Opinion

La falta de un secretario de Hacienda que logre consensos complicó las definiciones y retrasó la propuesta de la Presidencia

La decisión del nombramiento del gobernador del Banco de México se atoró porque el presidente Felipe Calderón no ha podido resolver un enroque: si Agustín Carstens se iba al banco central, como estaba previsto, ¿quién se quedaría al frente de la Secretaría de Hacienda.

La propuesta del Presidente para que la titularidad de la SHCP la ocupara Ernesto Cordero no fue bien vista por el Congreso —particularmente por la bancada priísta en el Senado— ni por los influyentes agentes financieros de Wall Street, que cuestionaron su desconocimiento del actual titular de Desarrollo Social para quedarse al frente de las finanzas mexicanas. La falta de un secretario de Hacienda que logre los consensos internos y externos complicó las definiciones en el Banxico y provocó el retraso en la propuesta que la Presidencia tiene que enviar al Senado.

Ante eso, la posibilidad de una reelección de Guillermo Ortiz Martínez comenzó a tomar fuerza en la semana, al grado de que el propio gobernador, que en principio había decidido irse, habló públicamente de su disposición a reelegirse “si lo proponen el Presidente y el Senado”.

El PRI no ve nada mal la permanencia de Ortíz, y aunque habían aceptado a Carstens, lo que no aceptan es que a alguien como Cordero, a quien ubican cercano al Presidente y al PAN, se el entregue el manejo de los recursos federales, especialmente en un año en el que habrá 11 elecciones para gobernador y los mandatarios priístas buscan un titular de Hacienda con el que se entiendan y puedan acordar.

El otro veto para Cordero llegó de Wall Street, desde donde las presiones son reales para que en las posiciones financieras del gobierno se coloque a gente conocida por los agentes financieros y a la que reconozcan nivel y experiencia. Porque si bien los dos nombramientos, el del Banxico y el de Hacienda, se definen aquí, entre la Presidencia y el Senado, la realidad es que ninguna de las dos designaciones puede transitar sin el visto bueno de los influyentes agentes de Wall Street.

Queda poco tiempo para que el Presidente defina si enviará el nombramiento del Banxico al Senado, porque el periodo ordinario de sesiones concluye el 15 de diciembre y el nuevo gobernador o el reelecto, si es el caso, tendrá que iniciar su gestión a partir del 1 de enero de 2010. ¿Encontrarán en Los Pinos a un nuevo secretario de Hacienda que tenga los avales internos y externos o aceptarán, aunque no era lo que querían en la casa presidencial, la reelección de Ortiz?

TAMAULIPAS: PREPARAN CANDIDATO DEL PAN

Mientras en el PRI la sucesión estatal espera aún la señal de arranque del gobernador Eugenio Hernández, en el PAN todo se está alineando para la designación de Francisco Javier García Cabeza de Vaca como candidato panista a la gubernatura. El polémico ex alcalde de Reynosa y ex diputado federal tendría ya el aval del CEN panista y de la casa presidencial para convertirse en abanderado, y la semana próxima se le comenzará a perfilar públicamente.

El problema es que el PAN y Los Pinos podrían llevarse una sorpresa si deciden postular a un candidato con antecedentes delicados. A García Cabeza de Vaca se le han documentado acusaciones por presuntos vínculos con el narco de ex colaboradores suyos, tráfico de influencias y hasta ejecuciones de su personal de seguridad.

En la historia personal y pública del principal prospecto panista a la gubernatura hay una detención en 1986, que obra en los archivos de la Policía de McAllen, Texas, por robo de armas de fuego en un centro comercial de esa ciudad. El hoy diputado local panista era entonces un joven y fue acusado junto con cuatro amigos suyos —a la postre todos ellos asesinados— de haber asaltado a Emilio Rodríguez y Diana Ramírez, a quienes despojaron de varias armas, según consta en el expediente criminal 03645237 de Texas, del que existe una ficha de consignación con la foto de joven García Cabeza de Vaca con el número 33696.

Hasta ahí pudiera ser parte de un pasado juvenil turbulento. Pero las sospechas y hasta ejecuciones de personal suyo lo han seguido en su carrera política. El 3 de enero de 2005, recién llegado a la alcaldía de Reynosa, el que sería su director de Seguridad Municipal, René Izaguirre, apareció asesinado en la autopista Reynosa-Monterrey, tres días después de que los secuestraron. La ejecución se atribuyó al cártel del Golfo. Izaguirre había coordinado la seguridad en la campaña del alcalde y estaba relacionado familiarmente con Guillermo González Calderoni, con quien trabajó en la PGR.

Durante su gestión en Reynosa, el 30 de abril de 2006, el entonces líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, quien estaba preso en Almoloya, organizó un festival del Día del Niño en el estadio de beisbol Adolfo López Mateos. Más de 20 mil personas asistieron y se repartieron regalos a nombre de Osiel, que seguía operando desde el penal de alta seguridad. El ayuntamiento otorgó el permiso para el festival y colaboradores del alcalde fueron llamados a declarar ante la PGR.

Pero también como diputado local, cargo desde el que busca la candidatura a gobernador, García Cabeza de Vaca se ha visto ligado a escándalos. El 12 de agosto pasado, Alfredo Leal Guerra, quien fuera subdirector de Seguridad Municipal en Reynosa, y lo acompañara después como parte de su equipo de seguridad como diputado, fue detenido en San Juan, Texas, con 25 kilos de cocaína que llevaba en una camioneta Ford Expedition conducida por él.

Un reporte de una Corte de Distrito de EU, del 13 de agosto de este año, menciona que Leal Guerra fue detenido en posesión de la droga por el Grupo de Tácticas Especiales Antidrogas, por lo que se le abrió el caso M-095021-M en esa corte. En el caso se señala que por una denuncia anónima los policías de EU llegaron a una casa de seguridad en la intersección de la FM 495 y César Chávez, donde localizaron la camioneta conducida por Leal Guerra y ahí ubicaron la droga valuada en 400 mil dólares.

Aunque en un principio el diputado García Cabeza de Vaca negó conocer a Leal Guerra, en la prensa local se publicaron fotos en las que, apenas mes y medio antes de la detención de su escolta, el legislador aparecía junto al detenido, vestidos de la misma forma (camisa azul y pantalón negro) y platicando en un evento de precampaña por la alcaldía en Matamoros. ¿Ese va a ser el candidato panista a la gubernatura?