Opinion

Empezaré por decirles que mi amiga estudió la carrera de Literatura Latinoamericana en la Universidad Iberoamericana. Ha colaborado en distintos programas de radio y televisión. Es escritora y sus publicaciones se distribuyen en México, Estados Unidos y Puerto Rico.

También imparte seminarios sobre magia astral, el niño interior, el perdón y la abundancia.

Autora del libro: Tus pies también hablan en el que escribe sobre el significado del color, textura, forma de los pies y dice que hasta el tipo de calzado que usamos reflejan nuestros hábitos en la vida y son un canal de comunicación para que ella con su experiencia y conocimientos pueda descifrar el interior de cada persona.

"Una protuberancia en el pie causada por un hongo tiene que ver con la humedad, pero también la espiritualidad afecta lo material y puede ser una incapacidad para producir economía, pérdidas materiales, alguien que no encuentra trabajo o necesita ser aceptado y continúa: "Si está del lado izquierdo puede ser por una relación de pareja insalvable, si es del lado derecho pueden ser problemas en el aparato digestivo, en el hígado o el páncreas", así más o menos es su lectura.

Cabe mencionar que esta increíble práctica la desarrolló sola desde que tenía 14 años. Los primeros pies que vio fueron los de su mamá, después los de una amiga que tenía pies "chismosos" porque hablaban mucho, "tenían canales abiertos y receptivos".

Al principio tenía pacientes que sólo querían saber lo que les iba a pasar, otros que se quejaban porque nadie los quería y se sentían imperfectos, también los que creían que les hacían brujería o los que tenían curiosidad de ver si lo que hace es verdad o mentira. Posteriormente le llegaron otros con padecimientos físicos y mentales, y es precisamente a ellos a los que más se entrega.

Aunque aclara que no diagnostica enfermedades, sino que ayuda a prevenirlas. Tampoco le gustan los placebos así que, quien la ve tiene que estar consciente que no va a escuchar lo que desea.

Cuenta que cuando tenía 5 años veía a la gente con un color a su alrededor pero no sabía que era el campo electromagnético o aura. Con su hermano, quien también veía el aura de la gente, jugaba a los colores.

Cuando niños a ambos les parecía muy natural lo que les sucedía. Ella escuchaba voces, soñaba lo que iba a pasar, pero no tenía miedo porque su hermano le decía que era su ángel y la tranquilizaba.

Llegó a soñar que la gente se moría y cuando despertaba se daba cuenta que en realidad había sucedido. Una vez soñó a su vecina pidiéndole que les dijera a sus hijos que no se pelearan, que se iba a morir y no le había dado tiempo de preparar las cosas.

A la mañana siguiente los padres de Georgette, ambos médicos, hicieron el acta de defunción porque la vecina se había muerto en la madrugada. Sus hijos se pelearon y hasta la fecha no se hablan. Esto sucedió hace más de 20 años, y fue entonces cuando aceptó que dentro de ella había un conocimiento que no podía desperdiciar.

A los ocho años leyó un artículo sobre unos monjes en el Tibet, les escribió durante 4 años hasta que le contestaron. Les mandó un escrito en tibetano sobre sus ejercicios de trance y la invitaron a pasar una temporada con ellos . Todo un año hizo un voto de silencio que le permitió aprender a escuchar a los demás, a abrir sus sentidos y a entender lo que dice cada quien. Aprendió todos los mantras que "son una exaltación a Dios". Dice que los monjes son hombres que tienen un gran conocimiento sobre la mujer.

En el Tibet aprendió que el cuerpo se nutre con la mitad de un manjar pero por gula nos lo comemos todo, sus enseñanzas partieron de sembrar y cosechar el arroz que comía, saber que había 27 tipos y que cada uno servía para algo diferente, "era una forma de ganarte tu comida y comprender que el proceso de la tierra es como la vida: siembras, esperas y cosechas. Igual son los ciclos de la mujer y la luna", dice.

Regresó a México, estaba muy delgada porque había experimentado que el hambre y el sueño son pensamientos.

Después estudió acupuntura y ya trabajando, empezó a subir mucho de peso lo que la tenía muy enojada por no darse tiempo para ella misma. Un día decidió cuidarse, porque si no estaba bien ella no iba a poder ayudar a los demás.