Opinion

Hay varias versiones sobre cómo sucedió y qué se dijo. Unos hablan de “disculpas”, otros de “solidaridad”, unos más de “consideración”. En algún medio electrónico se comentó durante la tarde de ayer que “Leonel Godoy ofreció disculpas al presidente Felipe Calderón”, cuando en teoría fue al revés, o no, o quién sabe. El caso es que, según trascendió en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el jefe del Ejecutivo se habría disculpado con el gobernador de Michoacán por el atropello a la soberanía de ese estado que no sólo la denuncian Godoy y los perredistas, sino un consenso de gobernadores del PRI. El Michoacanazo, como se le ha llamado al operativo federal que llevó a la cárcel a 30 funcionarios (cuya situación jurídica se definirá después de las elecciones), reventó la reunión de seguridad de ayer. Reclamos y caras largas. Si en realidad el gobierno federal debe disculparse por errores cometidos, ¿por qué hacerlo con voz tan bajita? Eso es lo que no checa. ¿Hubo disculpa?

El PRD recibió resultados de una encuesta que encargó a Consulta Mitofsky sobre el impacto de la imagen de Andrés Manuel López Obrador en sus campañas. Nos juran que la tienen bajo llave… pero ni tan bien guardada: los resultados ya se filtraron. Realizada entre el 16 y el 20 de mayo, dice que el PRD apenas alcanza 12% de la intención del voto y que se ha ubicado como el partido con mayor rechazo de la ciudadanía. ¿La mejor campaña? 33% dice que la del PSD; 28%, PRI; 22%, PAN, y sólo 13% por la del PRD. El sondeo dice que el presidente Felipe Calderón es ligeramente más conocido que AMLO (apenas un punto porcentual, pero que tiene una opinión favorable de 17%, contra un -22% del tabasqueño).

No todos los legisladores del PAN están de acuerdo con que la Lotería Nacional sea cuota de Elba Esther Gordillo, nos dicen. Hay un creciente rechazo entre diputados y senadores de ese partido a que se entregue a Benjamín González Roaro, ligado al grupo de “la maestra”. Hoy sube a la Comisión Permanente esa discusión, que viene de otra igualmente rasposa para el partido en el gobierno: la del director saliente, Miguel Ángel Jiménez, a quien se acusa de intentar desviar fondos públicos a favor del PAN.

Apunte final: “No me queda ningún remordimiento de conciencia”, dijo Vicente Fox a los reporteros. ¿Y la fuga de Joaquín Guzmán Loera? Pues “lo buscamos, lo perseguimos, lo intentamos regresar a donde debe de estar… Y sin embargo...”. Les dijo que en su gobierno “jamás se violaron derechos humanos, jamás se violó la ley”, y que por eso “camino aquí, en las calles, en cualquier lugar del país”. Lo mejor habría sido que, para confirmar su valentía, organizara un viaje solo, a pie, por calles de Ciudad Juárez, Tijuana, Apatzingán, Badiraguato, Ocampo, Villa Ahumada, Monterrey, etcétera, etcétera, etcétera…