Opinion

La errática conducción del caso Santiago Creel estuvo a punto de llevar al precipicio a Germán Martínez, presidente del PAN. Al menos 40 senadores cuestionaron la forma, las maneras en la remoción de su líder, y el manejo inapropiado de asuntos de la vida privada y presuntas presiones de medios de comunicación, como argumentos para sacarlo de la conducción de la bancada, nos informan.

Hay que agregar un elemento al desaseo: don Germán confesó ayer que el relevo se fraguó en Los Pinos desde la semana pasada. Nos comentan que don Santiago recibió señales de adiós, de hasta aquí llegó, el viernes pasado. Por supuesto, el nuevo coordinador del grupo parlamentario en la Cámara de Senadores, Gustavo Madero, también recibió una llamada para hacerle saber que él tomaría el timón de los panistas en Xicoténcatl.

Marcelo Ebrard quiere el apoyo de los intelectuales para la consulta sobre la reforma petrolera, vaya, le quiere robar a Andrés Manuel López Obrador ese grupo que lo ha venido respaldando en sus acciones de resistencia civil, el llamado Comité de Intelectuales para la Defensa del Petróleo. El jefe de Gobierno del DF dio instrucciones para buscar la cooperación de estos hombres y mujeres.

La presidenta del PRD en la ciudad de México, Alejandra Barrales, tiene la encomienda de convencer a los intelectuales. Ya se reunió con la escritora Elena Poniatowska para tomar café y deslizar la idea. Don Marcelo busca una reunión con ellos la próxima semana para establecer las acciones del espaldarazo. Parece que el alumno está rebasando por la izquierda al tabasqueño.

La embajada de Estados Unidos, a cargo de Antonio O. Garza, tiene análisis poco alentadores de la guerra contra las drogas y las posiciones ganadas por las fuerzas federales mexicanas a los capos del crimen organizado. Por ejemplo, considera que la violencia aumentará y llegará a los niveles registrados en Colombia. En esta parte no entran al detalle, pero allá hubo secuestros de personalidades, asesinatos de políticos y autos-bomba.

Desde esa perspectiva señalan que el principal logro de la Iniciativa Mérida, más allá de la asignación de los recursos para la transferencia de tecnología y capacitación, es el reconocimiento del gobierno estadounidense para el manejo corresponsable de esta guerra que afecta a los dos lados de la frontera, a Estados Unidos y a México.

Una de las pruebas de que el gobierno de Washington se la quiere jugar con las autoridades mexicanas en el combate al crimen organizado es la visita de Julie Myers, subsecretaria del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, a la ciudad de México, nos comentan.

Ella vino a dialogar con sus contrapartes, y a afinar la puesta en marcha de una iniciativa bilateral, denominada Armas Cruzadas, para hacer frente a los cárteles de la droga con un esquema de cooperación que pretende atajar, cortar el contrabando ilegal de armamento procedente de Estados Unidos.