Opinion

Hace unos días, asistimos a uno de los enlaces matrimoniales más esperados de este 2006: el de Olivia Peralta y Antonio Hidalgo, que estuvo verdaderamente espectacular. La novia llevaba un discreto vestido de raso color hueso, con mangas muy cortas de encaje que salían de los tirantes, y velo largo.

El novio, que se desempeña actualmente como director general de The Coffee Factory, se veía también muy guapo con el tradicional frac.

Por supuesto, estuvieron presentes los papás de los novios: el empresario Carlos Peralta, Olivia García Leyva (con un vestido en color rosa viejo y escote palabra de honor); Antonio Hidalgo Castro y María Amalia Martínez de Hidalgo, luciendo un elegante vestido de color vino.

La ceremonia religiosa, que tuvo lugar en la parroquia de San Agustín de Polanco, fue oficiada por el cardenal Norberto Rivera, y el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda. La música estuvo a cargo del coro y orquesta Renacimiento, que dirige Francisco Ortega Garnello.

Si bien el éxito de la fiesta estaba garantizado porque la familia Peralta-García recurrió a Mayita para que se encargara del banquete, y a Guillermo González para que se hiciera cargo de la decoración del evento, nos enteramos que los "arreglos" en el jardín de la abuela de la novia, doña María Quintero viuda de Peralta, donde tuvo lugar la fiesta, comenzaron desde el mes de octubre.

Para empezar, lo mandaron cubrir de lado a lado con una lona enorme y de gran altura, forrada por dentro con tela blanca, que fue iluminada con luces de distintos colores durante toda la velada. Después, personal del complejo industrial Pastejé, que preside Carlos Peralta, entarimó casi la totalidad del jardín, creando distintos niveles, que alcanzaban ¡hasta 4 metros sobre el nivel del suelo! Desde los escalones de entrada a la residencia, hasta el último rincón del jardín, se colocó una alfombra de yute.

Asimismo, se construyeron unos baños para los invitados, así como una cocina. Los manteles de las mesas eran de color verde aceituna, cubiertos por otros de gasa en color dorado, y en el centro, unos elegantísimos arreglos de orquídeas blancas sobre bases de plata. Completaban la decoración una infinidad de pequeños focos blancos, tanto en los árboles, como por debajo de las mesas. Al parecer, Guillermo González se inspiró en la obra de Shakespeare, Sueño de una Noche de Verano, para la decoración del evento. ¿Se imaginan?

Poco antes de la cena, tuvo lugar la ceremonia civil, en la que estaban como padrinos, además de los hermanos de los novios, algunos de sus amigos, como Emilio Azcárraga Jean, Carlos Slim Domit, José Bastón, Enrique Altamirano Mayer, Angie Taddei (protagonista, junto con Olivia, del programa Picnic, de Telehit), Cassandra Pelizza, así como MARIANA TORT DE PERALTA, y Doña Mary viuda de Peralta.

Del banquete, ¡qué podemos decirles! Para abrir apetito, langosta a la vinagreta de mango; después, crema de alcachofas, seguida de filete al foie-gras, sorbete de champagne, y para rematar con broche de oro, un buffet de postres que fueron la delicia de los cerca de mil invitados, que llegaron vestidos de etiqueta rigurosa.

En cuanto a la concurrencia, tomen nota: el gobernador del estado de México, ENRIQUE PEÑA NIETO; Isaac Saba, el embajador de Estados Unidos, TONY GARZA, y su guapa esposa Mariasun Aramburuzabala; Gabriel y Tere Alarcón, Carlos y Graciela Hank Rhon, Raúl y Paulina Salinas de Gortari, Pablo y Gaby Funtanet, Jaime y Tony Camil, Ángel y Araceli Rodríguez, el arzobispo Antonio Chedraoui Tannous, Emiliano y Juan Cristóbal Salinas de Gortari, así como MANUEL BARTTLET, Enrique Burgos, Pepe Chedraui, Marco Antonio Muñiz y Emilio Checa, entre muchos otros.

El que confirmó su asistencia, aunque no alcancé a distinguir entre los invitados, fue el ex gober Arturo Montiel, y su esposa Maude.

Los que no llegaron fueron Miguel y Christiane Alemán, ni tampoco Laura Peralta, que está un poco delicada de salud y no pudo viajar desde Miami, donde reside actualmente.

¿La más guapa de la noche? Sin duda, Mariana Tort de Peralta, que se veía verdaderamente espectacular, con el vestido verde de raso bordado y pronunciado escote que llevaba, y que complementó con un impresionante collar de esmeraldas y brillantes, con aretes a juego. Araceli de Rodríguez fue también, junto con Sharon Fastlich de Azcárraga, de las más guapas de la noche.

La música fue otro factor que contribuyó al extraordinario ambiente que reinó durante todo el evento, que según supe, terminó cerca de las ocho de la mañana del domingo.

Horas después, los novios emprendieron su viaje de luna de miel a un destino desconocido, ya que Antonio quiso que fuera sorpresa para Olivia.

En verdad, una de esas bodas que serán recordadas por mucho, mucho tiempo.

¡Hasta la próxima semana!