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México y el mundo | Juan María Alponte

Memoriales sobre Lucas Alamán y la Concordia

Profesor titular de la FCPyS de la UNAM, escritor y periodista. Ha colaborado en periódicos y revistas nacionales e internacionales. Ha escri ...




Al leer las crónicas de Guillermo Prieto (1818-1897) que las popularizó con el seudónimo de Fidel, recuperé la memoria de las guerras civiles

Domingo 01 de febrero de 2009

Al leer las crónicas de Guillermo Prieto (1818-1897) que las popularizó con el seudónimo de Fidel, recuperé la memoria de las guerras civiles. Los destierros y prisiones del liberal reformador ilustran, con ironía, los desastres. Sus apuntes de las prisiones y del modo de administrar la justicia sobrecogen. Ayer y hoy. Adversario ideológico de Lucas Alamán, canciller mexicano en cuatro ocasiones y, en total, cuatro años y siete meses en distintos regímenes. Alamán continúa siendo una figura que convoca, sin más, rechazo. La concordia inteligente, como en el caso de Gregorio Prieto, invita a la meditación. El retrato que hace de Alamán impresiona.

Véase: “Alamán, tenaz en sus opiniones, las proclamaba sin embozo. Cuando alguno se quejaba de los gobernadores u otras lacras federativas (de aquellos y de aquellas, bien entendido, que hay gente suspicaz) decía, burlón: ‘Tú lo quisiste, Padre Mostén, tú lo quisiste, tú te la ten’…”. Prieto: “A pesar de las prevenciones que engendraron contra este hombre los odios de partido… la superioridad de Alamán era tan incontestable que se hacía respetar y estimar de cualquiera de cuantos le trataban. En lo privado, la palabra del señor Alamán era testigo de los más importantes sucesos de nuestro país (1792-1853), sus conversaciones eran romances, anécdotas, galerías de cuadros que esclavizaban la atención.

Su memoria prodigiosa”. Añade: “Partidario tal vez exaltado, combatí al señor Alamán y aborrecía, como hoy, sus opiniones: al hombre lo respeté y su memoria hace humedecer mis ojos, porque lo quise con ternura”. Prosigue: “Las afecciones que había creado Alamán con moderados y aún con los purillos; sus desengaños, tal vez sus escarmientos, le hacían aborrecer la persecución, y si él hubiera permanecido en el gobierno, sin duda alguna no amontona tantas víctimas el rencor de las medianías que rodeaban a Santa Anna”.

Ese inteligente talante no prevalece siempre en los juicios porque guste o no, en pro o en contra, todos los interesados realmente en la historia tenemos, críticamente, que acudir a sus tomos de la historia de México. La UNAM, siempre la UNAM como testimonio de la pluralidad cultural, publicó un tomito (Lucas Alamán, Semblanzas e Ideario) en 1999, que posee un prólogo verdaderamente notable sobre la vida y obra de Lucas Alamán. Me refiero al texto de Arturo Arnaíz y Freg que asume la ejemplar crítica convivencial de “Fidel”. Dice: “… Quiso que sus libros tuvieran un matiz de altanera imparcialidad, y le pareció conveniente aplicarse la frase de Edmund Burke: ‘Ningún odio verdadero o vehemente, se ha encendido en mi pecho, sino contra todo lo que he considerado como tiranía’…”. Rescata, prologuista inteligente, la obra y el esfuerzo “aunque, a pesar de su talento, no logró quitar de sus libros un enérgico acento polémico”. Alamán: “Que en el transcurso del tiempo y la variación de las circunstancias permiten imparcialidad; pero se empeñó en relatar sucesos que tuvo demasiado cercanos…”.

Una visión generosa y lúcida de ver el problema. Me parece que textos semejantes permiten y posibilitan integrar, en la memoria colectiva, a todos. En el tomo Cancilleres de México (colección editada por la SRE de México), Patricia Galena asume la biografía de Alamán como canciller desde el inicio de sus funciones. Consideró que era preciso e indispensable definir las fronteras de México en el norte porque asumía la expansión estadounidense. Texto, el de Galena, para acercarnos, también, de otra manera —que debe estar regida por la inteligencia crítica y no por el odio de los partidos— a las actividades de Alamán como responsable de las Relaciones de México en una época crispada. Lecciones para hoy.



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