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Pesca de lecturas | Julio Aguilar

Viaje al fondo de Cernuda

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    Al escribir su poesía Cernuda asumió, con una naturalidad que hoy sorprende, la responsabilidad, los riesgos y peligros de decir lo que pensaba y lo que sentía

    Viernes 01 de agosto de 2008

    elculturaldemexico@hotmail.com

    Luis Cernuda. Años españoles (Tusquets, Barcelona, 2008, 450 pp.) es una biografía ejemplar. El español Antonio Rivero Taravillo obtuvo en 2007 un merecido Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias con este libro sobre uno de los grandes poetas del mundo hispánico. En su trabajo destaca la minucia y el cuidado del investigador, su inteligencia como lector y su contención y precisión como escritor.

    El grueso de la poesía de Cernuda está reunido en La realidad y el deseo, un libro que escribió y reescribió a lo largo de su vida, y que ha influido en varias generaciones de poetas, sobre todo iberoamericanos. En México, las obras de Octavio Paz, Carlos Pellicer o Gabriel Zaid, por dar algunos ejemplos, serían menos ricas sin las exploraciones y los hallazgos del sevillano.

    Además, la obra del poeta fue y es un ejemplo moral extraordinario. Al escribirla asumió, con una naturalidad que hoy sorprende, la responsabilidad, los riesgos e incluso los peligros de decir lo que pensaba y, sobre todo, lo que sentía. “… Escribió muchacho ahí donde otros prefieren usar sustantivos más inciertos”, dijo Octavio Paz sobre la poesía amorosa de Cernuda que, sin lugar a dudas, destaca entre las más hermosas y valientes no sólo en nuestro
    idioma.

    Frente a una obra literaria de esa importancia, creada por un hombre que hizo fama por poseer una personalidad difícil, quien no obstante la transparencia de su poesía defendió ferozmente su intimidad, y que dejó rastros de su paso dos continentes, Rivero Taravillo asumió el reto de hacer una investigación en serio.

    Si hasta ahora el biógrafo ha salido adelante es quizá porque supo marcar los límites y fases de su proyecto. Y subrayo “hasta ahora” porque este libro es la primera parte de una biografía total; en este volumen sólo documenta desde el nacimiento de Cernuda en 1902 hasta su salida de España (para nunca más volver) en 1938. Al parecer, Rivero Taravillo ahora trabaja en los siguientes 25 años del periplo del poeta por Gran Bretaña, Estados Unidos y México, donde murió en Coyoacán, en 1963.

    Sobre Cernuda se han escrito numerosos trabajos académicos, esbozos biográficos, artículos, ensayos, y su pertenencia a la legendaria Generación del 27 (García Lorca, Buñuel, Dalí, Aleixandre, Altolaguirre, etcétera) ha permitido que sea una presencia recurrente en memorias y biografías de los implicados. Entre tanta tela de donde cortar, el biógrafo eligió la mejor para documentar, reconstruir y explicar la vida y obra del escritor.

    La dedicación para verificar datos y fechas en libros, archivos y entrevistas es notable. Su curiosidad es tan apabullante como la capacidad para rastrear como un sabueso. Además, este biógrafo es un lector inteligente. No le basta con citar como un autómata sino que relaciona, cruza la información, y así le enmienda los recuerdos inexactos incluso a testigos de primera mano con argumentos rotundos, poniendo los puntos sobre las íes; o alumbra la lectura de algún poema de Cernuda con detalles sobre su origen inspirado en un tango de Gardel o en la admiración a actores de cine como George O’Brien.

    Cernuda vivió una época apasionante (la República y la Guerra Civil españolas) y convivió con personas dignas de grandes biografías. Al tratar de contar su vida y reconstruir su tiempo fácilmente puede perderse el hilo entre tantas distracciones. En su libro, Rivero Taravillo sale bien librado. El contexto que da es preciso, justo para ubicar al poeta en sus circunstancias históricas. Poco falta y nada sobra.

    En cuanto a la tentación de interpretar hechos y dichos de Cernuda, el biógrafo se contiene casi siempre.

    En este terreno, donde muchos suelen resbalar y terminan ofreciendo infames hagiografías literarias, pero también feministas, comunistas, magisteriales, políticas, empresariales e incluso gays, este libro tampoco decepciona.

    Con su trabajo Rivero Taravillo ha demostrado ser un biógrafo riguroso, un mérito dentro de la tradición hispánica en la que, como se ha dicho muchas veces pero no está de más repetirlo, el género de la gran biografía es casi un terreno baldío.



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