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El Malayo | Celia Marín

Se ha especializado en el arte del buen comer como periodista gastronómica con más de 15 años de experiencia, ha sido fundadora de las secci ...





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Jueves 03 de septiembre de 2009

En la colonia Roma, en plaza Río de Janeiro 56, justo en la planta baja del famoso edificio de las brujas, está un restaurante que nos sorprendió gratamente. El lugar es muy agradable, el servicio amable y la música muy buena. Se antoja por ambiente acogedor.

Ya sentados, el mesero nos sugirió empezar con un martini. Sonia pidió uno de liche, Luis el de pepino y yo me decidí por el clásico seco con ginebra Bombay y, claro, dos aceitunas. Así iniciamos nuestra noche, entre anécdotas de viaje, de las cuales ya les contaré, y olores de la típica cocina oriental.

Al centro pedimos dumplings de camarón, la orden es de tres así que ordenamos dos. Llegan en la típica vaporera oriental de bambú y acompañados de dos salsas, una de soya y la otra roja ligeramente picante. El relleno muy bien sazonado y el camarón con el cocimiento perfecto. Un buen plato para compartir, que resultó perfecto para acompañar nuestros martinis.

El Malayo es un restaurante de cocina asiática. Algunos platillos son creación del chef Fabián García, y otros son herencia del chef anterior, oriundo de Singapur, quien permanecía por largas temporadas en el restaurante creando platos y supervisando la sazón de los mismos así como el buen funcionamiento del restaurante.

La carta es pequeña pero incluye especialidades del día, siempre una sopa y un fideo.

Pedimos el fideo con pescado. Es una pasta de arroz con cocimiento en su punto, que se prepara al momento, con verduras, pescado blanco salteado, tallos de cebollín, un toque picante, lemon grass y salsa de soya bien condimentada.

Acompañamos el fideo con un arroz frito con verduras, antojo de Sonia. Resultó una sorpresa, pues estaba excelente, tan rico que apenas y nos alcanzó.

Como siempre, pedimos al centro para probar todos de todo.

La carta de vinos es correcta, también pequeña, pero con buenos precios. Nos decidimos por un blanco chileno de uva Chardonnay, Los Boldos, que ligó perfectamente con nuestros platillos. Coincidimos en que el vino blanco le va más a este tipo de cocina.

En la mesa te ponen cubiertos y palillos. Nosotros decidimos por la última opción, pues nos ayudan a apreciar los sabores de la comida y te dan oportunidad de platicar tranquilamente.

Seguimos con unos camarones con salsa de tamarindo acompañados de arroz con coco; frescos, salteados al wok y con salsa agridulce y picante. También pedimos un pollo al curry, aromático y cremoso, en el cual se nota que se elabora con buenos y finos condimentos. Nos quedamos con las ganas de pedir el pulpo braseado y los calamares crujientes.

Entre semana se sugiere un menú con un costo de 150 pesos, que incluye entrada, plato fuerte y cerveza.

Los postres los guardamos para nuestra siguiente visita, que seguro será muy pronto. Seguimos con una segunda botella de vino blanco, disfrutando de la música y de la platica. El Malayo es cocina sofisticada, sencilla y a buen precio.

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