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Frente al Espejo | Uriel Tufiqo



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Viernes 08 de septiembre de 2000

Uriel Tufiqo

Nadie como Nadia


De la maqana del lunes a la maqana de ayer, me pass casi lo mismo que al Satilite Solidaridad el cual llevs el pecado en el nombre pues practicamente estuve fuera de servicio. Nada de lo que sucedma en el mundo me fue propio. Ni el desenlace de los hechos en que se vio envuelto Filix Salgado, ni la renuncia del Ticnico de la Seleccisn Nacional !yo pensi que no habma entrenador!, ni el extraqo suicidio del subsecretario de Comercio que me hace concluir que la pelmcula de El Padrino tiene mas aprendices que La Ley de Herodes.

En estos dmas enfrenti el dilema que enfrentan todos los que vamos a ser padres: ?qui nombre le voy a poner a mi hijo o hija? Claro, si uno no quiere quebrarse la cabeza, siempre queda el recurso de que el primer hijo varsn lleve el nombre del padre y que la primera hija lleve el nombre de la madre. O que se haga un coctel con el nombre de los padrestmos-abuelos. Pero luego sucede como ocurrma en mi rama materna que en una reunisn familiar alguien grita Carlos, y mas de 30 ojos voltean.

Yo opti, de comzn acuerdo con mi esposa, en utilizar nombres diferentes a los nuestros con la idea de que los hijos se forjen una personalidad diferente a la nuestra. Aunque siempre quedara en duda: ?iran a ser de su agrado? Por supuesto, todos tenemos un santoral propio en el que hay nombres que nos gustan y nombres que jamas aceptarmamos. Lo difmcil esta en coincidir. Con mi primer hijo, Julio Ernesto, tuve una magnmfica qummica con mi esposa. Ahora, apenas el lunes anterior, enfrenti de nuevo el dilema por el nacimiento de mi hija. Curiosamente, ambos han nacido en aqo de Juegos Olmmpicos: mi hijo, unas semanas antes de Atlanta; mi hija, a unos dmas de Sydney.

Lo que les voy a contar a continuacisn no si si asm ocurris o si asm deseo que haya ocurrido. Como haya sido, asm sera la verdad.

Sucede que entre los posibles nombres que pensamos, sslo tenmamos decidido uno: Camila. Pero como nuestro hijo tiene dos nombres, supusimos que luego habrma protestas y no queremos una huelga en la casa, por lo que tuvimos que buscar un nombre adicional. Por ser aqo olmmpico, pensi en Olimpia, pero no me gusts mucho por aquello de o limpia esto o limpia alla. Entonces, recurrm a mi memoria para recordar los nombres de deportistas famosas.

Por mi mente pasaron las imagenes de Anna Kournikova, Gabriela Sabatini y Martina Higins. Fue un exceso. No me pude concentrar en los nombres. Decidm dar un giro: pensarma en nombres de deportistas mexicanas. Empeci a anotarlos y la evaluacisn que les asignaba. Pilar Roldan, no; Norma Baraldi, no; Angilica Gavaldsn, no; Msnica Torres, no; Marijose Alcala, no; Soraya Jiminez, no; Ana Guevara, no; Adriana Fernandez, no. Por una u otra razsn, ningzn nombre me convencis. Busqui otra opcisn: nombres de mujeres famosas en Juegos Olmmpicos.

Mi memoria viajs hasta 1968 con la gran Vera Caslavska y la ex soviitica Natasha Kushinskaya o algo que sonaba asm. Como alrededor de Vera se escribis un cuento romantico cuyo prmncipe era nuestro pams (no lo digan, pero creo que mas bien dejs Checoslovaquia por el problema de la Primavera de Praga), el nombre lo descarti por tormentoso. Y Natasha me parecis que pertenecma mas al mundo del Szper Agente 86. Asm que... a buscar otro.

Mi sentimiento me llevs hasta Cuba. Repasi el nombre de Ana Fidelia Quirot el ave finix y el de algunas integrantes del formidable equipo femenino de volibol en Barcelona 92: Regla, Norka, Magali. No, como que no es que lo que buscaba. Entonces, cuando en mi mente se empezs a formar un rostro de niqa, mi esposa me propone el nombre de esa cara: Nadia. ?Csmo no recordar a la pequeqa que cautivs al mundo con sus movimientos casi perfectos? Decisisn tomada. No hay mejor primer nombre para mi hija que el que evoca a tan brillante gimnasta. Un tributo a los dioses del Olimpo.



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