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Nombres, nombres y... nombres | Alberto Aguilar

Sondea Roche con actores antes de modificar esquema de distribución, quizá en tercer trimestre y CFC evalúa mercado

Nació en la Ciudad de México. Estudió Economía en la UNAM y ha sido periodista desde hace 35 años. Ha tomado innumerables cursos de especi ...

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*Analizan en Canifarma tiempos para renovar registros y hay desfase para estar listos en 2010; lanza Banamex con Mastercard la Platinum Débito de Cuenta Maestra; tiempos difíciles para Emeur tras venta de Jockey Club



Martes 16 de junio de 2009

EN EL ÁMBITO farmacéutico hay todo un tema a resolver vinculado a la distribución, puesto que las grandes distribuidoras y mayoristas se han convertido en el fiel de la balanza en cuanto al catálogo de medicamentos que deben consumirse y las condiciones en que se ofrecen.

En los últimos años la llegada de autoservicios a ese negocio, entiéndase Wal-Mart de Eduardo Solórzano, Comerci de Carlos González Zabalegui, Soriana de Ricardo Martín Bringas o incluso Sanborn’s de Carlos Slim, han complicado aún más la existencia a los laboratorios.

Incluso las farmacias se insertan de distinta forma a esa actividad, en función de la capacidad de negociación que tengan.

Nada que ver los términos a los que puede acceder la pequeña farmacia frente a actores como Farmacias del Ahorro de Maximiliano Leonardo, Farmacias de Guadalajara de Francisco Arroyo o Farmacias Benavides de Fernando Benavides.

Y es lógico, los volúmenes no son comparables, de ahí que el número de pequeñas farmacias se haya reducido en 15 años al pasar de 22 mil a 7 mil puntos de venta.

En ese ínter el margen de los grandes distribuidores se ha acrecentado hasta un 25 por ciento.

Del precio de un medicamento 53 por ciento es ya sólo para el laboratorio y el resto se lo queda el distribuidor, los mayoristas y la pequeña farmacia.

De ahí que en abril la británica Astra-Zeneca que lleva Ricardo Álvarez Tostado decidiera echar a andar un nuevo modelo de distribución para sus medicamentos en el mercado privado.

Su objetivo es recuperar el control de la distribución para garantizar un abasto uniforme y en condiciones equitativas.

Para ello la multinacional que preside a nivel global David Brennan subastó a una sola firma, en este caso a Nadro de Pablo Escandón, el surtido de autoservicios; a Saba de Manuel Saba farmacias independientes; a Fármacos Especializados de Antonio Pérez y Pérez grandes cadenas, y a la firma Marzam que lleva Rafael Couttolenc a las pequeñas.

Se conoce que el arranque del nuevo modelo para Astra-Zeneca no ha sido fácil y que se han encontrado con obstáculos del comercio para lograr un abasto homogéneo.

Y es lógico, puesto que la farmacéutica se ha convertido en punta de lanza para amortiguar las guerras de descuentos que hay entre las distribuidoras, el desorden de precios al público y en general un modelo propicio a crear oligopolios en detrimento del consumidor.

Se conoce que la CFC de Eduardo Pérez Motta ha comenzado a realizar sondeos en torno a lo que sucede en ese rubro y no descarte que se decidiera por realizar una investigación de oficio, que se antoja obligada, dado lo que se presenta ahí.

Le había platicado que la firma suiza Roche que encabeza Miguel Múnera también se preparaba para seguir los pasos de Astra-Zeneca y modificar el esquema de distribución para los medicamentos de su catálogo.

En este caso Roche se ha mostrado mucho más cauta que su competidora y se conoce que en las últimas semanas ha tenido contacto con todos los actores de la cadena de comercialización.

Su intención es cuajar un mecanismo que no necesariamente será parecido al de Astra-Zeneca y que se busca satisfaga las expectativas de todos los involucrados, al tiempo que le permita operar en el mercado en mejores condiciones.

No hay que descartar que la nueva mecánica pudiera implementarse en el próximo trimestre, aunque los tiempos estarán amarrados a las condiciones que se puedan negociar con la red de distribución.

Como quiera es evidente que en el mercado hay claros esfuerzos para mejorar las circunstancias en las que hoy el consumidor accede a los medicamentos en el sector privado.

Y LA NOTICIA es que al interior de Canifarma que preside Jaime Uribe de la Mora han comenzado a hacerse algunas evaluaciones de los tiempos con los que se cuenta para cumplir con la exigencia plasmada en el artículo 376 de la Ley de Salud y que obliga a la renovación del registro de 10 mil 500 medicamentos para antes del 24 de febrero del 2010. Pese a los supuestos avances que habría por parte de Cofepris que encabeza Miguel Ángel Toscano, aparentemente hay números de los miembros de esa cámara que evidencian un serio desfase y que será difícil cubrir para la fecha prevista, máxime cuando la exigencia incluye también 40 mil dispositivos médicos. En una de esas, no descarte que realmente se vaya a requerir una extensión, más allá de la lucha de algunos laboratorios nacionales encajados en AMELAF que lleva Ricardo Romay por el tema de las lagunas en el procedimiento para cumplir con el trámite.

LA NOVEDAD ES que Banamex que lleva Enrique Zorrilla está por lanzar una nueva tarjeta de la mano con Mastercard de Lizbeth Hasfield. La presentación será esta semana. Se trata de su Platinum Débito, en esencia una evolución de la cuenta maestra Banamex, que es de los productos más emblemáticos en ese terreno en el sistema financiero y que data de hace 23 años. La Platinum Débito Mastercard estará orientada al segmento de clientes de alto ingreso y ofrecerá preferencias en el ámbito turístico, al ser aceptada en más de 200 países, un millón de cajeros automáticos y más de 25 millones de comercios. Su poseedor podrá realizar disposiciones en efectivo en cajeros automáticos con un límite de 10 mil pesos diarios aquí y hasta de 20 mil pesos en el extranjero. Además accederá a un centro de atención telefónica VIP que dará asistencia 24 horas y a un programa de débito seguro que protegerá contra cargos no reconocidos durante las 72 horas anteriores al reporte hasta por 100 mil pesos. Suena interesante.

TRAS LA COMPRA de la marca Jockey Club por Genomma Lab de Rodrigo Herrera, en Industrias Emeur, firma que ha manufacturado desde 1949 esos productos de cuidado personal, hay total desazón. Y es que sus abogados omitieron amarrar un convenio que comprometiera a la parte compradora en el largo plazo a maquilar en sus instalaciones. En función de ello se sabe que Genomma Lab ya eligió otro proveedor. Consecuentemente Industrias Emeur que fundó Eduardo Meuniere no sólo ya no contará con su reconocida marca, sino tampoco con las diversas líneas de fabricación. Ahora la familia deberá enfrentar quizá fuertes liquidaciones de su personal o bien sustituir a la brevedad la producción. Vale señalar que Genomma Lab que pagó 42.4 millones de pesos nada tiene que ver con un acuerdo defectuoso de su contraparte, que vaya que es de llamar la atención.



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