Opinion

Ya comentamos que se nos acaba el petróleo, pero como luego las malas noticias no se aceptan a la primera, regreso al asunto. Y regreso usando, como siempre, datos oficiales. La mayoría de ese petróleo viene del manto Cantarell

Con este título se vio en México la película "Soylent green", una visión de futuro en la que se procesaban los muertos para producir galletitas verdes para alimentar a la población.

Fue una de las primeras películas que veían un futuro negro, después de las que se hicieron en los años 30, cuando incluso el presente era de ese color.

Pero no quiero hablar con usted de películas, sino de petróleo, un poco en seguimiento de otras colaboraciones recientes en que hemos tratado de analizar el país que habrá de gobernar alguien en un futuro muy cercano, no como en la película.

Ya comentamos que se nos acaba el petróleo, pero como luego las malas noticias no se aceptan a la primera, regreso al asunto. Y regreso usando, como siempre, datos oficiales.

Durante el último año, el petróleo que se ha producido en México ha salido, en más de 82%, de lo que se llama "regiones marinas". La mayoría de ese petróleo viene del manto Cantarell, pero no he conseguido ver los datos a ese nivel de detalle.

En enero de 2004, según la Secretaría de Energía, teníamos petróleo seguro (es decir, reservas probadas) para 14 años y cachito. En millones de barriles, 14 mil 120. Ese petróleo está repartido en las tres regiones de explotación, de forma que en las "regiones marinas" había, en ese momento, nada más 6 mil 851. El resto, que es más de la mitad, está en las otras dos regiones, sur y norte, que desafortunadamente producen muy poco.

La región norte, por ejemplo, tenía reservas probadas de 5 mil 560 millones de barriles, pero ha producido, desde entonces, 84 mil barriles diarios, que es 2.5% de la producción nacional. Así, esas reservas durarán siglos, pero mientras nos quedaremos en la miseria.

Las relevantes son las regiones marinas, decíamos, que con 5 mil 560 millones de barriles en enero de 2004 han producido, en promedio, 2.75 millones de barriles diarios. De esto vivimos, pues.

Nada más que esta velocidad de consumo es tan grande que las reservas apenas alcanzaban, en enero de 2004, para seis años y medio. Al mes de junio de este año, las regiones marinas tienen reservas para cuatro años y cuatro meses. Es decir que hay petróleo ahí adentro para sacar, al ritmo actual, hasta fines de 2010.

Pero esto no funciona así. El petróleo sale de la tierra porque está a una presión superior a la ambiental. Cuando no es así, no sale, y hay que "soplarle" para que salga. Usted se imaginará que mientras menos petróleo hay allá abajo, menos presión tiene, y se imaginará correctamente. Es como un globo cuando se va desinflando, al principio sopla duro, después pierde fuerza, y al final se queda aire dentro del globo que ya no sale.

A Cantarell le están soplando nitrógeno desde hace un par de años, para mantener la presión. Gracias a eso, hoy producimos apenas 100 mil barriles menos, cada día, del máximo alcanzado a fines de 2003. Pero esa mayor producción actual implica también menos reservas, obviamente. Las reservas van cayendo prácticamente en línea recta, y para septiembre próximo llegaremos a tener sólo 4 mil millones de barriles en las regiones marinas, que nos darán para cuatro años de producción.

Prácticamente cada 12 meses nos chupamos mil millones de barriles, así que será a fines de 2008, noviembre o diciembre, que llegaremos a la cifra de 2 mil millones, con dos años máximo de petróleo en esos mantos, que habrá que sacar con una inversión inmensa en equipo de inyección de nitrógeno, si es que acaso sale. Como los globos, el petróleo no sale nunca por completo, y por la presión que se ejerce, tarde o temprano empieza a mezclarse con otras cosas, sobre todo con agua.

Así que, salvo mejor opinión de Pemex y la Secretaría de Energía, tenemos petróleo, similar al de hoy, por sólo dos años y medio. Después de eso, el que tengamos costará mucho producir, así que el famoso "excedente petrolero" será muy reducido. Repito: 30 meses, dos años y medio. Ya para el presupuesto de 2009 vendrá el llanto y el rechinar de dientes.

Yo sigo pensando que López Obrador no sabe esto, porque si lo supiera, ya se habría ido a cerrar pozos, en lugar de cerrar Reforma.

macario@macarios.com.mx