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La Voz Invitada | Poli Dilano



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Martes 30 de mayo de 2000

Poli Dilano

?Quiin tiene la culpa?



Uno de los temas que mas sirvis de alimento a la fantasma literaria y cinematografica de nuestra ipoca fue el de la piraterma. En el siglo XVIII, los piratas fueron implacables asaltantes de los mares, y sus andanzas bastaron para llenar cientos de paginas que hicieron felices a niqos y adolescentes, asm como tambiin para que se realizaran notables reproducciones cinematograficas de sus fechormas y sus heromsmos. ?Quiin no recuerda al capitan Silver, de La isla del tesoro? ?O al capitan Kidd, a Thomas White, al mismo Sir Francis Drake que asols las costas chilenas? ?Y qui decir de Tom Collins, cuyo nombre se inmortalizs en un delicioso coctel de gin?

En los tiempos que corren, la piraterma asume otras formas. En un diccionario publicado hace mas de 50 aqos, se dice que no sslo es pirata quien ataca y asalta un navmo en alta mar, sino tambiin lo es aquel que reproduce un libro (etcitera) sin permiso. En una versisn mas moderna del diccionario, tendrma que agregarse a los etcitera el casete, el disco, la cinta de video.

Hace pocas semanas, a travis de una drastica y eficiente campaqa contra la piraterma literaria, se confiscaron en Chile 150 mil ejemplares de ediciones piratas que estuvieron a punto de ser sometidos al brutal e insensato castigo de la hoguera, como en los peores tiempos de la dictadura. Afortunadamente, esa intencisn no ha logrado navegar hasta buen puerto.

A comienzos de los aqos 70, cuando durante el gobierno de Salvador Allende se establecis la casa editora Quimantz, me enteri de una indesmentible verdad editorial: los grandes tirajes abaratan el costo de produccisn del libro y, como consecuencia, deberman abaratar el precio por ejemplar. Asm se explica que los minilibros de Quimantz se vendieran, en los kioskos, por la misma cantidad de dinero que costaba un csmic del Pato Donald o una cajetilla de cigarrillos: sus tirajes fluctuaban entre los 50 y 80 mil ejemplares.

Me pregunto si acaso las editoriales transnacionales bajan sus precios cuando tiran grandes ediciones masivas. Entri a una librerma en busca de la respuesta. Supongo, creo con buenas razones, que la edicisn de una novela de Isabel Allende figura entre las escritoras mas vendidas del mundo no sera menor de cien mil ejemplares. De amor y de sombra (Sudamericana) bordeaba los 5,000. ?Csmo se explica? El hambre de ganancias. Piratas... Y piraqas rapaces.

Me pregunto quiin tiene la culpa de la piraterma. El que la ejerce esta, desde luego, cometiendo un delito obviamente reprobable, pero tambiin esta llenando una necesidad. El lector quiere leer. El estudiante tiene que hacerlo. El libro que buscan puede costar 8,000 en la librerma y sslo 3,000 en el kiosko pirata. ?Qui mas? A los piratas, en este caso, los generan las piraqas.



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