Opinion

El comentario, en tono de reclamo, se oye cada vez más fuerte en las cúpulas castrenses: “Nos mandan a una guerra (contra el narco), pero no nos dan los elementos para librarla”. El recrudecimiento de la violencia del narcotráfico, el reciente asesinato de un general y las manifestaciones públicas que en varias ciudades del país piden que salga el Ejército de los estados provocan molestia e indignación en las Fuerzas Armadas.

Si con la ejecución y tortura del general Mauro Enrique Tello, en Cancún, hubo ira y una fuerte reacción interna de generales —porque en principio la Sedena minimizó el asunto con un escueto comunicado, en el que hablaba de “un general retirado”—, con las manifestaciones inducidas por el narco, a través de “encapuchados” que reciben dinero por exigir la salida del Ejército, la molestia castrense se acentúa.

La queja en altos mandos militares es que son enviados a la guerra con muchas “limitantes” para enfrentar a enemigos cada vez más armados y agresivos. Aunque no hablan explícitamente, los comentarios se refieren a los límites que imponen leyes y garantías civiles en un escenario de una guerra cada vez más violenta.

Pero no son militares los que públicamente pidan o propongan la suspensión de garantías en zonas con graves problemas de violencia. Fue más bien un gobernador civil, José Reyes Baeza, de Chihuahua, quien lanzó hace unos meses la petición de decretar “estado de excepción” en su entidad ante la ola de ejecuciones y actos violentos.

Públicamente el presidente Calderón no abordó el tema, pero en privado la petición del mandatario de Chihuahua fue rotundamente rechazada. “No creo que decisiones o esquemas que vulneren garantías civiles y los derechos de los mexicanos sean la solución”, dijo el Presidente en plática en Los Pinos en diciembre pasado.

Sin embargo, hay otra queja de los militares contra el gobierno civil: la limpia en policías locales, estatales o federales ha sido lenta e ineficiente. Tan lenta que el Ejército tomó en sus manos la “limpia”, y en entidades y municipios la Defensa es la que sugiere o aprueba al jefe de la policía, sea a consulta de alcaldes y gobernadores o por “recomendación” de la Sedena.

En diciembre pasado el general Galván citó a los 81 presidentes municipales de Guerrero, y el secretario “recomendó” a cada alcalde quién debía encargarse de la seguridad municipal.

La Sedena tomó el caso Guerrero en sus manos, luego de que el 21 de diciembre aparecieron los cuerpos decapitados de ocho militares en la carretera a Chilpancingo. Lo mismo ocurrió el pasado 9 de febrero cuando, tras la muerte y tortura del general Tello, los militares tomaron la seguridad en Benito Juárez, Quintana Roo, y se encargaron ellos mismos de las investigaciones y de la captura de los presuntos asesinos.

Así que, mientras el narco lanza una ofensiva “social” contra el Ejército, los generales piden “más elementos” para librar la guerra, y el poder civil retrocede ante su ineptitud y deja su mayor responsabilidad a los militares, los ciudadanos tenemos que acostumbrarnos a ver cada vez más uniformes verde olivo patrullando las calles y combatiendo en ellas.

NOTAS INDISCRETAS... Quienes conocen a Diana Pando dicen que la escritora que balconeó a Luis Téllez es de una personalidad compleja. Excelente pluma cuando firma como Fosca Marx, pero también mujer obsesiva en exhibir sus nexos con personajes públicos. Luis Téllez no fue el único seducido —a juzgar por los correos electrónicos que le enviaba— por Diana o por Fosca; otros políticos hay en la lista de Pando. Uno de ellos, comentan, es un ex secretario de Estado, que alguna vez conoció a Fosca y fue tal el acoso que llegó a sentir que pidió a Wilfrido Robledo, ex director de la PFP, que lo “blindara” de las amenazas y llamadas de la señora Marx... Mientras su oficina de prensa vuelve a desmentir rumores de boda, el gobernador mexiquense se da el lujo de inaugurar parques industriales en plena época de recesión. El martes Enrique Peña Nieto encabezó en Cuautitlán el arranque de Park Izcalli, un desarrollo de 80 millones de dólares de la firma ProLogis —líder global en parques industriales—, que contará con cinco naves y 145 mil metros cuadrados. Con esta inversión, dijo el mandatario, se defiende el empleo en momentos de crisis… Tras la intempestiva renuncia de Néstor Martínez, en el IFE ya buscan nuevo vocero. Tres nombres se barajan: el de José Luis Camacho, editor; José Luis Alcudia, director adjunto en la Cancillería, y el periodista Arturo Zárate Vite… Los dados mandan serpiente. Caída libre.