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Dossier Índigo | Ramón Alberto Garza

El Chapo, Forbes, Tello y Calderón

Periodista plural, ético y con sentido humano, Ramón Alberto Garza cuenta con más de treinta años de experiencia en medios de comunicacion ...





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Viernes 20 de marzo de 2009

Reporte Índigo publica hoy el expediente de la fuga de El Chapo Guzmán del penal de alta seguridad de Puente Grande, en Jalisco.

Son los testimoniales de la investigación de Anabel Hernández en torno a la escapatoria de un narcotraficante sentenciado, que ahora aparece como uno de los billonarios de la lista de Forbes.
Ocho años bastaron para que el capo cambiara su número de prisionero por el número 701,  dentro de la muy selecta élite universal del dinero y del poder. Departiendo con Bill Gates, Warren Buffet y Carlos Slim.

Una prueba muy palpable de que también en los gobiernos panistas existe la movilidad social. Haiga sido como haiga sido.

Pero lo que llama la atención del expediente no es la fuga tan conocida. Son los nombres citados dentro de las áreas de responsabilidad que debieron impedirla. Jorge Tello Peón, Alejandro Alegre y Enrique Pérez Rodríguez.

Uno era subsecretario de Seguridad, responsable de reclusorios. Otro había sido director del Cisen en el régimen de Ernesto Zedillo, cuando se dio la primera voz de alerta sobre la posible fuga del capo. Y el tercero era director general de Prevención y Readaptación Social.

Nadie puede señalarlos con índice de fuego. Pero a alguno o a algunos sí se les podrían fincar responsabilidades, incompetencias e incluso negligencias. En la fuga y en la dilación de las investigaciones. Antes y después.

Pero los tres están en activo en el actual régimen. Sirviendo en el gobierno que tiene como principal amenaza de seguridad al capo que se les fugó.

Uno despacha como el superasesor de seguridad en la Presidencia. Otro tiene a su cargo la seguridad del Banco de México. Y el tercero, la delegación de ISSSTE en Veracruz.

Compartimos la indignación del presidente Felipe Calderón sobre la inclusión de El Chapo  en la lista de Forbes. Sobran las preguntas que no resisten la prueba de la ética.

¿Quién calculó esa fortuna? ¿Alguien habló con el capo billonario? ¿Por qué no aparece El Chapo estadounidense? ¿O acaso del otro lado los capos no se hacen ricos? Periodísticamente censurable.

Pero igualmente cuestionable es que aquellos nombres de los funcionarios citados en los expedientes de aquella célebre fuga estén hoy instalados en el actual gobierno. Despachando la seguridad que no nos garantizaron hace ocho años. Intentando combatir al mismo que se les escapó.

Y es que si El Chapo no se les hubiera fugado entonces, hoy nadie se indignaría. Simplemente estaría ausente de la lista de Forbes.

ramonalberto@indigomedia.com



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