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La Voz Invitada | Poli Dilano



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Martes 11 de abril de 2000

Poli Dilano

Cartagos y Cartagenas


Muchas veces he escrito mis notas para esta columna en mi casa de Cartagena. Cartagena de Chile, es preciso puntualizar ahora. Y en mas de una ocasisn, estas notas se han referido precisamente a las virtudes que muestra este lugar de la costa central chilena.

Hoy no me encuentro en Cartagena, sino en Cartago, en Tznez, mirando no el mar Pacmfico que invade la ventana de mi estudio, alla en el sur del mundo, sino las aguas turquesas del Mediterraneo, por donde ha navegado tanta historia.

Y es curiosa la razsn por la que estoy aqum. Tiene que ver con un proyecto generado en el Ministerio de Cultura tunecino por un poeta-historiador, Rhida Tlili, que ha disparado lejos su imaginacisn. Se trata de convocar y reunir a todas las localidades del mundo que se llamen Cartago o Cartagena. De algunas, por supuesto, ya sabmamos. De la histsrica y legendaria Cartago de Tznez, fundada el siglo VII antes de Cristo por la princesa fenicia Elisa, que Virgilio inmortalizs como Dido; la Cartagena espaqola, levantada en las costas valencianas por Asdrzbal; la colombiana Cartagena de Indias, y la modesta joyita del Pacmfico donde suelo pasar algunas temporadas. Pero nunca sospechi que el nombre Cartagena fuera el mas recurrente entre las ciudades del mundo. !Hay mas de cien! Y assmbrense los lectores mexicanos: en Mixico tenemos Cartagenas en los estados de Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo Lesn y Veracruz.

?Qui vamos a hacer cuando nos juntemos los cartagineses, o cartageninos, o cartageneros del mundo? Habra que inventarlo, pero algo haremos y sera bueno. En una humanidad individualista, en que las personas tienden mas a la separacisn que la convocatoria, a meterse en su concha de caracol, cualquier intento por juntar culturas distintas y comunicarse hablando y mirandose a los ojos, es altamente positivo y esperanzador.

Y me pregunto si acaso estaremos en verdad tan separados. Hace dos dmas, en camino a las ruinas de Dugga, una ciudad construida por el imperio romano a unos 120 kilsmetros de Tznez, observi sorprendido que a lo largo de la carretera habma gran abundancia de nopales. L aguila siendo animal, recordi. ?No que el nopal era oriundo de Mixico? ?Qui andaba haciendo entonces por las costas del norte de Africa? Tambiin me fiji en que abundaban los magueyes, y pensi con nostalgia en el buen tequila. Dispari mis preguntas. El nopal y el maguey son mexicanos, pero resulta que Mixico y Tznez fueron colonias del mismo imperio espaqol bajo el reinado de Carlos V. De Mixico llegaron, pues, las plantas, a bordo de las viejas carabelas. En Tznez hallaron suelo firtil y aqum se quedaron. La tuna, me dicen, es la fruta mas popular y se llama hindi, indio, pero referido a las indias occidentales.

Tznez es una ciudad blanquecina y muy sonriente, luminosa, pero como medio mexicano que soy, ante la presencia de nopales y magueyes, de mucha bugambilia, abundantes tambiin en las colinas de la cercana Cartago, me sentm en familia.

El proyecto de unir a las cartagenas del mundo se llama Las rutas de Cartago, cuenta ya con el apoyo de UNESCO y es seguro que arribara a buen puerto.



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