Opinion

En círculos panistas se afirma que pronto el presidente Felipe Calderón podría hacer ajustes en su gabinete, y que los cambios serán en el área de seguridad y procuración de justicia. Se afirma que quienes estarían haciendo maletas son Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna. Se habla, incluso, de personajes que llegarían, uno de ellos, el general Rafael Macedo de la Concha, quien fuera procurador general de la República en el gobierno de Vicente Fox. Le versión que corre en el PAN es que los salientes tendrían cobijo en el partido para incorporarlos en su bancada en la Cámara de Diputados. Los que saldrían estuvieron el sábado en Los Pinos, en una reunión que sostuvo Calderón con su gabinete legal.

Todo parece que en esta semana el PRD será noticia, primero por los esfuerzos desbordados de su dirigencia por mantener en sus filas a Andrés Manuel López Obrador, a quien le abrirán espacios para colocar a sus candidatos, y luego por el “juicio” que se emprenderá en contra de Ricardo Monreal, por abandonar la bancada perredista en el Senado para sumarse a la del PT. El miércoles se reúne la Comisión Política Nacional del PRD, donde se prevé habrá acusaciones serias contra el ex gobernador de Zacatecas. Aunque no quieran, esto podría generar un nuevo distanciamiento del tabasqueño, ya que Monreal Ávila es uno de sus hombres cercanos y contrapeso a la dirigencia de Jesús Ortega. El asunto llama la atención, ya que el Consejo Nacional había determinado echar a los militantes que apoyen las causas de otros partidos.

Quien reapareció fue el subcomandante Marcos. Además de que se le echó al cuello al presidente Calderón, lo hizo también contra Marcelo Ebrard y López Obrador, a quien lo menos que le dijo fue “intolerante” y “sectario”. El tabasqueño, quien responde a todo, se quedó callado y no le devolvió el golpe. Extraño, ¿no?

El caso de la desaparición en diciembre pasado del experto estadounidense en negociación de secuestros, Félix Batista, en Saltillo, sigue creciendo. Funcionarios del FBI hacen ya sus propias pesquisas del asunto y comenzaron a intercambiar información con las autoridades judiciales de Coahuila. El procurador de Justicia, Jesús Torres, aceptó que existe comunicación con esta oficina federal de Estados Unidos. Aunque hay silencio, en la embajada no pierden de vista el asunto, nos aseguran. Hasta el momento consideran el caso de Batista como desaparición y no como secuestro.

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