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Itinerario Político | Ricardo Alemán

Will: ¿quién miente; por qué?

Nació en la ciudad de México en 1955 e inició en 1980 su carrera profesional como reportero del diario "A.M." de León Guanajuato. Ha trabaj ...

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En una democracia real —sin las fallas de la mexicana—, nadie habría aceptado conclusiones oficiales, radicalmente opuestas, sobre un crimen como el del periodista Bradley Will

Lunes 20 de octubre de 2008

La indagatoria más seria es de la CNDH, que impugna fuerte a la PGR

¿Por qué Medina Mora solapa a responsables? ¿Busca sostener a Ulises?

En una democracia real —sin las fallas de la mexicana—, nadie habría aceptado conclusiones oficiales, radicalmente opuestas, sobre un crimen como el del periodista Bradley Will. ¿De qué hablamos?

Poca cosa. Resulta que sobre la muerte del camarógrafo de origen estadounidense, la PGR sostiene que fue asesinado por integrantes de la APPO —prácticamente a quemarropa—, en tanto que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos asegura que fue ultimado por policías de Oaxaca, en fuego cruzado, a causa de dos disparos que salieron de la misma arma, a una distancia de entre 30 y 40 metros. ¿A quién le vamos a creer?

Queda claro que una de las dos instituciones miente. ¿Quién, entre la PGR y la CNDH, pretende engañar a la opinión pública? Pero no son todas las interrogantes. ¿Por qué la PGR y/o la CNDH intentarían engañar a los ciudadanos en general? ¿Por qué una de las dos intenta hacernos tragar monumentales ruedas de molino que mueven la duda razonable sobre la credibilidad y la eficacia de ambas partes? ¿A quién pretenden exonerar?, por un lado. ¿Y a quién intentan inculpar?, por el otro. ¿Por qué, cómo es posible que la ciencia forense arroje dos resultados totalmente opuestos?

Las ciencias exactas no mienten, no engañan. La física, la química y las matemáticas —entre otras materias que soportan la ciencia forense— no responden a ideología, a color partidista y menos a intentos de exonerar y/o inculpar deliberadamente. Pero la ciencia forense sí puede ser manipulada. Y ése parece ser el caso. ¿Quién… por qué… para qué?

Como todos saben, el 27 de octubre de 2006 resultó muerto el camarógrafo Brad- ley Will, en un fuego cruzado entre integrantes de la APPO y policías de Santa Lucía del Camino —conurbado a la capital de Oaxaca—, en el momento más candente de la virtual guerra civil del appismo con el gobierno estatal. El crimen, aún impune, catalizó la respuesta del Estado, que al final contuvo el conflicto.

A partir de ese 27 de octubre de 2006 el gobierno de Oaxaca se apresuró a montar una supuesta investigación —que no resiste el mínimo rigor científico—, y concluyó que Bradley Will fue asesinado por sus propios compañeros de la APPO. Por supuesto que pocos creyeron la hipótesis, entre muchas otras cosas, porque nadie le cree a Ulises Ruiz.

Entonces la PGR atrajo la investigación —a través de la Fiscalía Especial de Delitos contra Periodistas—, en tanto que la CNDH también intervino para realizar su propia indagatoria. Desde entonces aquí hemos seguido el caso, y el 26 de mayo de 2008 adelantamos lo que sería la conclusión de la PGR. Así titulamos el Itinerario Político de esa fecha: “¿De la APPO el asesinato de Bradley Will?”

La interrogante era obligada, ya que se trataba de la versión de una de las partes. Básicamente adelantamos lo que el pasado jueves 16 de octubre confirmó la PGR; que según la investigación federal —a través de la Fiscalía Especial—, el periodista Will había sido asesinado por uno de sus compañeros de la APPO. La PGR que había detenido al presunto criminal. La versión oficial de la PGR resultó severamente impugnada, no sólo por los abogados y la familia de Will, sino por la CNDH.

En el Itinerario Político del domingo 28 de septiembre —titulado: “Oaxaca, policías criminales”—, adelantamos que el viernes 26 la CNDH envió al gobierno y Congreso de Oaxaca, y a la PGR, su recomendación sobre el crimen de Bradley Will —a partir de una investigación de ciencia forense—, en la que no sólo derrumba la investigación del gobierno de Ulises Ruiz, al que acusa de actuar de manera “ilegal, deshonesta, ineficaz y parcial”, para “desviar la atención sobre los responsables del crimen”, y también acusa de poco serio el trabajo de la PGR.

Y es que la CNDH también contradice de manera radical la investigación de la PGR —la versión de que Will fue asesinado por sus compañeros de la APPO—, y le advierte a su titular, Eduardo Medina Mora, que “tampoco proporciona una conclusión contundente sobre cómo sucedieron los hechos, respecto de las circunstancias en que Will recibió el segundo disparo y la distancia a la que se realizaron los disparos que le ocasionaron la muerte”.

¿Quién miente? ¿La PGR o la CNDH? ¿Por qué una de las dos nos pretende engañar? ¿Quién pretende solapar a los presuntos responsables? ¿Quién intenta inculpar a presuntos inocentes?

Desde el crimen de Will, Itinerario Político accedió a las indagatorias de Oaxaca, la PGR y la respectiva de la CNDH. Y sin duda la más seria es la de CNDH. La duda es otra. ¿Por qué razón Eduardo Medina Mora intenta solapar a los criminales de Will? ¿Es para sostener a Ulises Ruiz? Al tiempo.



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