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Atando cabos | Denise Maerker

¿Ya se fregó México?

Realizó sus estudios profesionales en Ciencias Económicas y Sociales en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, la Maestría en Cienci ...

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Miércoles 12 de mayo de 2010

Si nos quedamos con la mirada fija en la coyuntura, en lo que cada día nos trae, el desánimo es inevitable. Le doy una ojeada rápida a las noticias del día: encuentran muertos al novio y a sus padrinos levantados el viernes en una boda en Ciudad Juárez, detienen a más policías en Monterrey por vínculos con el crimen organizado, los panistas no encuentran candidatos para algunas alcaldías en Tamaulipas, liberan a jóvenes de centro de rehabilitación en Guanajuato dónde abusaban de ellos, los narcos matan a dos policías estatales y le dejan un recado intimidatorio a la secretaria de seguridad de Michoacán. Y sí, también nos enteramos de que reabrió una planta de la Ford y que el peso se sigue fortaleciendo frente al dólar. Pero esto último no parece ser suficiente para equilibrar el efecto de todo lo anterior. Todo eso ocurrió y ocultárnoslo no sirve de nada. Pero también hay que enfrentar el desánimo que provoca. Lo siento por dentro y lo percibo en las llamadas del público y en los comentarios a esta columna.

¿No hay salida? ¿No seremos capaces los mexicanos de encontrar colectivamente la forma de resolver los enormes problemas que hoy nos aquejan? ¿Ya se fregó México?

Si nos quedamos viendo en detalle el día a día va a ser difícil imaginar salidas y levantar el ánimo.

—Hay que alejarnos de la coyuntura —me dice Juan Pardinas amigo y colaborador. —Imagínate que regresas a fines de los años 50 del siglo pasado y le dices a un negro que vive en un estado del sur de los Estados Unidos donde todavía existe la segregación en los transportes y se impide el acceso a los negros a las Universidades que en 50 años van a tener un presidente negro. En medio de su desesperación encontraría la fuerza para reírse y te tiraría de loca—. Juan tiene razón. Ahí esta el caso de Colombia, un país que atravesó poco más de tres décadas sumido en la violencia provocada por guerrillas y narcos que dejó un saldo de 156 mil muertos y 27 mil desparecidos según datos de la oficina de la Fiscalía responsable de investigar los delitos cometidos por escuadrones de la muerte y guerrillas y que hoy muestra una cara muy distinta. En una encuesta difundida esta semana el 50% piensa que su país va por buen camino, 78% aprueban la gestión de su presidente, 76% piensan votar en las próximas elecciones para presidente y un candidato independiente Antanas Mockus está empatado en las preferencias con el heredero de Uribe. Un escenario inimaginable para cualquier colombiano hace 10 o 20 años.

No se trata de minimizar la gravedad de los problemas que enfrentamos como sociedad pero sí de encontrar una luz al final del túnel aunque por el momento haya que buscarla en otros países y en otros tiempos.



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