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Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto

La espera de Felipe

Autor de la columna “Serpientes y Escaleras”, Salvador García Soto es uno de los periodistas críticos con amplia presencia en los medios ...

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Aunque no puede hablarse de una “reforma calderonista”, fue el Presidente quien llevó el tema al Congreso y en Los Pinos querrán ver en esto un triunfo político

Martes 21 de octubre de 2008

En los primeros meses de 2004, en una reunión social, le preguntamos a un alegre Felipe Calderón: “¿Cómo va la reforma energética, Felipe, para cuándo?”. El entonces secretario de Energía respondió a bote pronto: “Pues mira, mano, a mí me dijeron que esperara a que saliera primero la reforma fiscal... y yo sigo esperando”.

Cuatro años después, ya como Presidente, la espera terminó para Calderón. Aunque lo que terminará por aprobarse hoy en el Senado no puede considerarse “la gran reforma energética” (si acaso una “minirreforma”), y ni siquiera puede hablarse propiamente de una “reforma calderonista” —porque a la iniciativa presidencial le cambiaron hasta el modito—, fue finalmente el jefe del Ejecutivo quien llevó el tema a discusión al Congreso y en Los Pinos querrán ver en esto un triunfo político del Presidente.

Pero antes de cualquier celebración, tendrán que lidiar con su principal opositor que, como era de esperarse, no se conformará con que se haya modificado totalmente la iniciativa original de Calderón y está listo para volver a lo suyo: la protesta callejera. Para Andrés Manuel López Obrador y su “resistencia” no fue suficiente que en los cambios se incluyeran casi todas las propuestas del PRD y el FAP, o que los senadores perredistas participaran en la redacción final y en las negociaciones con el PRI y el PAN, que arrojaron algunos dictámenes de unanimidad y otros de consenso.

Desde el Hemiciclo a Juárez, donde citó a sus seguidores, Andrés Manuel seguirá hoy la votación en el Senado y todos dan por hecho que iniciará plantones y bloqueos en el primer cuadro de la ciudad para “resistir” las leyes energéticas y petroleras que, paradójicamente, aprobó y en parte elaboró su mismo partido.

En Los Pinos le apuestan a una convocatoria no muy nutrida y al desgaste inmediato que el anuncio de los plantones le traerá al tabasqueño y a su movimiento por el antecedente del largo y cuestionado plantón de Reforma en 2006. Dudan que, más allá de su núcleo duro de seguidores —claramente medido en sus últimas movilizaciones— la protesta lopezobradorista logre un respaldo ciudadano, y prevén que la fractura del PRD y del FAP en la votación de las reformas reste fuerza a la “resistencia civil”.

Y si en Los Pinos se preparan para lo que hoy empieza, en el Senado también toman previsiones. Además del tema energético, en la agenda de los senadores están para los próximos días la votación de la Ley de Ingresos y las reformas en seguridad pública, así es que la Mesa Directiva senatorial ha tomado medidas; para empezar, desde el viernes se multiplicó la presencia de elementos de la Policía Federal Preventiva para resguardar tanto la sede de Xicoténcatl como los salones de Donceles y la Torre del Caballito.

El PRI y el PAN tienen ubicado a Ricardo Monreal como el senador que encabezará las acciones de resistencia que les indique López Obrador, y en previsión de la anunciada toma de la tribuna, el piso cinco de la Torre del Caballito está listo nuevamente para ser la sede alterna y poder sesionar ahí para sacar las reformas mencionadas.

En el PAN, el coordinador Gustavo Madero ordenó a los senadores blanquiazules “no salir de la ciudad” y por ninguna razón faltar a la sesión de este martes, mientras en el PRI están citados a una plenaria previa a la sesión en la que les indicarán cómo actuar si se concretan las tomas del recinto parlamentario.

Inicia la cuenta regresiva. El debate será una reedición de lo que hemos visto los mexicanos a partir de 2006: “resistencia callejera” vs “democracia y mayorías institucionales”. Mientras vemos quién puede más, para Calderón terminaron años de espera para ver aprobada en el Congreso una reforma energética, o algo que se le parece.

NOTAS INDISCRETAS... La designación de Jorge Tello Peón como asesor presidencial en seguridad nacional puede leerse de dos maneras. La oficial dice que el experto fue nombrado para resolver el grave problema de descoordinación, filtraciones y pugnas internas que se daban entre las áreas responsables de la seguridad, léase PGR, SSP o Cisen. La otra lectura sostiene que el colmilludo y experimentado policía de la época priísta vuelve —tras meses de insistencia de Los Pinos— por la ineptitud e incapacidad mostrada por los Medina Mora, los García Luna o los Valdés, a quienes el Presidente les baja el perfil y les pone “ultimátum” porque ahora el mando real en la política de seguridad lo tendrá Tello Peón, de quien por cierto varios de ellos fueron alumnos, aunque no muy destacados. ¿Usted con cuál se queda?... Los dados mandan serpiente. Tiramos de nuevo.



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