Opinion

Quiero decir que el llamado Retablo del Mirlo Blanco es un disco constituido por 11 canciones de diferentes compositores italianos, casi todos ellos del siglo XVII, y trasladados a los ritmos propios para las castañuelas.

Este trabajo en el que las castañuelas adquirían una importancia rítmica esencial fue llevado a cabo en tiempos de De Falla por un musicólogo que parece ser es quien reunió las 11 partituras que constituyen el Retablo del Mirlo Blanco. Hablo de Domingo José Samperio, exiliado español, y por la bailarina mexicana Pilar Rioja.

Se grabó el Retablo del Mirlo Blanco dando un título general al concierto, pero no llegó a tener ni la popularidad ni la fama de un experimento que escuchado ahora nos parece esencial.

El Mirlo Blanco nació entre las vicisitudes que conllevaba la Guerra Civil española, hasta el punto de que muchos de los interesados en este experimento singular no conocíamos la pieza que ahora gozosamente llega a nuestras manos gracias a que Pilar Rioja había conservado la primera interpretación en la que participó el musicólogo Samperio.

Hoy Pilar ha hecho público el Retablo del Mirlo Blanco tantos años después de su estreno. Está constituida esta pieza por 11 partituras originales todas ellas bien conocidas, pero jamás convertidas en pieza de concierto para castañuelas y orquesta.

Las 11 partituras originales fueron desde siempre las siguientes: 1. Crotalo-Crotalo, de García Lorca.

2. Allegro Assai, de Bach.

3. Allegro, de Arcángelo Corelli.

4. Allegro, de Tomaso Albinoni.

5. Grave Assai y Fandango, de Luigi Boccherini.

6. Vivace, de Benedetto Marcelo.

7. La gallina, de Ottorino Respighy.

8. Sonata, del padre Antonio Soler.

9. Danza IX, de Enrique Granados.

10. Follia, de Arcángelo Corelli.

11. Movimiento Perpetuo, de Nicolo Paganini.