Opinion

El partido de los plutócratas fue reempaquetado como el partido de la “mayoría silenciosa”, los tipos comunes —los tipos blancos, olvidó aclarar— a los que no les gustaban los cambios sociales que estaban en marcha.

Fue una fórmula ganadora. Y lo mejor era que el nuevo paquete no requería ningún cambio en el contenido real del producto; de hecho, el llamado Viejo Gran Partido pudo seguir ganando elecciones aunque sus políticas reales se volvieron más favorables a la plutocracia, y menos favorables para los trabajadores estadounidenses, que nunca.

La estrategia de John McCain en este tramo final se basa en la creencia de que esa vieja fórmula aún conserva algo de vida.

En consecuencia, vemos a Sarah Palin expresando su alegría al visitar partes “proestadounidenses” del país; claro, todos somos traidores aquí en el centro de Nueva Jersey. Entre tanto, McCain ha convertido a Samuel J. Wurzelbacher, alias Joe el Plomero —que confrontó a Barack Obama durante la campaña acusándolo de que aumentaría los impuestos— en la pieza central de su ataque contra las propuestas económicas de Obama.

Y cuando resultó que el nuevo ícono de la derecha tiene algunos problemillas, como carecer de licencia para su oficio y comparar a Obama con el cantante Sammy Davis Jr., los conservadores se hicieron las víctimas: ¿ven cuánto odian a la gente común esos estirados de la élite?

¿Pero qué le está pasando realmente a los plomeros de Ohio, y a los trabajadores estadounidenses en general?

Primero que nada, no están ganando mucho dinero. Quizá recuerde que en uno de los primeros debates de los demócratas Charles Gibson, de la cadena ABC, sugirió que 200 mil dólares al año era un ingreso de clase media. Dígaselo a los plomeros de Ohio: de acuerdo con un reporte sobre ingresos por ocupación de la Oficina de Estadísticas Laborales divulgado en mayo de 2007, el ingreso promedio anual de “plomeros, fontaneros y especialistas en aire acondicionado” en Ohio era de 47 mil 930 dólares.

Segundo, sus ingresos reales se han estancado o disminuido, incluso en años supuestamente buenos. La administración Bush nos aseguró que la economía estaba boyante en 2007, pero el ingreso promedio de los plomeros de Ohio en ese reporte de 2007 fue apenas 15.5% más alto que en el informe de 2000, lo cual fue insuficiente para seguirle el ritmo al aumento de 17.7% en los precios al consumidor registrado en el medio oeste del país. Y lo que le sucedió a los plomeros de Ohio le sucedió a la nación: el ingreso medio por hogar, ajustado a la inflación, fue inferior en 2007 al nivel observado en 2000.

Tercero, los plomeros de Ohio han sufrido cada vez más problemas para obtener seguro médico, especialmente si, como muchos trabajadores manuales, son empleados por firmas pequeñas. De acuerdo con la Fundación Kaiser, en 2007 solamente 45% de las compañías con menos de 10 empleados proporcionaron a éstos prestaciones de salud, a la baja respecto de 57% observado en 2000.

Y tenga en mente que todos estos datos corresponden a 2007, que fue el mejor de los últimos años. Ahora que el “boom de Bush”, si alguna vez lo fue, ha terminado, podemos ver que logró una distinción funesta: por primera vez desde que se llevan registros, una expansión económica fue incapaz de elevar los ingresos de la mayoría de los estadounidenses por arriba de su marca anterior.

Desde entonces, claro, las cosas han ido rápidamente cuesta abajo, al tiempo que millones de estadounidenses trabajadores han perdido sus trabajos y sus casas. Y todos los indicadores sugieren que las cosas se pondrán mucho peor en los próximos meses y años.

¿Qué dice entonces todo esto de los candidatos? ¿Quién está defendiendo realmente a los plomeros de Ohio?

McCain afirma que las políticas de Obama provocarían un desastre económico. Pero las políticas del presidente Bush ya nos han conducido al desastre y, diga lo que diga, McCain propone continuar las políticas de Bush en todos los aspectos esenciales, además de que comparte la filosofía antirregulatoria y antigobierno de Bush.

¿Y qué hay de la afirmación, basada en la queja de Joe el Plomero, de que los estadounidenses ordinarios enfrentarían impuestos más altos en un gobierno de Obama? Bueno, Obama propone aumentar los impuestos sólo a los dos segmentos de ingresos más altos de la sociedad, y el segundo segmento más alto de ingresos para un jefe de familia empieza en el nivel, después de deducciones, de 182 mil 400 dólares al año.

Probablemente hay por ahí plomeros que ganan tanto, o que podrían terminar siendo perjudicados por las propuestas de Obama de aumentar ligeramente los impuestos sobre dividendos y ganancias de capital; Estados Unidos es un país grande y quizá por ahí en alguna parte hay un plomero de altos ingresos con un enorme portafolio en la bolsa de valores. Pero el plomero promedio pagaría menos impuestos, no más, en una administración de Obama, y tendría mucho más probabilidades de obtener un seguro médico.

No quiero sugerir que todos estarían mejor con el plan fiscal de Obama. Joe el Plomero casi con seguridad estaría mejor, pero Richie el gerente del fondo de cobertura recibiría un duro golpe.

Pero ésa es la cuestión. Sea lo que sea el partido republicano hoy, no es el partido de los trabajadores estadounidenses. (Traducción: Gregorio Narváez)