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Historias de reportero | Carlos Loret de Mola

Narcotamaulipas

Carlos Loret de Mola nació en Mérida, Yucatán, México, en 1976. Tiene una licenciatura en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo ...

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Miércoles 25 de noviembre de 2009

“¿Cuál es el peor lugar de México en términos de seguridad?”, preguntó este reportero a uno de los mariscales de la guerra contra el narcotráfico, integrante del gabinete del presidente Felipe Calderón.

“En ejecuciones, Ciudad Juárez. En descomposición social y penetración del narcotráfico en todas las estructuras, sin duda Tamaulipas”.

Los empresarios han huido de Tampico, en Reynosa los principales informantes del crimen organizado son taxistas, en Victoria la droga la venden amas de casa en barrios populares, en Nuevo Laredo los ciudadanos viven con miedo a hablar. En Tamaulipas, más que el Presidente, el gobernador o los alcaldes, manda el narco y no lo duda nadie.

Los líderes del crimen en ese estado mantienen a la sociedad con una pistola en la boca para que nadie hable: cobran impuestos a los comerciantes de todas las ramas de la actividad económica (ya no sólo giros negros, bares y restaurantes, como en un inicio) y al que no pague le ponen una granada a la mañana siguiente como para que ni un cliente se les acerque jamás.

Secuestran y el rescate se paga en abonos de por vida: no les basta que la familia de la víctima junte propiedades y dinero porque una vez que cobran el monto negociado, anuncian que cada semana o cada mes van a pasar a recoger otra cantidad, acompañada de la dosis de terror sicológico tradicional en sus manejos y amenazas. Lavan su dinero levantando notarios que no tienen más que firmar los papeles de que tal o cual propiedad estuvo legalmente transferida, cooptan sexoservidoras a cambio de un celular y una “lanita” para que vigilen las calles de noche, de día se las encargan a vendedores ambulantes bajo el mismo arreglo, amenazan periodistas, y todo lo hacen bajo la creíble advertencia de que quien no coopere será ejecutado.

Este reportero ha escuchado a demasiados tamaulipecos desesperados, historias de desesperación, de impotencia, de impunidad, que contrastan con el “déjame te muestro lo que ha estado haciendo el señor gobernador”, “el gobierno federal no ha abandonado la plaza” de quienes le manejan las relaciones públicas e intentan hacer su trabajo convenciendo. Durante la gestión de Manuel Cavazos Lerma entraron, con Tomás Yarrington se expandieron y con Eugenio Hernández se adueñaron. Cuando Fox, era el sitio más violento de México. Ahora, con Calderón, no matan tanto porque ya mandan más.

El 4 de julio del próximo año hay elecciones para renovar la gubernatura y están desatados los suspirantes. Que a nadie le quepa duda: el dinero del narco entrará a las campañas en Tamaulipas. Pienso que es tarea de toda la sociedad no ceder la plaza, para hablarles en su propio lenguaje.

SACIAMORBOS Se queja, se queja, pero no acepta preguntas de verdad. Vuelve a correr el cronómetro.



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