Opinion

La llegada del 2007 volvió más apremiantes las súplicas de los productores locales de maíz y frijol en la afanosa búsqueda de un milagro: retrasar la apertura total de fronteras prevista para el primer minuto del año próximo en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El temor, con tintes de terror, se fundamenta en la competencia desigual que representan los generosos subsidios con que el gobierno de Estados Unidos abona la producción del campo, cuya vigencia fortaleció el fracaso de la llamada Ronda de Doha.

De hecho, el escenario garantizaría el éxito de una solicitud de salvaguardia, es decir, la fórmula prevista para cerrar las fronteras ante el peligro inminente de daño irreversible a la producción local.

La paradoja del caso es que pese a la inminencia de la desgravación total de aranceles o impuestos de importación, la producción de maíz se ha multiplicado al infinito, alcanzando en el 2003 un monto de 20 millones 700 mil toneladas, que crecieron a 21.7 al año siguiente, para llegar a 22 y 22.2 en el 2005 y 2006, esperándose un mínimo de 22.6 para este año y el próximo.

En 1994, cuando se inició la cuenta regresiva sobre la base de un arancel de 206%, llegábamos sólo a 18.2, para crecer a 18.5 en 1998, descender a 17.6 en el 2000 y llegar a 20.1 en el 2001.

En el caso del frijol, la carrera es de altibajos, dado que en el 2002, con un arancel de 70%, la producción alcanzó un millón 55 toneladas, para caer en los siguientes tres años a 1.41, 1.16 y 1.06, subiendo a 1.33 en el 2006, y esperándose 1.23 en el 2007 y 2008.

La caída más pronunciada llegó en el 2000 con 890 mil toneladas... en un marco de 94% de arancel.

Con la producción más alta de maíz en la historia, pues, nos alcanzará la peor amenaza para el más sensible de nuestros productos agrícolas.

Sin embargo, lo que parece una carta adelantada a los Reyes Magos en su incursión de 2008 se desintegrará en el cielo: contra viento y marea el gobierno panista mantendrá intacto el compromiso de apertura, apuntalada la apuesta en un volado: que Estados Unidos, pese a sus niveles extraordinarios de producción alcanzados, no tenga un gramo para exportar.

La esperanza se centra en que las existencias las agote la exigencia de incrementar al máximo la producción de bioetanol como sustituto o como oxigenante de las gasolinas.

Y como el proceso para producción es más barato en relación al maíz, al punto de resultar por galón al dos por uno frente a la caña de azúcar...

Habrá, pues, que rezarle a Santaclós.

El sustento de la negativa a renegociar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) se centra en un estudio de la Secretaría de Economía realizado en la agonía del sexenio pasado, cuya conclusión es que el país del norte no tiene mayor opción que agotar su producción local tras la entrada en vigor en el 2005 de la Energy Policy Act que establece como obligatorio el que las gasolinas tengan un volumen mínimo de 15% de etanol.

De hecho, si el año pasado se produjeron 4 billones de galones, para el 2012 la demanda alcanzará 7.5.

En el escenario, la producción de 140 biorrefinerías instaladas de costa a costa y de frontera a frontera se sustenta en un 84% en el maíz. Más aún, 118 tienen a la gramínea como única materia prima.

Y aun cuando existe la posibilidad de que el país de allende el Bravo, campeón mundial indiscutible en materia de importaciones, podría comprar del exterior la mercancía, hete aquí que ésta no abunda en el planeta.

Aunque Brasil produce 4 millones 277 mil galones de etanol al año, la oferta ha crecido a niveles inferiores a una demanda alimentada por la obligación de utilizar éste como combustible.

Y si bien Francia ha incrementado su producción en 9.6%, el porcentaje representa menos de la mitad del crecimiento de Estados Unidos, que alcanzó 20.6 entre el 2004 y el 2005, en tanto las de Arabia Saudita, el Reino Unido, Sudáfrica y la India decrecieron en 59.5%, 13.4%, 6.4% y 2.8%, de manera respectiva.

Y aun cuando la capacidad instalada en el país de allende el Bravo creció este año a 7.46 billones de galones, frente a los 4.82 que mantenía hasta agosto pasado, o los 4.17 de 2003, se espera un salto mayor en 2008, con lo que la demanda de maíz se multiplicará al infinito.

A eso, pues, le apuesta el gobierno panista para no tocar al TLCAN ni con el pétalo de un reclamo.

¿No la jugamos a la debilidad del enemigo?

Balance general

El primer gran reto que enfrentará Roberto del Cueto, quien ayer tomó posesión como presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, es investigar una denuncia por supuesto tráfico de información privilegiada contra Jugos del Valle.

La firma, como usted sabe, fue adquirida el 18 de diciembre pasado por Fomento Económico Mexicano, Femsa, la principal fabricante de bebidas en el país, con sede central en Monterrey.

Bien, pues hete aquí que en los días previos a la operación sujeta aún a la aprobación de la Comisión Federal de Competencia (CFC), el precio de las acciones de la firma fabricante de jugos subió en un forma inusual, dada su escasa bursatilidad.

En total, el crecimiento fue de 89%, lo que indica un apetito voraz en materia de compra.

Jugos del Valle había estado implicada en la etapa previa en una operación turbulenta, al simular la compra de acciones del grupo Aeroportuario del Pacífico, cuyo comprador real era Unión Fenosa.

El torito, pues, está en la mesa.

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¿Se acuerda usted de las promesas del gobierno foxista de devolverle la viabilidad como negocios en marcha a los ingenios que extrañamente había expropiado en septiembre de 2001, con miras a su venta al mejor postor?

Bien, pues la noticia es que las nueve unidades del único grupo que no pudo revertir el proceso de adjudicación a la fuerza, es decir el Consorcio Azucarero Escorpión, han sido emplazadas a concurso mercantil o procedimientos de quiebra ordenada.

Estamos hablando de los ingenios como Atencingo o El Potrero, cuya producción rebasaba con mucho la media de la totalidad de los 27 expropiados.

La paradoja del caso es que el concurso mercantil lo emplaza el propio gobierno para cobrarse adeudos ya con el fisco, con el Instituto Mexicano del Seguro Social o el Infonavit, que los administradores públicos dejaron olímpicamente de pagar.

La supuesta panacea, pues, resultó la ruina.

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La noticia es que tras 25 años de presidir el Consejo de Administración de Nestlé, Carlos Eduardo Represas se va a la matriz suiza de la firma, para asumir una elevada responsabilidad en materia de recursos humanos, en sustitución de Jean Mark Duboisin.

El hueco como presidente ejecutivo en México de la multinacional lo llenará Juan Carlos Marroquín, quien tenía un cargo similar en Colombia.

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Ubicado en este espacio como uno de los socios del banco al que aspiraba el ratificado director general de Nacional Financiera, Mario Laborín, la semana pasada murió el empresario José Martínez Ramírez, dueño de la marca Atlética.

La posibilidad de la intermediaria cuya promoción se realizó con recursos del banco de desarrollo, la frustró la ratificación del banquero oficial.

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La cadena de tiendas Comercial Mexicana estrena el año con cuatro nuevas unidades, todas ellas bajo el formato Mega, ubicadas en Acapulco, Cuautla, Tulancingo y Ecatepec, además de un restaurante California en Mérida, Yucatán.

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