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Coalición ¿Por el Bien de Todos?



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Desde luego que no

Sábado 05 de agosto de 2006

Desde luego que no. Ni por el bien de todos, y ahora ni siquiera para el bien de López Obrador, ya que desde que le ha dado por alentar y supervisar personalmente los plantones (bloqueos) en pleno arroyo vehicular -pasando por encima de leyes (Bando 13) promovidas y aprobadas por él-, lo único que provoca en quienes no votaron por él es la reconfirmación de su postura; y lo que está ocasionando entre varios que sí le dieron su voto es que ya estén pintando públicamente su raya (muchos de ellos distinguidos artistas, periodistas e intelectuales, que en la última carta sumaban 136). Y es que resulta que el individuo que más contribuyó al extraordinario avance electoral de los candidatos del PRD y sus coligados sea, paradójicamente, el mismo que está propiciando en muy poco tiempo el tsunami en contra su partido (léase: manual para perder la confianza del ciudadano en 30 días).

Una cosa es el derecho a la libre manifestación de las ideas y otra secuestrar la capital de la República. Resulta patético ver que Alejandro Encinas se haya convertido en un empleado más de AMLO, haciendo a un lado su calidad y responsabilidad como jefe de Gobierno, poniendo a la disposición de Andrés Manuel los dineros de los contribuyentes y los edificios públicos que nos pertenecen a los ciudadanos. Es lamentable que tomen a la ciudad como su traspatio personal.

Hoy, el peor enemigo de la izquierda y del PRD se llama Andrés Manuel López Obrador. Así de claro. Retardatario, desearía presentar el momento actual como si fuera la época del autoritarismo, de ese tiempo cuando él escribía el himno del PRI en el estado de Tabasco. Pero nada le preocupa, se siente contento y hasta le da risa el enfado de los capitalinos.

¿Por qué bloquear Reforma, por donde circulan diariamente trabajadores de todos los niveles, burócratas, taxistas y miles de turistas que quisieran disfrutar de la capital y quienes dejan una importante derrama económica que crea fuentes de trabajo? ¿Por dónde transitarán, por ejemplo, las ambulancias que atienden emergencias? ¿Con qué cuento les va a salir Andrés Manuel a los familiares de un enfermo grave que se les muera en una ambulancia por tener obstruidas las calles? Les dirá: "Ustedes disculpen las molestias que esto les ocasiona". ¿Qué culpa tienen los obreros, los oficinistas, los maestros, los estudiantes, las amas de casa para sufrir aún más el DF por la obsesión personalísima de AMLO?

¿Contra quién dirige sus acciones de "resistencia civil" al bloquear arterias importantes? ¿Contra quién protesta? ¿Contra instituciones que el propio PRD contribuyó a fundar, como el IFE ciudadanizado? ¿Qué busca realmente? Está clarísimo.

Pretende chantajear a los siete magistrados del Tribunal Electoral diciéndoles, antes de que den a conocer su fallo: "Si resuelven en mi contra, si no me declaran presidente de México, los voy a desacreditar igual que al IFE, a mis representantes de casilla, al Consejo Coordinador Empresarial, a los periodistas, a los medios de comunicación, a la Iglesia católica... más lo que se acumule en esta semana". El chantaje es tan burdo y tan obvio que no lo ven tan sólo quienes quieren seguir viviendo en el engaño y la simulación.

El proceso de calificación de las elecciones todavía no concluye; entonces, ¿por qué adelantarse?

La coalición Por el Bien de Todos había solicitado al Tribunal Electoral que no declarara vencedor de la elección presidencial hasta en tanto no se resuelvan las impugnaciones interpuestas. Pero López Obrador ya se proclamó presidente de México. ¿En qué quedamos? Además, López Obrador viene alentando el rostro más terriblemente amargo del resentimiento social, y ha dado rienda suelta para que la ultraizquierda se vaya apoderado de las calles y del PRD.

Por eso, día con día, va perdiendo adeptos. Con valentía, claridad e inteligencia expresó Denise Dresser su oposición a las estrategias de AMLO. En el mismo sentido fue la carta de Monsiváis y otros intelectuales que se publicó en un medio que antes parecía absolutamente incondicional del candidato del PRD, texto donde se preguntan: "¿Cómo se puede presionar a los poderosos con algo que en primera y última instancia perjudica a las clases populares?".

AMLO se ha venido empequeñeciendo: el líder carismático se convertido en un lidercillo de plazuela, y así no puede aspirar a gobernar un México moderno, plural, incluyente. Como escribió Denise Dresser: "Toda acción entraña -lógicamente- consecuencias, y las de AMLO corren en sentido contrario de alguien que quiere, alguna vez, gobernar el país".

Hace unos días volví a disfrutar la obra musical El fantasma de la ópera donde se narra el enamoramiento de Cristina del fantasma, creyéndolo el ángel de la música; primero cae seducida en sus brazos, pero cuando le arranca la máscara descubre que en realidad está ante el ángel de la muerte. Cualquier semejanza con el desencanto provocado, no es coincidencia.

lolitadelavega@msn.com



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