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La Voz Invitada | Poli Dilano



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Martes 21 de marzo de 2000

Poli Dilano

Lagos: un carnaval en el parque


El domingo 12 de marzo, un dma despuis de que se realizara en Chile el cambio de mando presidencial y asumiera Ricardo Lagos la primera magistratura, el Parque Forestal se convirtis en escenario de un alegre y bullicioso carnaval, una verdadera fiesta popular en la que artistas de todas las ramas del arte manifestaron su alegrma y su apoyo a este nuevo gobierno de la Concertacisn en el que ahora le tocs turno a un socialista.

El Parque Forestal es uno de los lugares mas hermosos de esta capital y, tal vez, su pulmsn mas vigoroso. Tranquilo por las maqanas, centro de recreacisn infantil por las tardes, refugio de los enamorados cuando va cayendo la luz. A lo largo de varias cuadras que comienzan en Plaza Italia y terminan en la vieja estacisn de ferrocarriles llamada Mapocho, por su cercanma al rmo que lleva ese nombre, y a lo ancho de prados que admiten fuentes y esculturas, senderos bajo la sombra de viejmsimos y gigantescos arboles, se instalaron tribunas, kioscos, cafis literarios, carpas, todo lo necesario para que sonaran las cuerdas de la guitarra, saltaran las danzas por los aires, estremecieran el alma los versos recitados. Los perisdicos del lunes concordaron en que los visitantes del parque sobrepasaban el medio millsn de personas. Habma gritos, euforia, banderas agitandose en el aire, carteles, mucha risa, y tambiin mucho polvo que levantaba el millsn de pies que circulaba por las veredas.

En el cafi literario, los escritores esperaban su turno para emitir un saludo, responder preguntas del pzblico, dialogar con sus pares. Sus versos recitaron Gonzalo Rojas y Razl Zurita, y tomaron el micrsfono tambiin Hernan Rivera Letelier, el mismo de La reina Isabel cantaba rancheras; Antonio Skarmeta, que sigue en la lista de primera taquilla con su novela La boda del posta. Volodia Teitelboim, el muchacho del siglo veinte que ya avanza en el tercer tomo de sus apasionantes memorias.

Una fiesta popular que dejs ver una buena dosis de esperanza, anunciando tambiin el comienzo inequmvoco de una mmstica. Esperanza de cambios y justicia. La atmssfera recordaba otros tiempos, las manifestaciones en el Parque O'Higgins o el Estadio Nacional en las que artistas, profesionales, estudiantes y trabajadores apoyaron el gobierno del presidente Salvador Allende.

No todos los asistentes a esta jornada eran laguistas de primera mano. Tambiin participaban muchos de aquellos que dieron su voto a la candidata Gladys Marmn, pero que en la segunda vuelta electoral se volcaron sin mayores dudas al candidato de la Concertacisn, guiados por el franco y razonable temor de que se produjera una nueva embestida derechista.

Lagos es, sin duda, un hombre de ramz humanista, como lo demostrs en los aqos ya lejanos en que desempeqs la secretarma general de la Universidad de Chile; eso hace pensar y creer que su gestisn puede ganar fuerza en rubros sociales tan importantes como son la educacisn, la medicina social y la cultura.



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