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El Observador | Samuel García

El siguiente paso de Aramburuzabala



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El viernes pasado, a través de un comunicado de prensa, el Grupo Televisa informó que el fideicomiso que encabeza la empresaria María Asunción Aramburuzabala vendió 60 millones de acciones (TLEVISA CPO) de la empresa de televisión

Lunes 16 de enero de 2006

El siguiente paso de Aramburuzabala

El viernes pasado, a través de un comunicado de prensa, el Grupo Televisa informó que el fideicomiso que encabeza la empresaria María Asunción Aramburuzabala vendió 60 millones de acciones (TLEVISA CPO) de la empresa de televisión.

El comunicado fue escueto y no dio más detalles relativos al precio ni al monto de la operación, que los analistas del mercado calculan que importó alrededor de 240 millones de dólares para Aramburuzabala.

Lo que sí incluyó el comunicado oficial enviado a la Bolsa Mexicana de Valores es una declaración formal de la vicepresidenta del Grupo Modelo. "Estoy muy satisfecha con mi inversión en Televisa y con los logros de la compañía bajo el liderazgo de Emilio Azcárraga Jean. Mi decisión de vender una porción de mi inversión en la compañía es parte de una estrategia de largo plazo de diversificación de activos y liquidez. Tengo la intención de continuar como accionista y permanecer involucrada en Televisa como miembro del consejo de administración", fueron las palabras de Aramburuzabala.

La decisión de María Asunción Aramburuzabala Larreguín de vender un paquete importante de acciones de Televisa debe ser visto en la perspectiva de una reestructuración mayor que vive Televisa y de las apuestas personales que están haciendo sus principales socios de cara a sus negocios futuros.

Los principales accionistas del Grupo Modelo, las familias Aramburuzabala (María Asunción y Lucrecia) y Fernández (Carlos y Nieves), junto con Carlos Slim (Promotora Inbursa), entraron en un plan de compra de acciones de la controladora Televicentro en poder de Alejandro Burrillo, con el fin de consolidar el control en manos de Emilio Azcárraga Jean, a la muerte de su padre Emilio Azcárraga Milmo. Así, en 2000 el fideicomiso encabezado por María Asunción Aramburuzabala ya poseía alrededor de 20% de las acciones de control. Otro 25% quedó en poder de Promotora Inbursa y el restante 55% en manos del heredero Emilio Azcárraga Jean.

El ingreso de los nuevos socios tampoco era gratuito. Televisa, con Azcárraga Jean a la cabeza, pero bajo la vigilancia estricta principalmente de Carlos Slim y de María Asunción en el consejo de administración, entraría en un profundo proceso de reestructuración corporativa, de revisión de costos, y de profesionalización en la toma de decisiones. El potencial de rentabilidad era importante en una empresa con un aplastante dominio de mercado producto de décadas de prácticas monopólicas.

Alrededor de mil 200 millones de dólares fue el monto de la operación que implicó la participación de Slim y Aramburuzabala en Televisa en aquel tiempo. Una especie de financiamiento en el que se firmaba un compromiso de permanencia que, por lo menos, alcanzaba hasta julio de 2005. De allí en adelante, la decisión de permanecer en el grupo de televisión era voluntaria. Claro que hasta ese momento, la inversión de los socios de Televicentro recibieron jugosos dividendos a partir de una sensible mejoría en el posicionamiento y en el perfil financiero de la compañía. En mayo de 2005 se acordó un pago de dividendos por 4 mil 250 millones de pesos y la política de dividendos establece una distribución de 100 millones de dólares anuales para los siguientes años que, según los valuadores de mercado, no afectan el desempeño operativo ni la inversión futura de la empresa.

El mercado ha reconocido el proceso de saneamiento, de inversión y el potencial de la empresa: la acción de Televisa prácticamente ha duplicado su precio en los últimos dos años al pasar de 23 a 43 pesos del cierre de ayer. Para decirlo rápido; los Slim, los Fernández y las Aramburuzabala hicieron una buena apuesta, y ganaron.

La venta de un fuerte paquete accionario por parte de Aramburuzabala es una decisión -y del grupo que encabeza- de toma de ganancias de esta inversión. Ya en diciembre pasado la misma empresaria había vendido un paquete cercano a 20 millones de acciones, por lo que en cuestión de semanas su posición de liquidez se ha incrementado, por lo menos, en 320 millones de dólares de acuerdo con cálculos de los mismos operadores bursátiles. Aunque Televisa no ha dado conocer la participación accionaria de María Asunción, es probable que después de su última operación de venta, aún mantiene la mitad de su inversión original, participación suficiente para mantener su posición en el consejo de administración tal y como lo dio a conocer el boletín enviado el viernes pasado a la BMV.

Aramburuzabala es una empresaria que ha demostrado su capacidad y olfato para los negocios, desde que asumió el liderazgo de los negocios de su familia a la muerte de su padre. En la cervecera más grande del país su liderazgo es indiscutible.

Sin embargo la empresaria ya ha mostrado inquietudes por encontrar sus propios caminos y abrir brecha en nuevos negocios que le permitan sortear temporales cuando sus negocios tradicionales se vean amenazados.

La inversión que realizó en Televisa fue un paso en ese sentido. La experiencia al interior de la televisora le abrió el camino para asomarse al mundo de las telecomunicaciones, de la tecnología y de los medios de comunicación: una trilogía que ha sido una verdadera invitación para sus inversiones futuras. Ahora ´Maríasun -como le llaman coloquialmente sus amigos- le ha puesto el ojo a esos sectores a través de su fondo de inversiones ´Tresalia´.

La pregunta que flota en el ambiente es, ¿cuál será el siguiente paso de María Asunción Aramburuzabala, la mujer más rica del país y de América Latina? Sus inversiones en Televisa continuarán. No parece razonable que una plataforma de convergencia empresarial y de influencia tan importante como la principal televisora del país, sea abandonada por ella. Su posición accionaria en Televisa es estratégica, salvo que surja alguna diferencia de fondo con su amigo Emilio Azcárraga Jean.

¿Algún medio de comunicación en la mira? ¿Alguna millonaria inversión que fortalezca y complemente la posición ya lograda a través de Kio Networks, su empresa de servicios de tecnología de la información? ¿O, acaso, alguna nueva incursión empresarial?

SÍGALE LA PISTA.

1. Guardiola y el BNL.- El próximo 21 de enero se reúne el consejo de administración del grupo financiero español BBVA. El asunto más importante es su decisión de ir, otra vez, por el control del Banco Nazionale del Lavoro (BNL) y que ya la prensa italiana ha develado.

La mesa parece puesta para el banco español aunque en Italia -ya lo hemos visto- todo puede ocurrir. La decisión de los principales accionistas del Banco, que encabeza Francisco González, parece ser un hecho y ya se preparan para darla a conocer. Si se retoma el plan original que se había planteado para operar el banco italiano, es probable que el nombre de Jaime Guardiola -el actual director general de BBVA-Bancomer- se encuentre en la lista de los funcionarios preferidos para encabezar las operaciones en Italia.

2. Disciplina en Banxico.- Guillermo Ortiz dijo textualmente: "En un país donde todavía no se consolida un periodo largo de estabilidad y de credibilidad en el banco central es importante, desde mi punto de vista, que haya disciplina por parte de los miembros de la Junta de Gobierno, aunque podemos tener discusiones y diferencias de opiniones". Esto lo dijo el gobernador del Banco de México en una entrevista que nos concedió para El Semanario y que se publica en la más reciente edición.

Llama la atención el énfasis del gobernador en la disciplina que deben mantener los miembros de la Junta de Gobierno en un país como México.

sgarcia@elsemanario.com.mx



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