Opinion

El camino no es nuevo, pero parece que habrá que recorrerlo una vez más.

Ante las posturas que el nuevo secretario de Salud, el señor José Córdova Villalobos, quien un día dice que limitará la difusión y distribución de los condones y a los dos días cambia de opinión, no queda de otra: el arte tendrá que volver a dar la batalla.

El condón es una herramienta fundamental para evitar enfermedades de transmisión sexual, especialmente el contagio del virus del VIH. Su uso puede salvarnos la vida y evitarle gastos millonarios al sistema de salud pública. También es un buen método anticonceptivo, por lo que su difusión fomenta la paternidad responsable. Saber usarlo bien es un elemento básico de la educación sexual. Usarlo es mostrar el más elemental respeto a nosotros mismos y a nuestra pareja: el respeto a la vida. Que no lo entienda el funcionario encargado de la salud pública es gravísimo.

Durante las últimas décadas, muchos artistas han realizado obras cuyo tema central es el condón. Estas han tenido el afán de promover su uso y combatir la intolerancia de quienes lo satanizan por ignorancia, homofobia, sexismo o por el anhelo de imponer una visión del mundo conservadora.

Una de las obras que recuerdo con más cariño es Del buró de Blanca Nieves, de Hilda Campillo, que se presentó en 1994 en la exposición Arte-objeto-vida, durante el segundo Gran Festival Cultural 100 Artistas contra el Sida, organizado por el artista y activista Juan Rumoroso (1964-2000).

La muestra debía de presentarse en el Antiguo Palacio del Arzobispado, pero a la hora de la hora la enviaron a las instalaciones de la Secretaría de Hacienda, en Guatemala 8, precisamente porque había obras con condones.

La pieza de Campillo era un pequeño cajoncito con objetos diminutos, entre los que había unos condoncitos muy bien empacados hechos de dedos de guante de látex. A la fecha me sigue pareciendo crítica, subversiva y divertida.

Por su parte, en 1992 Rolando de la Rosa y Yamina del Real formaron la organización Sidarte, que ha realizado diversos performances en torno del sida y la campaña Un Día sin Arte. Algunos de ellos fueron multitudinarios, como el realizado con 100 bailarines en el Palacio de Bellas Artes en 2005. En 1997 presentaron El condón gigante afuera de este mismo recinto. Medía 10 metros de altura. Desde que el PAN asumió el gobierno de la República no les han permitido presentar este enorme condón.

Un recuento amplio del tema tendría que incluir muchas obras presentadas a lo largo de los años en las exposiciones organizadas por el Círculo Cultural Gay y por Unidos Contra el Sida.

El condón es un tema relevante en todas partes. La artista brasileña Adriana Bertini (http://www.adrianabertini.com.br/), que crea esculturas y ropa con condones defectuosos, recientemente inauguró la exposición Dress Up Against AIDS: Condom Couture, en el Fowler Museum en Los Ángeles, California.

También está el proyecto The Condom Project (http://www.thecondomproject.org/howwework.html), dedicado a decorar paquetes de condones y convertirlos en prendedores artísticos.

Utilizar condones en obras de arte, reflexionar sobre el tema, es una de las formas en la que los artistas contribuyen a la educación sexual, que es responsabilidad del gobierno, pero también de padres de familia, escuelas, medios y de la sociedad en general.

Ante el peligro que implica nuevamente tratar de esconder los condones, habrá que desestigmatizarlos y hacerlos cada vez más visibles. ¡Luzcamos condones abierta y creativamente!

*Artista visual

www.pintomiraya.com.mx