Inician celulares y SSP contactos para crear base de datos y la confidencialidad primer riesgo a la vista
Nació en la Ciudad de México. Estudió Economía en la UNAM y ha sido periodista desde hace 35 años. Ha tomado innumerables cursos de especi ...
Más de Alberto AguilarViernes 05 de septiembre de 2008
NO ES UN secreto el crecimiento que ha mostrado en los últimos años la telefonía celular, tanto aquí como en el mundo.
Sólo en 2007 se vendieron en el planeta mil 150 millones de aparatos de empresas como Nokia que lleva aquí Francisco Lorenzo y que tiene 38 por ciento del mercado, Samsung de Ricardo Dávalos y Motorola de Gustavo Antonetti que compiten por el segundo sitio con 14 por ciento cada una, Sony Ericcson de Andrés Giesemann 9 por ciento y LG a cargo de Alejandro Rodríguez 7 por ciento.
En México se ha crecido a más del 20 por ciento en los últimos 5 años y se está en 73 millones de líneas, de las cuales 80 por ciento son prepago y el resto pospago, o sea de planes.
El líder absoluto en ese negocio es Telcel que lleva Daniel Hajj con 76 por ciento, seguido de MoviStar que preside Francisco Gil Díaz con 17 por ciento y Iusacell-Unefon que encabeza Gustavo Guzmán con 7 por ciento.
El teléfono móvil ha suplido en países como México el menor avance de la telefonía fija y ha democratizado las telecomunicaciones pues todavía en los 90’s sólo aquellos con poder de compra accedían a ese servicio.
En los últimos días con el grave problema de inseguridad, los celulares están en el ojo del huracán, ya que se pretende que las compañías realicen un registro de los aparatos y líneas que ofrecen en el mercado.
No es un tema ocioso, considerando que muchos de los actos delictivos se realizan con el soporte de la telefonía celular.
En los últimos 3 o 4 años se sabe fehacientemente que desde los penales los reclusos realizan extorsiones con celulares.
En Europa y no se diga EU, toda comunicación telefónica de los presos está controlada y por supuesto hay inhibidores de frecuencias para celulares, puesto que es sabido que los delincuentes dirigen a sus bandas por esa vía.
De ahí la importancia de la propuesta de elaborar un registro de toda la clientela, incluidos los de tarjeta.
Es de esperar que ésta junto con otras medidas, se concreten pronto, para acotar los secuestros que han crecido de manera denodada, desbordando a la administración de Felipe Calderón y a gestiones como la de Marcelo Ebrard y Enrique Peña Nieto, si se considera que DF y Edomex puntean en esos delitos.
Por lo pronto le adelanto que ya comenzaron algunos acercamientos de las telefónicas con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que lleva Genaro García Luna.
De parte de las compañías celulares hay plena voluntad, pero el asunto como imaginará tiene sus bemoles, si consideramos que unas 60 millones de líneas son prepagadas.
Habrá que trabajar fuerte para subsanar el tema, y claro que deberán establecerse plazos para armar esa base de datos y comenzar a registrar los enlaces de esos celulares, lo que hoy no se realiza, a diferencia de los que están en pospago.
En la UE justo en octubre arrancará un proceso similar de cara a una nueva ley de terrorismo y se dieron dos años para armar el padrón y las reglas.
Aquí uno de los grandes problemas que ya aparecieron es la confidencialidad de ese registro. Imagine los riesgos que habría de que los mismos se entreguen a la policía con la sabida corrupción interna.
Las telefónicas pretenden reservar esa base de datos y entregarla al Poder Judicial, salvándose algunas restricciones o candados. De antemano se habla por ejemplo de órdenes específicas de un juez.
Obviamente es una discusión que apenas comienza y lo deseable es apuntalar la regulación de un negocio en el que el vértigo tecnológico rebasó por mucho a la normatividad.
Y EN EL tema de la venta de Cinemex que dirige Alma Rosa García Puig ya en proceso vía el Credit Suisse de Héctor Grisi, además de Germán Larrea que hasta ahora aparece como el favorito para acrecentar el tamaño de su negocio MMCinemas en el que está con los fondos Southern Cross y Morgan Stanley Investment que lleva Edgard Legaspi, tampoco habría que descartar a Cinemark de Roberto Jenkins, firma que se ha quedado rezagada con poco más de 300 pantallas. La estadounidense podría tener en Cinemex una de las pocas oportunidades para ganar terreno aquí. El otro de los que podría interesarse es Cinépolis de Alejandro Ramírez con posibles dificultades para obtener el aval de la CFC y se menciona también a Miguel Angel Dávila, fundador de esa compañía en venta. Cinemex es propiedad de Bain Capital y los fondos Spectrum Equity y Carlyle Group.
A ESTAS ALTURAS es público que Aeroméxico que preside José Luis Barraza y Mexicana de Gastón Azcárraga han tenido contactos para retomar el manoseado tema de una fusión. Bajo esa óptica para ellos, la salida del mercado de Aerocalifornia de Raúl Antonio Aréchiga no es la mejor noticia, puesto que algo se incrementará su participación. Claro que por el momento financiero que vive esa industria todo lo que ganen los actores que permanecen, es oro molido. La misma circunstancia opera para Aviacsa de Eduardo Morales, cuyo derrotero pende de un amparo. Su quiebra tampoco abonaría mucho a la consolidación de las dos grandes. Se sabe además de los obstáculos de la CFC de Eduardo Pérez Motta y el mismo Senado. No es un tema fácil y ambas aerolíneas lo saben. En el caso de Aeroméxico que lleva Andrés Conesa le adelanto que varios de sus inversionistas no ven con malos ojos esa posibilidad, aunque su interés es fusionar más que ser fusionados. Los nuevos socios de Aeroméxico optaron por involucrarse en la aviación a largo plazo con Citibank Banamex que lleva Manuel Medina Mora y muchos de ellos como se conoce, son de los más acaudalados hombres de negocios del país.
LA QUE ACABA de separarse esta semana de la Subsecretaría de Administración y Finanzas de Salud es María Eugenia de León Maiz. Parece que influyeron en su salida algunas decisiones de inversión relacionadas con los hospitales de alta especialidad. De León con una larga trayectoria en el sector público, colaboró en SCT y en el IFE con José Woldenberg.
SIN PERDER TIEMPO, la que ya comenzó a establecer contactos con actores del ámbito de telecomunicaciones es Purificación Carpinteyro, recién designada subsecretaria de Comunicaciones en SCT en relevo de Rafael del Villar. La funcionaria aún tiene la cachucha de correos, por lo menos hasta este lunes cuando lanzará su nueva imagen. Por cierto que Luis Téllez hizo por ahí alguna propuesta para colocar a alguien de su confianza ahí, pero la designación desde Los Pinos fue inobjetable.