Opinion

Se va de México, pero lo hace quemando todas sus naves antes de partir, porque, según dejó en claro en las invitaciones al evento, hoy siente una especie de obsesión por el "desapego". Ha puesto en venta a La Remembranza, y ya son varios los interesados en adquirir esta réplica de la hacienda paterna de Pastejé, que con tanto cariño mandó construir Laura, hace casi una década.

"Me traje al Ajusco todos los recuerdos hermosos que tengo de Pastejé, con mis hermanos y mis padres", nos dijo entonces. También venderá sus 23 caballos, la mayoría de los cuales quedarán en manos de sus "hermanos de vida", los rejoneadores Rodrigo Santos y Octavio Sánchez. En manos de ellos quedará, también, el Instituto Mexicano de Rejoneo, que ella fundó. Asimismo, dejará a su madre, doña María Quintero, viuda de don Alejo Peralta, y sus hermanos.

En Miami la acompañará su hijo Luis Fernando, que hoy dirige la compañía de bienes raíces Inside Lifestyle Connections, que ella fundó allá hace algún tiempo. Su hija María Laura, por su parte, hace tres años que decidió abandonar México por la inseguridad en nuestra capital, y vive feliz con sus hijos en Lisboa, donde estudia la carrera de chef.

En cuanto a Laura, de momento su corazón no tiene dueño, aunque nos confesó que son varios los galanes que andan tocando a su puerta.

Pero volviendo a la fiesta, les cuento que ésta comenzó en el ruedo de la hacienda, en el que la festejada partió plaza junto con Rodrigo Santos y Octavio Sánchez, quienes más tarde torearon a caballo, mientras que Manolo Arruza lo hizo a pie. El juez de plaza fue Julio Téllez, sin embargo, la sorpresa del festival taurino, fue Daniela Madrazo, hija menor de Roberto Madrazo e Isabel de la Parra, a la que Laura considera "la alumna consentida, y la más talentosa del Instituto". Hubieran visto la cara del precandidato del PRI a la presidencia de la República cuando su hija, de 15 años de edad, demostró sus dotes sobre el caballo poniendo banderillas con carretilla. Verdaderamente se le caía la baba.

Pero las sorpresas aún no acababan, ya que al término de la corrida, Laura mandó traer al centro del ruedo a Desafío, un bellísimo tordillo de raza española, que entregó como regalo a Daniela, no sólo por el amor que ésta siente por los caballos, sino por el entusiasmo y la entrega dijo Laura que ha mostrado por el rejoneo en el año que lleva como alumna del instituto.

Posteriormente fue servida una comida, cuya elaboración estuvo a cargo del restaurante La Cava, y en la que no faltó la sopa Verde-Milpa (una de sus favoritas), así como pollo con pipián o con mole poblano.

En cuanto a los regalos que recibió la anfitriona, en su mayoría libros y velas (de las que declara ser "una verdadera viciosa"), afirma que el más emotivo fue la foto que le regalaron sus dos amigos rejoneadores, en la que aparecen con ella, y en la que pusieron al calce la siguiente leyenda: "Estaremos juntos por siempre. Tus hermanos, Rodrigo y Octavio".

Entre los invitados al evento, estuvieron: Silvia Pinal, Carlos y Mariana Peralta, María Quintero viuda de Peralta, Leticia Peralta, Roberto e Isabel Madrazo, el ganadero José María Reyes Huerta, Jorge y Elvia Díaz Serrano, Jorge y Gloria Barbachano, Sylvia Sánchez Alcántara, Ramón Aguirre, Gabriel Alarcón, Cristina Alemán, Ángel Gali, Marisa Rivera Torres, Jaime Camil, Martha Chapa y Sergio Sarmiento, entre muchos, muchos otros.

Sin duda, un evento emotivo, cálido, en el que Laura recibió un sinnúmero de felicitaciones y buenos deseos de sus seres queridos, para quienes sólo tuvo palabras de cariño en el discurso de despedida que leyó frente a los presentes en un momento de la fiesta, que se extendió hasta las primeras horas del día siguiente.

Desde estas líneas enviamos a Laura nuestros mejores deseos en esta nueva vida que emprenderá en Miami.