aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Esquina Baja | Paco Ignacio Taibo I

Alejandro Ordorica

Cuando se enteró que su columna se publicaría en la parte inferior izquierda de la página, Taibo recordó la frase usada por los camioneros: ...





COLUMNAS ANTERIORES

  • 05 de abril de 2005
  • 04 de abril de 2005
  • 03 de abril de 2005
En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se produjo un atiborramiento de colaboradores, amigos y colegas de Alejandro Ordorica.

No era para menos, ya que Alejandro fue dejando su huella, su talento y su constante trabajo en activi...

Miércoles 06 de abril de 2005

Alejandro Ordorica


En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se produjo un atiborramiento de colaboradores, amigos y colegas de Alejandro Ordorica.

No era para menos, ya que Alejandro fue dejando su huella, su talento y su constante trabajo en actividades que mucho tuvieron que ver con la cultura.

Se podría decir que por donde Alejandro Ordorica pasó fue siempre bien recordado.

Últimamente Alejandro parece haberse recogido en su propio talento y se hizo poeta como otros se hacen magos de la palabra.

Alejandro acaba de ganar el premio "Tintanueva" de poesía 2005.

Después de una larga carrera encuentra un amor nuevo y una poesía novísima.

Este es el segundo libro de poemas de Alejandro Ordorica y se titula Inmediaciones del delirio.

El libro contiene una "oda a la manzana", la copio: Manzana eres y en paraíso te convertirás.

Bendita seas porque nos haces felices sin tener que pecar.

A fin de cuentas, Dios te moldeó suavemente entre sus manos, para calcular la tentación.

En la Biblia se inscribe abundante y fantasiosa tu biografía, pero la cuentan desde antes las primeras escrituras. Así reinó tu circular presencia en leyendas y profecías.

Cáscara roja, cintura de sangre, tus sabores los bautizó la poesía.

Por dentro, por fuera, armonizas las viandas y hasta colmas, versátil, las copas con tu zumo.

A veces envejeces regiamente en sidra o recorres la aristocracia con ilusión de espuma.

Pobres y ricos, cada siglo, te erigen en diosa saludable de la Corte de los Milagros.

Eres planeta rojo que desde la Tierra anticipas la paz de Marte.

Desde hace mil años, te veo posar lo mismo en la mano del emperador, que entre los dientes del campesino.

Un mordisco es amor de dulzura exacta, que no sabe de empalagos, porque tu jugo es acidez y transparencia de lágrima.

Provoca siempre la primera mordida para que nunca muera tu leyenda irresistible y el mito sobreviva a la serpiente.

Pienso que tienes la forma del mundo y por eso tu contorno es tan humano.

Pero nunca tanta perfección como el mármol suave de tu cuerpo, ni la piel entrañable que encierra nuestra semilla ancestral.

Tus polos son lo más cercano al corazón y cada vez que apareces en la rama, despierta la esperanza.

Vistes con la contundencia de las estaciones: Recorres la pasarela vestida de verde cuando llega la hora de las flores, a veces te disfrazas de otoño, pero me gusta más tu pasión por el rojo del verano, aunque te he visto blanca y jugosa en el invierno que intentas derretir.

Entonces me pregunto: ¿Cuál es el color de tu alma? ¡Qué importa! Sabes a paraíso con eso basta.



Comenta la Nota
PUBLICIDAD.