Opinion

Ver juntos al Presidente y al jefe del GDF sólo ha sido posible una vez, en la firma del Acuerdo de Seguridad. La bisagra entre ellos es Peña Nieto

Igual que ocurre en los triángulos amorosos, donde dominan las pasiones, en este triángulo político también hay apasionamientos, diferencias y algunas coincidencias. Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard forman esta triangular relación marcada por encuentros y desencuentros.

Como sucede en triunviratos pasionales, rara vez se ve juntos a los tres. Más bien se encuentran dos de ellos a la vez y hay un tercero que funciona como bisagra entre los dos rivales. El Presidente, el gobernador del estado de México y el jefe del GDF comparten una peculiar relación política que reproduce la dinámica de alianzas, juego de fuerzas y distanciamientos entre los tres principales partidos políticos.

Es común, por ejemplo, ver juntos al Presidente y al gobernador mexiquense. En 24 meses de gestión, Calderón ha visitado en 27 ocasiones el estado de México en giras de trabajo en las que lo acompaña Peña Nieto. Fotografías, reconocimientos y elogios mutuos suelen verse en las visitas presidenciales a la entidad mexiquense, que es, con mucho y por encima de cualquier otro estado, incluidos todos lo que gobierna el PAN, la más visitada por Felipe Calderón.

Pero también es frecuente ver encuentros, giras y reuniones entre Marcelo Ebrard y Peña Nieto. Ya sea en Naucalpan, Toluca o en el Palacio del Ayuntamiento del DF, el gobernador y el jefe de Gobierno, que comparten la problemática zona conurbada del valle de México, se han reunido más de 20 veces.

También en los encuentros Peña-Ebrard son cotidianos los gestos de cortesía y reconocimiento mutuo. Hace unos días, Marcelo fue invitado al informe de Enrique en Toluca —“vine a acompañar a mi amigo”, dijo a los periodistas—, y el próximo miércoles está confirmado que el mexiquense corresponderá al gesto con su presencia en la ALDF, donde el jefe de Gobierno rendirá su segundo informe.

Eso sí, ver juntos al Presidente y al jefe de Gobierno sólo ha sido posible una vez, el 21 de agosto pasado en la firma del Acuerdo de Seguridad en Palacio Nacional, pero de lejos y sin que siquiera se dirigieran el saludo.

La bisagra entre ellos es Peña Nieto quien, al llevarse y trabajar sin problemas con los dos, saca la mejor parte del triunvirato: aparecer como el conciliador y como el político capaz de trabajar y mantener relaciones civilizadas con adversarios de distintos signos, mientras éstos no se pueden ver entre ellos. El mexiquense es, se diría coloquialmente, el “ganón” del triángulo.

EL TESORO DE ACAPULCO

La batalla por Acapulco entra en su recta final. Y como en los tiempos de la Colonia, cuando el puerto del Pacífico era asediado por piratas que querían quedarse con tesoros y mercancías que guardaba la ciudad, ahora también la disputa es a muerte. Igual que entonces, hay bucaneros, piratas y filibusteros, sólo que en vez de barcos y cañones se pelea con sus partidos, con encuestas y spots televisivos.

A 20 días de que se renueve la alcaldía del puerto, se desató una guerra de encuestas y según la firma varía el candidato que puntea. Parametría, por ejemplo, da tres puntos arriba a Gloria Sierra, la perredista; Demotecnia, en cambio, dice que el priísta Manuel Añorve lleva tres puntos de ventaja. Consulta Mitowsky, el Gabinete de Comunicación Estratégica y la Universidad de Guerrero, por su parte, otorgan ventaja al abanderado de Convergencia, Luis Walton, con porcentajes de cuatro a seis puntos. La media de todas esas encuestas arroja que la de Acapulco es una elección empatada a tres tercios, donde la disputa fuerte es entre el PRI y Convergencia, con un PRD que puede perder el gobierno municipal y un PAN que simplemente no pinta en esa elección.

Y también, como ocurría en la Colonia, las riquezas acapulqueñas han atraído forasteros. Ya fue la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, a mandar una amenaza a los priístas locales. “Los traidores que apoyen a otros partidos, serán expulsados del PRI”, dijo Beatriz, en un mensaje a grupos priístas que se fueron a la campaña de Walton, inconformes con la integración de las listas para diputados y la planilla integrada por Añorve para el gobierno municipal.

Los perredistas también se dividieron e igual hubo grupos que fueron a apoyar al candidato de Convergencia, pero la fractura perredista escaló al ámbito nacional. El CEN del PRD, controlado por Nueva Izquierda, analiza integrar una denuncia interna a Ricardo Monreal, a quien acusan de apoyar al candidato de Convergencia. Los Chuchos dicen tener “fotos” del senador Monreal en actos del empresario Walton y llevarán el caso a los órganos internos del partido.

No sería la primera vez que a Monreal lo acusan de “traición. Lo acusaron hace unos meses por apoyar al candidato del PT en Fresnillo, su hermano David Monreal. Sólo que en aquella ocasión el senador le ganó a la dirigencia de su partido una demanda en el TEPJF. Antes de volver a acusarlo de lo mismo, sería mejor que Guadalupe Acosta revisará bien aquella sentencia de los magistrados, no sea que se lleve un frentazo.

NOTAS INDISCRETAS... Discreta, sencilla, pero, eso sí, alegre y emocionada, se vio a Margarita Zavala el jueves pasado en el concierto de Juan Gabriel en el Auditorio Nacional. Muy lejos de los desplantes y el protagonismo de su antecesora, la esposa del presidente Calderón coreaba con un grupo de amigas las canciones del llamado Divo de Juárez. Llegó empezado el concierto y se fue un poco antes. “Ay, disculpe señora”, le dijo a una persona a la que piso accidentalmente. Ni duda que la clase se trae, no la da el poder… El PRI en el Senado detonará, pasando las fiestas patrias, una bomba por el envío de cartas del Presidente a los beneficiarios de programas sociales del gobierno federal. En una reunión privada de comisiones, en la que se analiza el Informe presidencial, los priístas comandados por Manlio Fabio Beltrones se quejaron del “uso partidista electorero” que se hizo de los padrones de los programas sociales y anunciaron que demandarán el esclarecimiento de este hecho “que se buscó justificar —dijeron— con la publicación de un decreto en el Diario Oficial del 28 de agosto”; sólo que para esa fecha las cartas ya habían sido enviadas, utilizando la infraestructura del Servicio Postal Mexicano. Y dicen que en la investigación que pedirá el PRI saldrá involucrada Purificación Carpinteyro, la ex directora del Sepomex, y quien, tal vez por los “servicios prestados”, fue premiada y desde hace unos días es flamante subsecretaria de Comunicaciones y Transportes… Los dados terminan agotados. Escalera para el puente.