Opinion

Los guateques del PRI por sus victorias electorales están por acabarse y podrían terminar en una campal, que dejará golpes, raspones y fracturas. Los priístas han ganado elecciones en Guerrero y Coahuila, y van por Hidalgo. Todo ha sido armonía, pero en tierras potosinas ha comenzado un intenso golpeteo. Mire usted, los aspirantes Carlos Jiménez Macías, José Luis Romero Calzada y Juan Carlos Machinena Morales conformaron un bloque de unidad y exigieron que Beatriz Paredes destituya al líder estatal, Adolfo Micalco Méndez, por ciertos favoritismos hacia Jesús Ramírez Stabros. Llevan varias semanas peleando por la candidatura al gobierno estatal y comiendo enchiladas potosinas.

El consulado de México en Miami va a resentir el buen danzón que bailaron los gobiernos mexicano y cubano en la visita del canciller Felipe Pérez Roque al DF. Don Felipe dijo, por cierto, que hoy todo está arreglado, luego de que “las relaciones estuvieron a punto de romperse”. Nos comentan que aquellos que son calificados por La Habana como la “mafia cubana” estarán pegando de gritos por la excelente recepción del gobierno de Felipe Calderón al enviado de Raúl Castro. Cada vez que sucede un acto encaminado al mejoramiento de los vínculos, los cubano-americanos se apersonan en la representación mexicana para hacer una gran cháchara.

Otro tema en la mesa del encuentro México-Cuba podría poner los pelos de punta en la relación con Washington. Se trata de la declaración conjunta en contra de la política migratoria (pies secos) de Estados Unidos, que hace propicia la migración de isleños por territorio mexicano. El contexto no es de lo más propicio para la parte mexicana. ¿Por qué razón? La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, llega el miércoles a Puerto Vallarta para tener una reunión con la canciller Patricia Espinosa. Con todo este ajetreo diplomático, México quedó atrapado entre el congrí cubano y las hamburguesas estadounidenses.

Hay una lupa puesta en el Tribunal Electoral por el caso de las multas millonarias que impuso el IFE a los partidos políticos, producto de irregularidades en los comicios de 2006. Desde la oficina del consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, se mira con detenimiento el trabajo de los magistrados y la ruta que puedan seguir por las sanciones al PRD y al PAN, principalmente ahora que una encuesta muy seria arroja que la sociedad está de acuerdo con las penas aplicadas.