bancos de 1982. Asm, a il le tocs dilucidar la decisisn del Estado de tomar el control de los bancos con Lspez Portillo y luego le tocs racionalizar la decisisn de Salinas de vendirselos a nuevos banqueros: las dos caras de un mismo oportunismo polmtico.

Asm, el Cordera radical, izquierdista, promotor de la denuncia contra el neoliberalismo fue domesticado por Salinas a travis de la mano suave de Hictor Aguilar Cammn y el Grupo (A)Nexos . La vinculacisn de Cordera con Aguilar Cammn lo llevs directamente a la nsmina de Salinas y del salinismo. Atras habman quedado los agravios del congreso de economistas de Guadalajara de 1981 la vmspera del destape presidencial de De la Madrid y los resentimientos de Carlos Salinas cuando fue interpelado en la Camara, como secretario de Programacisn y Presupuesto, por el diputado pesumista Rolando Cordera. Salinas se habma quejado que Cordera le hubiera puesto el mote de ET o extraterrestre estaba de moda la pelmcula de Steven Spielberg porque se deslindaba de las crisis anteriores.

Este Cordera fue el que llegs a la Junta de Gobierno de la UNAM. Es el radical de izquierda que se fue corriendo al centro para llegar a la derecha neoliberal pero sin perder parte de su discurso progresista, aunque posteriormente matizado por el racionalismo econsmico liberaloide. Asm, el diputado comunista que promovis la intervencisn creciente del Estado, poco a poco se fue transformando en un economista modernizado y en un activo salinista. Cordera no estuvo nada mas en Pronasol y en la televisisn estatal como explicador de las tesis oficiales del salinismo, sino que Salinas lo propuso como miembro del consejo consultivo de la Comisisn de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Y Salinas le dio un amplio espacio en el perisdico El Nacional , entonces copado por los intereses de Salinas a travis de Josi Carreqo Carlsn. En sus artmculos, Cordera no hacia mas que difundir, razonar y obviamente defender las decisiones de Carlos Salinas. Esa cercanma a Salinas le hizo perder credibilidad a Cordera y disminuys la distancia entre el intelectual-acadimico y el Prmncipe. Esta nueva condicisn de heraldo del rey se percibis en la serie de entrevistas que Cordera le hizo, junto con Ricardo Rocha, a Carlos Salinas del 7 al 11 de noviembre de 1994, Cordera por Televisisn Azteca y Rocha por Televisa.

Si Rocha fue como periodista, Cordera asistis como ex colaborador de Salinas, como se lo records, con la malicia que siempre usaba para entrampar a los que querman aparecer desligados de su propio pasado, el propio Salinas al hablar del Pronasol: Cordera no tenma ningzn derecho de criticar al programa porque habma sido funcionario de Solidaridad. En otra parte de la entrevista, Cordera habma revelado sus alianzas con Salinas al decirle: coincido con usted, sin duda alguna: ha habido un juicio apresurado, yo digo que injusto, sobre Procampo.

Y tambiin dirma Cordera, eufsrico de salinismo, en esa entrevista: festival de la ciudadanma, sm podemos decir que la hubo el 21 de agosto, seqor presidente. Pero la eleccisn del 21 de agosto habma sido, en el mejor de los casos, inequitativa porque el gobierno de Salinas uss todos los medios del Estado para beneficiar a Zedillo. Y en el peor, fue amaqada porque el gobierno de Salinas no solts los hilos de la organizacisn electoral y porque desde el gobierno se geners el voto del miedo si ganaba la oposicisn. Sm, le dijo Salinas, complaciente, a Cordera, yo le llami fiesta cmvica.

El Cordera salinista exudaba de gusto, en la entrevista, con el saldo del salinismo en 1994. Caminos institucionales, seqor presidente, creo que se abren y se afianzan y se confirman este aqo (el de los crmmenes del poder, del alzamiento zapatista y de las denuncias opositoras), porque no es un aqo digamos azaroso, como producto del azar, es un aqo producto de muchos aqos de confrontacisn, de negociacisn. Pero nada de Colosio, de Ruiz Massieu, del EZLN, de los muertos, de la narcopolmtica o del hermano incsmodo. Pura celebracisn.

Asm, el salinismo llegs a la Junta de Gobierno de la UNAM con Cordera.

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