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Historias de reportero | Carlos Loret de Mola

Y ahora resulta que era sexoservidora

Carlos Loret de Mola nació en Mérida, Yucatán, México, en 1976. Tiene una licenciatura en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo ...

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Martes 18 de enero de 2011

El jueves 6 de enero mataron a la mujer que creó el emblemático “Ni una muerta más” para Ciudad Juárez. La asesinaron como a cualquiera otra de las tantas por las que luchó en vida: al amparo de la madrugada, agredida por tres hombres, arrojada por ahí en unas tapias, identificada hasta días más tarde.

Como su caso sonó más que el de cientos de mujeres victimadas en el municipio más violento de México, hubo prontas explicaciones... contradictorias, cambiantes y que en su recta final han querido minimizar el homicidio con una dosis de discriminación que intenta a la vez manchar la hoja de vida de Susana Chávez Castillo.

1. El 12 de enero, tras darse a conocer la noticia del hallazgo del cadáver, el fiscal general de Justicia de Chihuahua declaró por la mañana a este reportero que la activista “se encontró con tres muchachos, se fue a divertir con ellos a casa de uno y lamentablemente estas personas estaban tomadas, estaban drogadas y después de estar compartiendo, decidieron matarla”. Carlos Manuel Salas abundó que los tres menores de edad iban saliendo de un bar cuando la vieron; ella quería seguir la fiesta en otro establecimiento y aceptó la invitación de los hoy presuntos asesinos.

Esa primera versión hizo preguntarse de inmediato: ¿cómo es posible que una activista tan enterada y combatiente de los grados de violencia en esa ciudad fronteriza haya aceptado irse con desconocidos, casi en una calca de cómo matan mujeres ahí? Si alguien estaba informada de los riesgos brutales de ser mujer en Ciudad Juárez, esa era Susana Chávez.

2. La presión de los periodistas ante esta extraña explicación inicial obligó a la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua a emitir —horas después del mismo día 12— un comunicado en donde ajustó la versión en su parte fundamental: agregó que la también poeta fue victimada porque los tres jóvenes le dijeron que eran parte de la banda de Los Aztecas ligada al cártel de Juárez y ella contestó que era policía.

3. Al parecer, como tampoco cuajó esta versión, los operadores de medios de comunicación del gobierno priísta de Chihuahua empezaron a filtrar que en realidad Susana Chávez laboraba como sexoservidora y que la habían matado porque aceptó tener relaciones íntimas a cambio de dinero con dos de los involucrados, pero ya no con el tercero, y que bajo el influjo del alcohol y las drogas los tres habían decidido vengar su insatisfacción con un asesinato. Esta filtración nació acompañada de un deslinde: que la Fiscalía no iba a hacerla oficial para no dañar la imagen de la víctima (como si matar a una sexoservidora fuera menos grave... justo contra lo que luchó, entre otras cosas, Chávez Castillo).

De esta manera, en menos de 72 horas, de la Fiscalía General de Chihuahua salieron tres versiones, asombrosas todas y cada una más compleja que la anterior. Voltear hacia Ciudad Juárez es detectar de inmediato los signos de la impunidad, el desdén y la estigmatización que han asesinado a cientos de mujeres desde hace años.

SACIAMORBOS

Si dijeran toda la verdad privada en público, ambos correrían el riesgo de perder el caso.



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