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Mirada al mundo | Paul Krugman

Regalo a los banqueros

Premio Nobel de Economía 2008, considerado entre los economistas más destacados del mundo. Autor de más de 18 libros y columnista estrella d ...





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Pregunta: ¿qué pasa si usted pierde grandes sumas del dinero de otra gente? Respuesta: obtiene un enorme regalo del gobierno federal, pero el presidente dice algunas cosas muy duras sobre usted antes de entregarle el dinero

Jueves 05 de febrero de 2009

¿Estoy siendo injusto? Eso espero. Pero en estos momentos eso parece ser lo que está pasando.

Sólo para ser claro, no estoy hablando del plan de la administración de Obama de apoyar el empleo y la producción con un aumento importante y temporal del gasto federal, que es en gran medida lo correcto. Me refiero, en cambio, a los planes de la administración de implementar un rescate del sistema bancario, los cuales están tomando la forma de un ejercicio clásico de “socialismo al revés”: los contribuyentes cargan con los costos si las cosas salen mal, pero los accionistas y los ejecutivos disfrutan de los beneficios si las cosas salen bien.

Cuando leo las declaraciones recientes sobre política financiera de altos funcionarios de la administración de Obama, siento como si hubiera entrado en un túnel del tiempo, como si fuera todavía 2005, Alan Greenspan siguiera siendo el gran maestro y los banqueros siguieran siendo héroes del capitalismo.

“Tenemos un sistema financiero manejado por accionistas privados, administrado por instituciones privadas, y nos gustaría hacer nuestro mejor esfuerzo para preservar este sistema”, dijo Timothy Geithner, secretario del Tesoro, mientras se prepara para dejar colgados a los contribuyentes con las inmensas pérdidas de ese sistema.

Mientras tanto, una nota de The Washington Post basada en fuentes de la administración informó que Geithner y Lawrence Summers, el principal asesor económico del presidente Obama, “consideran que los gobiernos son malos administradores de bancos”, al contrario, presumiblemente, de los genios del sector privado que se las arreglaron para perder más de un billón de dólares en el espacio de unos cuantos años.

Y este prejuicio a favor del control privado, incluso cuando el gobierno está poniendo todo el dinero, parece estar dando forma a la respuesta de la administración a la crisis financiera.

Algo se debe hacer para apuntalar el sistema financiero. El caos desatado tras el derrumbe de Lehman Brothers mostró que permitir que las instituciones grandes se desmoronen puede ser muy malo para la salud de la economía. Y varias instituciones grandes están peligrosamente cerca del abismo.

Así que los bancos necesitan más capital. En épocas normales, los bancos obtienen capital vendiendo acciones a inversionistas privados, quienes reciben una parte de la propiedad del banco a cambio. Podría pensarse, entonces, que si los bancos actualmente no pueden o no quieren obtener el capital suficiente de inversionistas privados, el gobierno debería de hacer lo que haría un inversionista privado: proporcionar capital a cambio de la propiedad parcial.

Pero las acciones de los bancos valen tan poco en estos días —Citigroup y Bank of America tienen un valor de mercado combinado de 52 mil mdd— que la propiedad no sería parcial: inyectar suficiente dinero de los contribuyentes para que los bancos recuperen la solidez haría que se convirtieran, de hecho, en empresas de propiedad pública.

Mi respuesta a esta posibilidad es: ¿y qué? Si los contribuyentes pagan las cuentas para rescatar a los bancos, ¿por qué no habrían de quedarse con la propiedad, al menos hasta que se puedan encontrar compradores privados? Pero al parecer la administración de Obama se está metiendo en dificultades con tal de evitar este resultado.

Si los reportes noticiosos son correctos, el rescate bancario tendrá dos elementos principales: la compra por parte del gobierno de algunos activos en problemas de los bancos, y garantías contra pérdidas relacionadas con otros activos. Las garantías representarían un gran regalo a los accionistas de los bancos; las compras quizá no, si los precios fueran justos, pero los precios —según The Financial Times— probablemente se basarían en “modelos de valuación” en lugar de en sus niveles de mercado, lo que sugiere que el gobierno estaría haciendo un gran regalo también en este aspecto.

Y a cambio de lo que probablemente será un enorme subsidio a los accionistas, los contribuyentes obtendrían, bueno, nada.

¿Habrá al menos límites a los sueldos ejecutivos, para evitar más de los timos que han indignado a la gente? Obama fustigó las gratificaciones en Wall Street en su más reciente discurso semanal, pero, según The Washington Post, “es probable que la administración se abstenga de imponer restricciones más estrictas a las compensaciones ejecutivas en la mayoría de las firmas que reciban ayuda del gobierno”, debido a que establecer “límites rígidos podría disuadir a las compañías de solicitar ayuda”. Esto sugiere que las duras palabras de Obama son sólo un espectáculo.

Entre tanto, la cultura del exceso de Wall Street aparentemente apenas fue afectada por la crisis. “Digamos que soy banquero y generé 30 mdd. Debería obtener parte de eso”, dijo un funcionario de la banca a The New York Times. ¿Y si es banquero y destruyó 30 mil mdd. ¡El Tío Sam al rescate!

En este caso hay más en juego que la justicia, aunque también es muy importante. Salvar a la economía será muy costoso: el plan de estímulo de 800 mil mdd probablemente es sólo un enganche, y rescatar al sistema financiero, incluso si se hace correctamente, va a costar cientos de miles de millones de dólares más. No podemos darnos el lujo de derrochar el dinero entregando un torrente de recursos a los bancos y sus ejecutivos, simplemente para preservar la ilusión de que son propiedad privada.



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