nubes
El constante material escrito
Presentó su primera exposición individual a los 14 años de edad y presume de trabajar en su obra todos los días. Su acerbo incluye escultur ...
Lunes 11 de julio de 2005
Soy sumamente cuidadoso en reunir aquello que se publica sobre mí. Libros, revistas, periódicos. Algunos importantes, otros no tanto. Ese material debe de ser guardado. Una vez que lo he leído, lo entrego a Eduardo Cabrera, que está al frente de la biblioteca del Museo José Luis Cuevas y que puede ser revisado por todo aquel que se interese en mi trayectoria. En el diario Milenio reaparece semanalmente una página escrita por Carlos Pérez Bucio, quien posiblemente vive en París. En una de sus últimas entregas encuentro unas líneas que me aluden. Dicen: "Hace tiempo me pusieron en contacto con un pintor bastante simpático hasta que empezamos a hablar de pintura. Él atacando a Cuevas y defendiendo a Toledo y yo lo mismo pero al revés porque soy miembro del club internacional de fanáticos de José Luis Cuevas y a mucha honra. Total, que terminada la discusión nos despedimos con un "bueno, pues nos hablamos", cosa que ninguno de los dos cumplimos. Kimosabi...".
Desde hace tiempo, Toledo y yo hemos sido candidatos para ocupar el primer lugar dentro de la plástica mexicana. Hay toledistas y cuevistas en pugna. Hay algunos que han tratado de enemistarnos, cosa que no han logrado. Entre Toledo y yo hay una corriente de simpatía y respeto mutuo. Nuestros estilos de artistas son diferentes aunque ambos hemos manifestado ser "kafkianos" en el sentido de que los dos hemos ilustrado al escritor checo. Toledo ha realizado dibujos y grabados inspirados en el cuento Informe a la Academia, que actualmente expone en la galería Juan Martín. Yo, he publicado dos libros. El primero se llamó The Worlds of Kafka and Cuevas, que editó la Falcon Press de Filadelfia. El segundo fue sobre La metamorfosis que publicó Limited Editions Club de Nueva York.
Entre el material de lectura que me ha llegado esta semana está la revista Eje Central que dirige Édgar Landazuri, autor de una larga entrevista. Selecciono unas cuantas respuestas que di a las preguntas de Landazuri: "Aproximadamente desde hace ocho meses estoy trabajando en cuadros de gran formato. En mi anterior casa, muy cerca de aquí, hay un estudio que es inmenso en el que trabajaba obras de regular tamaño, y ahora aquí que dispongo de un espacio más bien pequeño, es donde estoy haciendo pinturas enormes. Mi esposa Beatriz del Carmen me ayuda. Es algo así como un reto al espacio. Mira, en realidad no me lleva más tiempo hacer un cuadro grande que uno chico, porque descubrí algo: la velocidad del brazo es la misma que la de mi mano. Lo tengo perfectamente cronometrado. Invierto el mismo tiempo en una obra de pequeñas dimensiones que en una grande.
"Permítame fumar un cigarro... alguien tiene un encendedor... yo nunca fui fumador, comencé hasta ahora que se puso tan fuerte la prohibición.
"Durante mi adolescencia en México tuve muy presentes a las putas. Empecé a frecuentar los burdeles para dibujarlas y muchas veces me decían: `¿Por qué vienes aquí con una libreta y un lápiz y haces esas cosas?`, y es que yo nunca iba en busca de relaciones carnales. Las prostitutas han sido parte de mis temas recurrentes. Cuando viajo a Madrid por ejemplo siempre digo: `Me voy de putas` y eso quiere decir que voy a buscarlas para dibujarlas. Son un universo que ejerce en mí una atracción muy grande, el mundo de lo prohibido, de lo extraño.
"Recuerdo que te estaba hablando de las obras de gran formato, las que estoy haciendo y las que seguiré haciendo. Últimamente ha surgido algo de suma importancia en mi trabajo, se trata de Beatriz del Carmen, mi esposa aquí presente, también es pintora. A ella la conocí como una visitante que llegó a mi estudio y con quien luego de hacernos amigos, de charlar ampliamente sobre arte y muchos otros temas y de frecuentarnos, llegamos al matrimonio. Ahora cuando entro a mi estudio necesito su presencia, necesito que esté cerca, de lo contrario, no puedo trabajar. Carmen y yo compartimos todo, nunca nos separamos. En este momento la estoy extrañando. Beatriz del Carmen siempre me acompaña. Es curioso, antes no permitía la presencia de nadie durante mis horas de trabajo... El amor es la actividad humana más importante, que por supuesto tiene que ver con la sexualidad. Es la pasión que no sólo se expresa a través de la relación amorosa con mi esposa, sino también por medio de la pasión que siento por el arte".
Artista plástico
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