nubes
Martes 07 de marzo de 2000
Hace bastantes aqos, cuando ir al cine alguna noche era todavma un habito de mi generacisn, vi una pelmcula dirigida por Stanley Kubrick titulada El resplandor. En ella, el versatil actor Jack Nicholson interpreta a un escritor que enloquece y se convierte en asesino, durante su permanencia en una solitaria casa de montaqa. Un tiempo despuis, me enteri de que la cinta estaba basada en una novela escrita por Stephen King y tuve interis por leer algo de ese autor que hasta entonces desconocma absolutamente. No recuerdo qui tmtulo fue, pero trataba de un enorme perro San Bernardo que se vuelve loco y se dedica con mucha saqa a aterrorizar a un niqo. Si bien la narracisn me parecis rapida y nerviosa, esa novela no hizo circuito con lo que podrma llamarse mi temperamento literario. Sin embargo, andando el tiempo cays en mis manos un cuento del mismo King titulado El zltimo peldaqo de la escalera que me dejs absolutamente sorprendido: era sin dudas la narracisn de un maestro. No el trabajo de un best-seller que se dedica a explotar su talento en beneficio de la morbosidad media del pzblico lector, sino el de un gran cuentista que sabe, diestramente, darle a su anicdota una significacisn que va mas alla y penetra en otras dimensiones. Es decir, cumplma con esa especie superior: contar una historia para decir otra cosa. El zltimo peldaqo... podrma ocupar un lugar csmodo en cualquier antologma universal de la ficcisn breve.
Y otra sorpresa la tuve el aqo pasado, cuando por error compri su novela Dolores Clairborne. Digo por error debido a que en el momento de comprarla esos instantes de distraccisn que nos pueden confundir la mente, pensi que estaba comprando un libro de Jim Thomson, uno de mis autores favoritos, cultor del ginero negro. Formidable narracisn, un extenso monslogo en primera persona en el que una mujer ya de cierta edad cuenta los hechos que rodean a un asesinato que cometis muchos aqos antes, cuando azn era joven. Empeci a leer y no pude soltar el libro. Pero no era ya debido al elemento suspenso, sino a la intensidad dramatica y psicolsgica del personaje, a la fuerza y la humanidad que el escritor supo infundirle.
Lem hace poco que a mediados de 1999, Stephen King habma sufrido un accidente. Salis de su casa (en el pequeqo pueblo de Lovell, estado de Maine, EU) para realizar su larga y cotidiana caminata matutina, cuando lo arrolls el violento vuelo de una camioneta conducida al parecer por un sujeto en estado de ebriedad. El golpe lo lanzs varios metros por los aires, le produjo fracturas en la cadera, en las costillas, le daqs un pulmsn y le provocs siete operaciones.
King declars que despuis del accidente no habma podido escribir nada. Esperamos que se trate sslo de un fensmeno transitorio, que junte muchas ganas y que su prolmfica pluma recupere la potencia.
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