Opinion

Discreta y sigilosamente, como quien se prepara para una tormenta, gobernadores del PRI preparan estrategias de respuesta ante los operativos del presidente Felipe Calderón contra funcionarios estatales y locales, acusados de vínculos con el narco.

Un bloque de mandatarios priístas trabaja en lo que parece una “alianza de estados”. Comenzó a tomar forma el 29 de mayo, dos días después del operativo en Michoacán, cuando se encontraron en Tamaulipas Eugenio Hernández, Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio y Humberto Moreira, para definir una ruta común si sus estados son embestidos con operativos como el Michoacanazo.

Pero el tema no paró ahí. Para aterrizar los acuerdos, operadores de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas volvieron a reunirse este fin de semana y dieron forma a la estrategia. El encuentro fue en una ciudad de la frontera tamaulipeca, aunque al darse cuenta de que eran “seguidos” por federales, los representantes de los gobernadores cruzaron la frontera y continuaron su encuentro en territorio de EU.

Se habló del “ojo por ojo y diente por diente”: los estados se preparan para evidenciar a delegados de la PGR y de la Policía Federal presuntamente ligados al narco. También acordaron revisar sus policías y procuradurías para sacar a elementos involucrados con el crimen, antes que el gobierno federal. Parece que a Natividad se le adelantaron.

Pero la parte más delicada de lo pactado por esas entidades es que, si vuelve a haber acciones violentas de la Federación contra un estado, pedirán a sus congresos que hagan las denuncias; incluso se habló de “radicalizar a los legislativos” locales para que se rebelen ante lo que llaman “intromisiones arbitrarias” de la Federación. Para evitar riesgos, los gobernadores pactarían con el Senado para evitar que se busque desde Presidencia la desaparición de poderes en sus estados.

Ayer en Los Pinos quedó claro que la ofensiva contra la narcopolítica encontrará resistencias de los estados y que éstos no se inclinarán ante Presidencia. La confrontación puede ser de pronóstico reservado.

NOTAS INDISCRETAS… En Los Pinos afirman que desde el domingo, al terminar el partido, el Presidente se comunicó con el rector de la UNAM, José Narro Robles, y con el entrenador Ricardo Ferreti para felicitarlos por el campeonato. No hay trato distante, dicen, hacia la universidad, aunque no confirman si a los Pumas también los recibirán en la residencia oficial, como a Toluca en enero… Se reponen los dados. Escalera.