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Itinerario Político | Ricardo Alemán

Ahora cae “El Grande”, esperan venganza narca

Nació en la ciudad de México en 1955 e inició en 1980 su carrera profesional como reportero del diario "A.M." de León Guanajuato. Ha trabaj ...

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Martes 14 de septiembre de 2010

En 24 meses han caído 12 grandes capos del crimen

El festejo bicentenario, ideal para una venganza

Para despecho de los malquerientes del gobierno de Felipe Calderón, y contrario a los que apostaban y siguen apostando al fracaso institucional en la lucha contra el crimen organizado, la tarde del domingo pasado se produjo otro golpe de precisión.

Ahora cayó Sergio Villarreal Barragán, motejado como El Grande, jefe de una célula del fragmentado cártel de los Beltrán Leyva, del que también se desprendió el grupo de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, cuyo jefe máximo fue Arturo Beltrán Leyva, motejado como El Jefe de Jefes. En enero de 2008, también había caído Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, quien fue durante muchos años el brazo derecho de El Chapo Guzmán.

¿Qué significa el nuevo golpe al crimen y la caída de otro de los poderosos jefes mafiosos? La respuesta es elemental: se quiera reconocer o no, produce resultados positivos la estrategia de inteligencia y persecución de grandes capos del crimen organizado.

Pero el mensaje más importante es contra la simulación y la impunidad. Es decir, que en el primer frente de batalla en la lucha contra el crimen y el narcotráfico, sí se producen los resultados esperados con la captura de grandes capos. El problema aparece en los procedimientos posteriores: el juicio de los criminales y el pago de las penas corporales. Ese problema aparece por la corrupción en el Poder Judicial y en el sistema penitenciario.

Y el mejor ejemplo de que en la primera línea de combate sí se producen resultados lo podemos ver en el hecho de que a lo largo de dos años han caído: Alfredo Beltrán Leyva —hermano de Arturo Beltrán Leyva—, Jesús Zambada García, El Rey; Vicente Carrillo Leyva —hijo de Amado Carrillo—, Vicente Zambada Niebla —El Vicentillo—; Arturo Beltrán Leyva —El Jefe de Jefes—; Teodoro García Simental , El Teo; José Antonio Medina, El Rey de la Heroína; José Gerardo Álvarez, El Indio, Ignacio Coronel Villarreal, Nacho Coronel; Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y Sergio Villarreal Barragán, El Grande.

Es decir, que en 24 meses casi fue aniquilada la estructura de mando de uno de los más poderosos grupos mafiosos en el trasiego, distribución y venta de droga en el mundo: el cártel de los Beltrán Leyva. ¿A eso se le puede llamar fracaso? Sólo la mezquindad y la apuesta al fracaso pueden negar una exitosa labor de captura de grandes capos del crimen organizado.

¿Qué más es lo que falta que lo realizado? ¿Que la lucha debe continuar e intensificarse en otros flancos? ¿Que se debe atacar la erradicación de plantíos, la prevención y atención de adicciones, la creación de empleos...? ¿Que se debe insistir en romper las cadenas financieras y del dinero...? Todo eso es cierto, pero también lo es que nadie puede restar importancia a la captura de los grandes barones de la droga.

Por lo pronto, la captura de cuatro grandes capos en sólo nueve meses —y la muerte de algunos de ellos, como Arturo Beltrán Leyva e Ignacio Coronel— hace suponer a las autoridades federales que podría venir una reacción de venganza que, como ya ocurrió en otros casos, podría aparecer en las fiestas patrias.

Y no se trata de incurrir en el irresponsable alarmismo. No, simple y llanamente que a la vista de todos se ha intensificado la vigilancia y los sistemas de seguridad en aquellas entidades donde el crimen organizado y el narcotráfico tienen mayor presencia y en donde han sido golpeadas las estructuras de mando de los grandes cárteles.

En prevención de una reacción de venganza existirá vigilancia federal especial en los estados de Michoacán, Morelos, Durango, Tamaulipas, Sinaloa, Chihuahua, Veracruz y, por supuesto, en el Distrito Federal. Y es que las fiestas del Bicentenario de la Independencia podrían ser aprovechadas por las bandas criminales para cobrar facturas. Por eso se han extremado los sistemas de seguridad en carreteras y entidades conflictivas.

EN EL CAMINO

También a la luz del festejo bicentenario, los secuestradores de Diego Fernández de Cevallos reaparecieron, ahora con una carta que intenta ocultar una fuerte presión a la familia y los amigos del Jefe Diego, para que paguen el rescate. Dicen los que saben que las partes se han enfrascado en esgrima de poder harto conocido… Y en donde también asistimos al “juego de vencidas” del poder es en el caso del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos, y su disputa contra el gobierno mexiquense, que impulsa el veto a las alianzas. Al final habrá acuerdo. Es decir, ni alianza en el Edomex, ni reducción del IVA. Y si no, al tiempo.



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