Opinion

Reformas al 115 constitucional dieron al municipio, como facultad básica, la seguridad pública. Hoy el Presidente propone ir en sentido contrario

La propuesta ya fue rechazada en el Congreso de la Unión, pero parece que el presidente Calderón y su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, no quitan el dedo del renglón.

Esta semana dos acciones distintas del gobierno calderonista confirmaron la intención de avanzar en la práctica hacia un modelo totalmente centralizado de combate a la delincuencia, en el que la Federación asuma el control total y desplace a estados y municipios, a estos últimos incluso quitándoles facultades que les otorgó la Constitución en reformas recientes y que les ratificó la Suprema Corte de Justicia de la Nación en jurisprudencias sobre el tema.

Primero con la inauguración del Centro de Inteligencia de la Policía Federal, que pretende concentrar en una gran base de datos nacional toda la información sobre seguridad pública en el país, y luego con la propuesta de desaparecer las policías municipales en todo el país, que hizo ante el Consejo Nacional de Seguridad Pública, el Presidente dio claras muestras de que se intenta revivir y avanzar el modelo que impulsó García Luna en las recientes reformas legales sobre seguridad, y que fue considerado inviable por la mayoría parlamentaria.

Sin restar méritos a la parte tecnológica y al diseño ultramoderno del Centro de Inteligencia en la sede de la SSP federal, expertos en el tema de seguridad y ex responsables de las áreas de Inteligencia federales aseguraron a esta columna que hay un “error de diseño” en el planteamiento de García Luna para concentrar en una sola plataforma o base de datos toda la información y las bases de datos que hay en el país sobre el tema de seguridad.

“Eso no es viable y tampoco es lo más recomendable”, dijo un ex titular del Cisen, cuya opinión se basa en que tecnológicamente será muy difícil que logren integrar en una sola base toda la información del país, y políticamente habrá que ver si todos los gobiernos estatales y locales están dispuestos a entregar sus bases de datos, algunas más consolidadas que otras, con información estratégica para las administraciones locales.

Ni siquiera en países más desarrollados que el nuestro, donde existen agencias federales de seguridad muy fuertes, se apuesta a un modelo concentrador de información y son las policías estatales las que tienen el control de sus territorios y éstas colaboran, si así lo deciden, con las agencias federales que les solicitan información de sus bases de datos. Sería más viable, dijo uno de los ex funcionarios consultados, pensar en fortalecer y consolidar bases de datos sobre seguridad en cada estado y municipio, y a partir de ahí establecer mecanismos de coordinación, enlace e intercambio de información con el gobierno central, en lugar de apostar a crear una “megabase” controlada y administrada sólo por la Federación.

A los problemas técnicos y políticos se añade un argumento que tiene que ver con lo que marca la Constitución. Todas las reformas que se han hecho en las últimas décadas a la Carta Magna van en dirección de fortalecer al municipio como célula principal del gobierno. Varias reformas al 115 constitucional, avaladas después por fallos y jurisprudencias de la Corte, otorgaron al municipio, como una facultad básica, la seguridad pública. Hoy el presidente Calderón propone ir en sentido contrario.

Los argumentos esgrimidos por el jefe del Ejecutivo federal parecen inapelables: la corrupción, la ineficacia y la falta de recursos son tres problemas reales y estructurales que han hecho de las policías de los municipios organismos inservibles en el combate al crimen. Muy pocas policías municipales se salvarían de la generalización y en todos los reportes, internos o externos, sobre el tema del narcotráfico, las policías de los ayuntamientos aparecen como un eslabón más en la cadena de la producción y tráfico de drogas.

Sin embargo, habrá quien cuestione: ¿No es más conveniente y congruente con las múltiples reformas municipalistas a la Constitución apoyar con recursos federales, estrictamente supervisados y transparentemente aplicados para la depuración y reestructuración real e inmediata de las policías locales? De ese modo, se evitaría un golpe a las facultades del municipio, como el que propone el Presidente. ¿O el objetivo más bien será fortalecer el control federal y central ante riesgos no sólo de delincuencia sino de movimientos sociales o subversivos?

¿DESBANDADA PERREDISTA?

A la salida de Ruth Zavaleta, que sacudió al PRD, le podrían seguir otras fracturas fuertes del perredismo en los estados. En Zacatecas, donde está por elegirse un candidato perredista a la gubernatura, hay visos de fractura luego de que ayer Raymundo Cárdenas decidió abandonar el proceso interno del PRD y denunció graves irregularidades para cargar los dados a favor de un candidato, de las que culpó a la gobernadora Amalia García, y a “una coalición de intereses de funcionarios públicos y empresas privadas”.

Raymundo se quejó de que todo el proceso se ha dirigido para favorecer a Javier Calzada, ex diputado federal que impulsan Amalia y un grupo de empresarios afines y favorecidos de la administración estatal, entre los que se encuentran contratistas del gobierno como Salvador Galván, Humberto Godoy y Gerardo Galarza, este último cercano a la senadora Claudia Corichi y conocido en Zacatecas como “el Ahumada zacatecano”.

Es tal la tensión que se ha generado entre los perredistas inconformes con el manejo del proceso interno, incluso entre los más cercanos a Amalia García y su corriente Foro Sol, que algunos precandidatos han acuñado la expresión de que lo que ocurre en la contienda interna del sol azteca “es un corichinero”. ¿Seguirán las rupturas en el perredismo?

NOTAS INDISCRETAS... Después de sus comentados debut y despedida en el Twitter, el senador Manlio Fabio Beltrones decidió pedir ayuda profesional para regresar a la red social de moda en el mundo. El jueves recibió en su oficina del Senado a 14 de los twitteros más experimentados en México, a los que el priísta buscó para que lo asesoraran sobre cómo manejar una cuenta sin que se le vuelva un problema, como le ocurrió hace unas semanas . Los twitteros le dieron varios tips, y al salir de ahí más de alguno comentó: “¿Y quién nos pagará la asesoría?” Así que muy pronto el priísta que salió huyendo de Twitter volverá… Se detienen los dados. Doble escalera.