Opinion

De Monreal y Amalia me echo un taco… (Foto: LUCIA GODÍNEZ/ EL UNIVERSAL)

El domingo pasado el panismo nacional festejó anticipadamente, en el Auditorio Nacional, los 10 años de que llegaron a la Presidencia de la República. El orador oficial fue el presidente Felipe Calderón lanzando lindo mensaje para no detener el avance que en este tiempo ha tenido el país. Eso dijo.

Instalado, no como Presidente, sino como líder de partido, Calderón pidió no meterle reversa:

—No se merece quedar varado a la mitad del camino del cambio democrático que hemos emprendido y mucho menos la tragedia de regresar a lo antiguo.

Clarísimo: según él debemos tomar como sinónimo del PRI a tragedia. Ups.

Quien le dio respuesta fue el coordinador de los diputados priístas, Francisco Rojas. Fue duro: que en una década de gobiernos panistas el país ha detenido su crecimiento. Al grado que podríamos llegar a la “inestabilidad”.

Así será el tono de aquí al 2012, no lo dude.

Lo cierto es que entre el domingo y ayer Calderón ha hablado de tragedias, pero también ha instado a responderlas a su manera...

También al inaugurar la cumbre mundial contra el cambio climático, la famosa COP16, dijo que sería también una “tragedia” que los países asistentes no lleguen a ningún acuerdo para encontrar soluciones al deterioro ambiental.

Países que, bueno, parece que quieren ser trágicos y ni ver ni hacer nada por el problema real. Y de todos.

Por cierto, del evento de los 10 años del panismo el que se quedó esperando una invitación fue Fox. Ajá, sí... ¡El primer presidente panista!

A decir de sus cercanos colaboradores, está muy lastimado. Y eso a pesar de los últimos encuentros que tuvo con el propio Calderón y con el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora.

(Por cierto, Fox ayer salió de viaje hacia Centroamérica y en la Terminal 2 del aeropuerto capitalino le realizarían una entrevista. Solicitaron el salón oficial, pero... se los negaron. ¿Quién habrá sido el Gómez Mont al que sí se le facilitó esa sala minutos después?).

¿Qué sería de la diplomacia estadounidense si no fuera por WikiLeaks? Este portal de internet, creado por Julian Assange, dio un nuevo golpe al gobierno de Barack Obama, al dar a conocer parte de 251 mil 287 mil cables del personal de las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo. Ayer, desde Washington se anunció que iniciarían una “investigación criminal” sobre la filtración de dichos documentos.

Pero ahora, la información que conocemos: molesto debe estar el líder libio Muammar Gadafi, a quien catalogan como hipocondríaco, detallan que usa botox y que siempre va acompañado de una enfermera ucraniana.

A la canciller alemana Angela Merkel la califican como “metódica, racional y pragmática”. Al parecer, en la Casa Blanca también están interesados en el estado de salud mental de la presidenta argentina Cristina Fernández.

Del primer ministro italiano Silvio Berlusconi detallan que es adepto a las “fiestas salvajes”, aunque él ya lo negó.

Ayer, Javier Moreno, director de El País, uno de los cinco periódicos que tuvieron acceso a esta información, detallaba en una entrevista con Carlos Puig, en W Radio, que en el caso de México aparecemos con información referente a la guerra contra el narcotráfico.

Lo que al menos a mí me queda claro es que todos, sí, todos, somos unos chismosos. Más los servicios de inteligencia. Por cierto, ¿qué ya no aplica eso de destruir despues de leer?

Hoy, en el Senado de la República se presentará la iniciativa de ley llamada “Ley 5 de junio”, con la cual se buscará poner reglas y candados al funcionamiento de guarderías, públicas y privadas, en todo el país, a fin de que no se repitan tragedias como el incendio de la guardería ABC. Hoy recuerdo a Bryan Alexander Méndez García, quien no debió morir en ese sitio.

¡¿En serio los ex gobernadores de Zacatecas Ricardo Monreal y Amalia García quieren lanzarse como posibles candidatos a jefes de Gobierno capitalino en el 2012?!

Él lo dijo:

—Me di cuenta que podía morir, que soy mortal y que estuve a punto de que me cafetearan… no podía haber orden de aprehensión porque los señores no saben ni sumar. Después de que el juez corrupto se vendió, tenía yo un plazo de 10 días de que me avisaron que yo había perdido y esos 10 días se vencían el martes: Onésimo Cepeda bien recuperadito ya, oficiando misa en la Catedral de Ecatepec.