Lunes 05 de diciembre de 2005
Es una lástima que la iniciativa del priísta Francisco Rojas, sobre la autonomía de gestión de la CNBV, la CNSF, la Consar y el SAT, haya sido planteada hacia el final del periodo ordinario de sesiones del Congreso y bajo la sombra de un potencial triunfo de López Obrador
La vieja intención de que los organismos financieros de supervisión y regulación del país, así como de la entidad recaudadora de impuestos, alcancen un mayor grado de autonomía respecto del Ejecutivo federal, ha vuelto a la mesa de la discusión. Y lo ha hecho de repente, con celeridad.
La semana pasada el diputado priísta Francisco Rojas presentó una iniciativa de Ley a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para dotar de autonomía de gestión y técnica a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), a la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y al Sistema de Administración Tributaria (SAT); cuatro de los organismos públicos más importantes y sensibles para la marcha económica del país.
Aunque el tema ha estado latente en la agenda política de la Secretaría de Hacienda, así como entre la dirigencia de PRI y PAN durante los últimos dos años, hasta hace sólo algunos días no existía ninguna señal definitiva de que llegaría a la Cámara de Diputados para su discusión. Sin embargo, el tema ya está en agenda y mañana la iniciativa será sometida a votación en la Comisión de Hacienda para luego ser enviada al pleno de la Cámara y posteriormente al Senado para su aprobación antes que concluya el periodo ordinario de sesiones el próximo 15 de diciembre.
La celeridad del trámite legislativo promovida por el PRI, a través del diputado Rojas, tiene que ver con las elecciones presidenciales de julio próximo y con la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador se convierta en el próximo presidente de la República. Esa interpretación muy válida de parte de los legisladores perredistas es probablemente la más cercana a la realidad. Sin embargo, si bien políticamente es reprobable, esto no anula en esencia la importancia de contar con organismos de supervisión financiera y de recaudación tributaria dotados de una mayor autonomía de gestión que los aleje del ciclo político y electoral del país.
Estas instituciones contempladas en la iniciativa del diputado pero también la Comisión Federal de Competencia, la Comisión Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Reguladora de Energía tienen como propósito básico alentar la competencia en los mercados bajo reglas del juego transparentes, en igualdad de condiciones y que protejan los intereses de los ciudadanos y los consumidores.
Para que se cumpla este cometido en un país con las características de México se requiere una forma legal que garantice que las reglas del juego establecidas por la ley van a ser cumplidas por el organismo público a cabalidad y sin ninguna presión externa. De allí la importancia de que quienes ejercen esta función lo hagan sin conflictos de interés, ni temores a represalias por sus dictámenes o resoluciones.
Si de lo que se trata es de construir instituciones confiables en México habrá que avanzar en la aprobación de leyes que propugnen la fortaleza institucional de organismos como la CNBV o la CFC para no caer en el `sospechosismo` de antaño. Ya la autonomía que se le concedió al Banco de México en 1993 ha demostrado en medio de la alternancia política que éste es un camino que abona a la confianza del país. De allí que es una lástima que la iniciativa del priísta, que camina en este mismo sentido, haya sido planteada hacia el final del periodo ordinario de sesiones del Congreso y bajo una interpretación mezquina. El avance en el fortalecimiento de la gestión de estas instituciones no es un asunto de ideologías, sino de confianza en el país. Conviene a todos, a pesar de que en el corto plazo las ganancias pudieran parecer pírricas.
1. Los empresarios están en pie de guerra. Por lo menos aquellos que están viendo afectados sus intereses con diversas iniciativas de ley que podrían aprobarse en fast track mañana martes en el pleno.
Una iniciativa de importancia es la Ley del Mercado de Valores al que se ha opuesto el empresario Salinas Pliego, otra más son diversas reformas al Código Fiscal de la Federación que endurecen los actos de la autoridad en materia de evasión fiscal y de presunción de riqueza inexplicable, una tercera iniciativa es la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión y a la Ley Federal de Telecomunicaciones, en las cuales se modifica la forma en como se autorizan nuevas concesiones de radio y televisión, así como la forma de contratación de publicidad por parte de los partidos políticos en tiempos electorales.
Una cuarta iniciativa de ley preocupante para los empresarios son los cambios a la Ley de Responsabilidad Civil por el Deterioro Ambiental que abre el acceso ciudadano a la denuncia por daños ecológicos y endurece sanciones a las empresas que dañen el ambiente.
La negociación de los empresarios se ha concentrado básicamente entre los senadores del PRI, principal promotor de las reformas de ley en la Cámara de Diputados. Los empresarios confían en modificar o detener algunas de estas iniciativas en los próximos días.
2. Desde agosto pasado habíamos advertido en este espacio sobre el impacto en México de la crisis que vive la industria del automóvil estadounidense. Lo hemos reportado ampliamente, sobre todo para las principales empresas de aquel país: General Motors y Ford. De esta última habíamos advertido que podría tomar alguna acción para su planta ubicada en Cuautitlán Izcalli, estado de México.
El viernes pasado el diario The Wall Street Journal ratificó que podría anunciarse el cierre de la planta de Cuautitlán en enero próximo como parte de un programa de recortes de costos que llevaría a la empresa a cerrar cinco centros de producción. El martes pasado Ford anunció que sus ventas cayeron 15% en noviembre respecto del mismo mes de 2004, pero la caída más fuerte se dio en las ventas de camiones con 18% en ese mes. Con estos datos se confirma que tanto GM como Ford están en un tobogán del cual ni los fuertes descuentos en precios ofrecidos han logrado detener su caída.
3. Vista la crisis que viven GM y Ford en Estados Unidos, llama la atención que el gobierno mexicano (Secretaría de Economía) no esté haciendo nada para hacer más atractivo a México a fin de atraer a estas empresas que buscan reducir sus costos a como dé lugar. ¿Acaso esta crisis no es una oportunidad para el país? 4. Bimbo está explorando nuevas inversiones en Brasil para 2006, según citan algunos analistas de aquel país. La posición financiera de la compañía es buena y todo parece apuntar a que Bimbo aproveche para ampliar su presencia en el gigante sudamericano en donde opera con tres plantas de producción.
5. Todo apunta a que las tasas de interés en México sigan a la baja esta semana. La inflación ha tenido un buen comportamiento en este último trimestre del año por lo que se espera se refleje en el mercado de dinero de corto plazo.
sgarcia@elsemanario.com.mx